Tank Brawl 2: Armor Fury es el sueño de todo aquel que quiera reventar enemigos, casas y vehículos sin que se acabe la munición
Manejar un tanque siempre mola. Su potencia de disparo, robustez y presencia en la batalla son aspectos que siempre llaman la atención. Pero si además del tanque podemos manejar otros vehículos armados como jeeps con torretas, mechas o un lanzamisiles, todo se magnifica. Es la idea que nos trae hoy a la mesa Tank Brawl 2: Armor Fury, un titulo desarrollado por Thunder Cloud Studio y Phung Games que pretender traer diversión directa, ya sea solo o en la mejor de las compañías.
¡A sus puesto, soldado!
Tank Brawl 2: Armor Fury es un título frenético de disparos donde tendremos que sobrepasar una sucesión de zonas llenas de enemigos con una serie de vehículos armados que iremos desbloqueando. Su propuesta arcade le sienta de maravilla, y desde los primeros compases de la aventura todo el mundo sabrá cómo utilizar cada máquina que va obteniendo. Eso si, que sea fácil de controlar no significa que vayamos por un camino de rosas, y tocará sudar en más de una ocasión para sobrepasar cierta fase o vencer cierto enemigo final.
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Prepara tu puesto de mando
Toda la gracia del juego reside en la variedad de máquinas de guerra que vamos encontrando por el camino. Empezaremos a pie, con un personaje experto en el combate cuerpo a cuerpo, aunque enseguida nos haremos con el control del tanque. Este permite una potencia de disparo superior, y pese a su buena maniobrabilidad, no siempre será la mejor opción en según qué situaciones. Veremos que en algunas pantallas encaja mejor la velocidad del jeep, en otras se adapta mejor la distancia de disparo del lanzamisiles y en otras directamente tendremos que ir andando. Un compendio de situaciones muy variadas que hacen que el título nunca caiga en la rutina.
Escudriñamiento de la zona para no dejar nada al aire
Pese a que Tank Brawl 2: Armor Fury es bastante lineal en su desarrollo de aventura, esconde ciertos secretos ávidos de ser encontrados. Sin ir mas lejos, el mecha nos lo encontraremos en un camino secundario. Si nos despistamos un poco, o avanzamos sin explorar el entorno nos perderemos cosas tan importantes como vehículos y mejoras, las cuales nos facilitarán el combate e incluso serán esenciales según qué momento.
No es que estemos ante un juego de rol (ni mucho menos… ) pero sí que hay cierta mejora en los vehículos. No sólo podremos optimizar la cadencia de disparo o daño de los proyectiles, sino que gracias a estos “upgrades” podremos acoplar armas secundarias. De hecho, tendremos la opción de “hacer y deshacer” los cambios para ajustar las máquinas de la manera que mejor se adapte al terreno. No es ninguna tontería. Sin ir más lejos, hay un jefe final que nos dispara misiles, y la única manera de vencerlo es repeler sus proyectiles con el lanzallamas que tendremos como arma opcional en el tanque o el vehículo lanzamisiles.
Uno para todos, y todos para uno
Si nos parece muy difícil, o si se nos ha hecho corta la aventura principal en solitario (no llega a las dos horas) siempre podremos disfrutar Tank Brawl 2: Armor Fury en compañía. Hasta cuatro jugadores podrán dar matarile al adversario, en una locura de cooperativo local y online que nos entretendrá unas buenas tardes. Es más, a veces el título parece pensado para ese fin, y en ciertos momentos de la aventura se echa en falta un camarada para salir del paso de los problemas y enfrentamientos que nos deparan. En mi caso personal, me pasé el último jefe final gracias a un bug. Si no, no hay manera de matarlo jugando sólo.
Gira el mundo gira en el espacio infinito…
En cuanto a su apartado visual, no estamos ante un juego que saque a relucir todo el potencial de nuestra consola, pero lo que hace, lo hace bien. Todo tiene un estilo muy colorido, “cartoon”, que le sienta genial. Pese a que no hay pantallas como tal, sino que es una misma escena que va avanzando, vemos transiciones y cambios de escenario. Igual estamos en un desierto, como en lodazales de barro, por las vías de un tren o navegando por el mar gracias a una lancha armada hasta los dientes. Y lo más importante, todo fluido y sin parones, aspecto a agradecer con tanto enemigo, bala y partícula en pantalla.
Hay una cualidad que el propio Tank Brawl 2: Armor Fury presume desde el primer minuto, y que no termina de despuntar como debiera. La destrucción del escenario es total (bueno… salvo alguna estructura enemiga) y no habrá barricada o edificio que resista nuestras embestidas. Aunque en el tutorial si que se aprecia muy bien esa característica y vemos la funcionalidad de destrozar un edificio para atravesar una zona aparentemente imposible, luego en la práctica no volvemos a ponerla en uso.
Conclusión de Tank Brawl 2: Armor Fury
Sin querer renovar el género, Tank Brawl 2: Armor Fury nos ofrece un puñado de horas la mar de entretenidas arrasando con los rivales con una serie de maquinaria bélica de lo más particular. Tanques, mechas, lanzamisiles y lanchas cargadas hasta arriba de armamento se dan la cita para ofrecer un espectáculo de balas y explosiones. Pese a que en solitario se disfruta muy bien, se nota que el juego está pensado para jugarlo en compañía gracias a su cooperativo hasta cuatro jugadores. Sin duda, una alternativa interesante para disfrutar con los colegas si tenemos una tarde aburrida por delante.
Agradecemos al estudio el código facilitado para poder realizar esta review. Si estás interesado en el título, podéis adquirirlo en la Store oficial de Xbox pinchando aquí.
Tank Brawl 2: Armor Fury
14.99€
Pros
- Dificil pero no frustrante
- Vehículos muy distintos entre sí
- Ese coop a cuatro le da la vida
Cons
- La destrucción del escenario es anecdótica
- En Single-player pierde fuelle
- Dura poco... y eso hace que no exprimamos bien todos los vehículos
