Syberia: The World Before nos conecta con el presente y el pasado para descifrar la verdad que conecta a ambas protagonistas

Los amantes de las aventuras gráficas seguramente recuerden con anhelo la bonita aventura que vivimos con el lanzamiento de Syberia. Su calidad gráfica (por aquella época), la vuelta al genero del point’n click que había quedado en desuso y unos puzles bien elaborados eran motivos para retomar con ganas este género. Pero si además incluíamos todo un lore muy trabajado creado por el difunto Benoit Sokal, todo cobraba un tono distinto, casi mágico. Pues bien, ese viaje de ensueño que realizamos no llegó a su última parada, pero ahora es momento de rendir cuentas gracias a Syberia: The World Before, donde se le da el punto y final a las aventuras de Kate Walker.

Heroínas con alma y corazón

Microids junto con Koalabs son los encargados de poner la guinda al pastel que se gestó hace la friolera de 20 años. Dos décadas donde hemos visto cambiar las tendencias de los videojuegos y que también experimentaremos en Syberia: The World Before. Aparte de abandonar el género de procedencia y adentrarse en un estilo más directo, vamos a notar que la vulnerabilidad de los personajes, sus miedos y dudas afloran con cada decisión. Al igual que sucedió con Lara Croft en su última trilogía de Tomb Raider, Kate Walker dejará su coraje y optimismo a un lado para mostrar su lado más humano y sensible.

El protagonismo de esta obra recaerá en dos protagonistas que viven en épocas distintas, pero que tienen varios puntos en común. En la época más actual tendremos a la misma Kate Walker, quien después de unos acontecimientos un tanto traumáticos, se aferra a un dibujo para conocer la verdad que hay detrás de ese papel. Por otro lado, controlaremos a Dana Roze, una pianista vaguerana que no tendrá una vida fácil debido a la discriminación recibida por los Fascistas de la Sombra Marrón.

Conoce las invenciones de Hans Voralberg

Aunque al principio parecerá que no hay una conexión entre ambas mujeres, poco a poco iremos atando cabos y veremos que su destino está hilado. De hecho, aunque no sea la tónica habitual que encontraremos en el juego, habrá momentos donde alternaremos a ambas heroínas (y en consecuencia, ambas épocas) para resolver ciertos rompecabezas.

Sea la época que sea, todo el universo de Syberia: The World Before está repleto de autómatas, la base principal en la que se cimenta toda la franquicia. En esta ocasión cobra especial importancia, ya que son los momentos de puzles que tendremos en todo el juego. Que si activar mecanismos, introducir llaves, resolver pequeños rompecabezas con piezas… Resulta muy entretenido darle vueltas a cada invención de Voralberg y descubrir su funcionamiento. Y más aún con las capacidades gráficas que hay a día de hoy.

Eso sí, no esperéis desafíos muy complicados. Al menos, no tan complicados como en las primeras entregas. Como he comentado anteriormente, Syberia: The World Before hace especialmente hincapié en la historia, rebajando la dificultad en los rompecabezas o incluso reduciendo el tiempo de exploración por el entorno. Supongo que son las tendencias actuales, y aunque al principio echaba en falta esas mecánicas a las que estaba acostumbrado con la saga, una vez que conectas con la trama y te metes en su narrativa, todo recuerdo pasado queda relegado a las nuevas bases jugables.

Hablando se entiende la gente

Las conversaciones también han sufrido “recortes”. Rara vez tendremos más de tres opciones en pantalla cuando estemos dialogando con otras personas. En su lugar todo es más cinematográfico, con planos concretos y momentos de introspección que nos pueden recordar a otras propuestas parecidas como Life is Strange. Tampoco esperéis cambios con las tomas de decisiones que hagamos. La historia, para bien y para mal, está muy encorsetada y seguirá el ritmo que tiene impuesto. Todo ello en un doblaje en inglés (para nada malo) aunque con textos bien traducidos a nuestro idioma gracias a la gran labor de Ramón Méndez, Alba Calvo y Juan Ramón Acedo.

Si tengo que sacar alguna cosa mala de Syberia: The World Before, precisamente es esa accesibilidad tan llana. El estudio ha querido hacer en esta última entrega algo más mainstream, para alcanzar un mayor abanico de usuarios. Y para alcanzar esa meta, su dificultad y todo aquello que vimos en las primeras entregas se ha diluido considerablemente. De hecho, no hace falta haber jugado a las anteriores iteraciones para entender este juego. Incluso si vamos más allá, hasta la historia, pese a ser entretenida, esta cogida un poco “con calzador” para que todo cuadre correctamente. Pero bueno, si no buscamos los tres pies al gato y simplemente queremos una aventura para desconectar, entonces estamos ante el título propicio.

Verguen, paraíso de vacaciones

Por suerte para todos, ese “sacrificio” de mecánicas jugables ha dado paso a un lavado de cara que le sienta de maravilla a la saga. Vamos a contemplar unos parajes que se alejan de la estepa nevada para dar paso a bosques florecientes y pueblos europeos llenos de colorido. Todos los escenarios lucen de maravilla, y da gusto recorrer las localizaciones y pararse a contemplar los detalles. Además, Syberia: The World Before se centra mucho en el arte y las pinturas, así que en ese aspecto todo tiene un cuidado exhaustivo para que nada chirríe.

Donde a lo mejor vemos algún aspecto algo más artificial es en las expresiones tanto de Kate como de Dana. En según que planos o situaciones las caras no están lo suficientemente trabajadas, pero bueno, son momentos puntuales y no entorpecen el curso de la historia. Lo que si entorpece son los objetos en medio del escenarios que pararán en seco la trayectoria de nuestro personaje. Ya sabéis, la típica mesa que como la roces ya bloquea el paso y tendremos que “bordearla” un poquito más poder pasar.

Conclusión de Syberia: The World Before

Microids y Koalabs nos proponen seguir las aventuras de Kate Walker por parajes de lo más cautivadores en la última entrega a título póstumo diseñada por Benoit Sokal. En esta ocasión, además de controlar a la protagonista de las anteriores iteraciones, controlaremos a la pianista Dana Roze, en una historia que conectará ambas vidas por motivos que se irán desentramando a medida que avancemos.

Olvidaros de cualquier mecánica point´n click que vimos en los comienzos de la saga. En esta ocasión, se prescinde de esas bases jugables (y la dificultad que ello conllevaba) para ofrecer una historia mucho más directa y concisa. Habrá rompecabezas, sin duda, pero con un diseño y dificultad adaptados para todo tipo de jugador. Ya seas fiel seguidor de esta grandiosa saga, o nuevo en estas lindes, la magia que desprende Syberia: The World Before seguro que te atrapará de principio a fin. ¡Coge el tren antes de que se escape!

Agradecemos a Meridiem Games la clave para poder analizar el juego. Si queréis adquirir la edición física de Syberia: The World Before no dudéis en acudir a vuestra tienda especializada de videojuegos favorita.

Syberia: The World Before

49.99€
8

Nota Final

8.0/10

Pros

  • Historia fluida y directa
  • Protagonistas con trasfondo e interesantes
  • Los puzles que hay son agradables de resolver

Cons

  • Se ha perdido cualquier resquicio de point´n click
  • La dificultad es inapreciable

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