Con la reciente llegada a las consolas de Splinter Cell: Blacklist, parece que la franquicia vuelve a sus orígenes después de que la saga llegara a un punto en el que había perdido la esencia original que hizo grande a Sam Fisher. Es por ello que desde ComunidadXbox.com y de la mano de nuestro especial colaborador: Mariette900, os ofrecemos un retro-análisis del juego que dio origen a una de las mejores sagas que existen en los videojuegos.
Retro-análisis realizado por: Mariette900; colaborador de ComunidadXbox.com.
Titulo: Tom Clancy´s Splinter Cell
Plataforma original: Xbox
Otras plataformas: PC, PS2
Desarrollador: Ubisoft Montreal / Ubisoft Shangai
Distribuidor: Ubisoft
Idioma: Textos y voces en español
Duración: Unas 20 horas.
Disponible XboxLive: No
Género: Aventura
Nº de jugadores: 1
Año: 2002
El motivo de que algunos títulos tengan continuaciones es variado. Por un lado, puede ser la perfección en los saltos y el diseño artístico de Super Mario, la velocidad que transmitía Sonic o la vuelta de tuerca a los shooter introducida por la saga Halo. En el caso de Splinter Cell, el hecho de que la gente se enamorase de él y viéramos en un futuro continuaciones es, bajo mi punto de vista, la mejora en materia de espionaje que presentó éste título. Aunque por supuesto, no es el primer juego con una jugabilidad basada en el sigilo (ya había juegos como Hitman o Thief) sí que es el primero en introducir una serie de características que harían frente hasta al mismísimo Solid Snake…
Y es que lo primero que vino a la mente de los jugadores cuando el juego se puso en venta fue que Splinter Cell era una imitación de Metal Gear Solid al tratar temas y aspectos similares. Pero con el tiempo se pudo apreciar que el juego de Ubisoft ofrecía cosas nunca vistas hasta la fecha…
Para empezar, Splinter Cell contaba con una historia creada por uno de los mejores autores de novelas de espionaje: Tom Clancy, lo que aportó una profundidad a la trama que verdaderamente nos ponía en situación. Nuestro personaje es Sam Fisher, un agente en activo de una organización secreta, Third Echelon, respaldada nada más y nada menos que por la Agencia de Seguridad Nacional Estadounidense. En una misión de rescate en Georgia, Sam se da cuenta de que bajo esta operación se esconde algo más que una simple misión de rescate.
Como buen espía que es, Sam Fisher cuenta con uno de los mejores armamentos para el espionaje vistos hasta la fecha en los que destacan sus gafas de visión nocturna y térmica; fundamentales para salir con éxito en las misiones que se nos irán asignando. Pero no todo se resuelve con el uso de las famosas gafas de las tres luces, también tendremos un armamento a nuestra disposición con rifles y pistolas con silenciador, capacidad para hackear aparatos, ganzúas e incluso una mini-cámara que podremos introducir por debajo de las puertas para observar los pasos de nuestros enemigos. Todo esto aderezado con unos movimientos de nuestro personaje dignos de cualquier película de espías; ¡Esa es la esencia de Splinter Cell!, el motivo que lo hizo único en su día y que sigue presente a día de hoy en ciertos matices, ya que ésa sensación de espionaje se ha difuminado un poco con la inclusión de más escenas de acción en los juegos más recientes de la saga.
No hace falta avanzar mucho en la trama para observar el mimo con el que el juego está hecho: La iluminación es uno de los puntos fuertes de Splinter Cell, ya que debemos movernos entre las sombras para no ser detectado, observando un medidor que nos dice si estamos expuestos a la luz o si nos hallamos bien escondidos. Este grado de calidad gráfica se observa casi al empezar el juego, al pasar por una tubería con rendijas y ver los efectos de luz que hacían estas hendiduras sobre nuestro personaje. Simplemente espectacular.
Tampoco se descuidaron creando la iluminación con la visión térmica y nocturna, proporcionando una calidad gráfica que fue aclamado en todos los medios. La única pega que podríamos poner en este apartado son las escenas cinemáticas, las cuales verdaderamente han envejecido bastante mal.
Otro tema aclamado fue la cantidad de movimientos que nuestro espía podía desarrollar: Correr , pasar agachado, hacer rápel, interrogar a los enemigos, apagar interruptores, tirar una botella al suelo para despistar a nuestros adversarios…, incluso escalar en mitad de un pasillo para realizar una ejecución bastante similar a las que realizaba Van-Damme en sus películas. A día de hoy sigue siendo un control bastante depurado con el que no tendremos problema en controlar, a excepción del salto en la pared, el cual me parece bastante mal implementado y que no hace justicia con el resto de movimientos. Todas estas animaciones, junto con unos escenarios bien pensados, consiguen que seas capaz de pasarte una misión de muchas maneras y todas aptas, a excepción de la fuerza bruta, ya que Sam no es un experto tirador ni necesita serlo.
Otro punto negativo que tenía el juego era que a veces no sabías muy bien por dónde continuaba la pantalla (muy al estilo Tomb Raider), ya que a veces te obligaba a meterte por tuberías semi-escondidas o a realizar saltos en la pared que en principio parecen no seguir el camino lógico de la ruta.
En el apartado sonoro Splinter Cell no se queda atrás y ofrece doblaje en castellano con una calidad bastante alta poco habitual en la generación pasada y es algo que sólo se lo podían permitir las grandes obras; escuchar como el general Lambert te habla a través del pinganillo que tienes en la oreja es vital para entender la trama y nos ayuda a superar las misiones. Los efectos de sonido tampoco deslucían, y se puede apreciar la diferencia sonora de los pasos de Sam dependiendo de si pisas en tierra, madera, cemento…, también si vas corriendo o agachado. De hecho, tendrás que tener en cuenta el sonido para escuchar bombas adheridas en los muros o si un enemigo que se acerca a tu posición.
Si tienes un sistema de sonido 5.1, no dudes en conectarlo para poder apreciarlo de la mejor forma posible.
En conclusión, Splinter Cell es un juegazo que deberías jugar al menos para disfrutar de los orígenes de unos de los espías más famosos de la generación pasada y de la actual. Su capacidad de sigilo puede que no guste a muchos, ya que es un juego pensado para tener paciencia y actuar en el momento justo. Además, el hecho de que los guardias encuentren compañeros noqueados y den la voz de alarma hace que el juego sea un pelín difícil, pero no imposible. Todo esto es la excusa perfecta para retar al jugador y hacerle actuar como un espía de verdad; sumergirte en el universo creado por Tom Clancy y, cómo con, conocer los orígenes de Sam Fisher y su relación con Third Echelon…
Apuntillando la recomendación, si teneis la Xbox y la posibilidad de disfrutar de de Splinter Cell: Chaos Theory y/o Splinter Cell: Pandora´s Tomorrow con un amigo, ¡hacedlo! Seguramente sea una de las experiencias cooperativas más enriquecedoras que tengáis a pantalla partida.
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