Los cristales de Stranger of Paradise irradian un brillo diferente

Cuando una saga consagrada se mete en mecánicas que no son las suyas habituales, lo mínimo que se crea es cierto escepticismo. De eso sabe mucho Square Enix, para bien y para mal. A lo largo de la historia reciente hemos visto críticas cuando incluían ciertos elementos que se disociaban del clásico rol por tunos al que nos tenían acostumbrados. Véase el caso de Final Fantasy XIII con un sistema de combate diferente, mucho más dinámico, que levantó polémica en su día. Pero no todos los cambios son malos. También hemos visto alabanzas a las mismas razones por las que antes se criticaba. Y si no, que se lo digan a Final Fantasy XV, donde se prescindía completamente de los turnos para ir a una acción directa y sin contemplaciones. Ahora le toca el turno a Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin, juego que ha levantado ciertas ampollas entre la comunidad y que nosotros resolveremos en este análisis. ¿Estará a la altura?

El final de una fantasía

Stranger of Paradise poco o nada tiene que ver con la serie de la que proviene. En muchos sentidos. Nos encontramos con una propuesta distinta, enfocada a la acción directa y que bebe de otras sagas importantes como son Dark Souls y Monster Hunter. Por supuesto, hay elementos que nos recuerdan a Final Fantasy, pero de manera tangencial. En nuestro camino encontraremos monstruos sacados del glosario de enemigos típicos de pasadas iteraciones, personajes conocidos por los fans, fragmentos musicales bien conocidos y cómo no, los cristales de poder.

En esta ocasión, el peso de la trama recae sobre un grupo de guerreros liderado por Jack, el único protagonista al que podemos controlar. Su misión es muy sencilla, y se basa en erradicar a Caos, un ser ancestral que está avanzando por el mundo trayendo consigo nada más que muerte y destrucción. Su paradero es desconocido (incluso su propia existencia es un misterio), por lo que Jack y sus camaradas deberán emprender un viaje para dar con su posible identidad. Además de sus dotes de combate, cada miembro del equipo posee un cristal de poder, cuyo uso aún desconocen aunque será de extrema importancia si quieren derrotar al mal que amenaza al reino.

Elige el trabajo que más te guste

El camino hacia la victoria no será nada fácil. Por suerte, contamos con los trabajos, que como en cualquier entrega de Final Fantasy, son especializaciones en una profesión particular. En total, habrá 28 roles distintos, cada uno con sus propias características, virtudes y defectos. Es, bajo mi opinión, lo más divertido que tiene el juego. Ir progresando y subiendo de nivel es completamente satisfactorio y necesario para optar a mejores trabajos. Por poner un ejemplo rápido, si queremos ser paladín, primero tendremos que completar la rama de mago blanco y la de guerrero. Pero claro, para ser mago blanco, previamente debemos completar la rama de brujo.

La muerte acecha en cada esquina

La ejecución de los combates bebe mucho de la saga de From Software, y no lo esconde en ningún momento. Tenemos puntos de control que “resucitarán” a los enemigos caídos, como si fuera una hoguera de cualquier Souls. También habrá pociones a modo de frascos de estus, una barra de aguante a los envites del enemigo y una dificultad que se acusa sobre todo en los combates contra los jefes finales. No son enfrentamientos tan técnicos, ni tan pausados, pero un mínimo de cautela sí que debemos tener para no caer en dos golpes.

Por suerte, morir no pesa tanto. Los puntos de mejora en el trabajo que estamos desempañando permanecerán ahí si mordemos el polvo, y más allá de repetir el mismo tramo, no hay mayor penalización. Además, podremos repetir las fases las veces que hagan falta, consiguiendo un mayor nivel de trabajo, mejoras en el armamento y bonificaciones para reintentar ese enemigo que se nos atraganta.

Ha llegado el chatarrero

Uno de los elementos que no me acaba de convencer es la ingente cantidad de armas y armaduras que iremos encontrando por el camino. Stranger of Paradise en un rol-looter de manual, si me permitís la expresión. Parte de armas y armaduras comunes, poco frecuentes y raras, cada una con su respectivo color identificativo.

Habrá que tener en cuenta otros aspectos como la afinidad con el trabajo que tienen. Cuanta mayor afinidad tengamos, más rápido subiremos de nivel y desbloquearemos otra serie de ventajas beneficiosas. Estos factores hacen que estemos constantemente equipando y volviendo a equipar accesorios tanto a Jack como a nuestros amigos. Y es un rollo, porque hacerlo de manera automática no siempre ofrece el resultado esperado.

Saca filo a tu hoja y a por el enemigo

Por suerte el manejo de las armas es muy intuitivo y fácil de entender. Todo se simplifica con dos botones, y la combinación de éstos nos permitirá realizar los ataques especiales. Está genial que nosotros podamos personalizar los movimientos a nuestro antojo. Según vayamos desbloqueando nuevos ataques, podremos asignarlos a una secuencia de teclas ya predefinidas, aspecto que se agradece para tener siempre a mano el movimiento que más nos guste en todo momento.

Este uso de las armas sí que me recuerda más a Monster Hunter. Aunque son todas buenas, siempre es recomendable llevar alguna de corto alcance y alternar con otra de largo alcance. Habrá de todo: espadones, lanzas pesadas, hachas, katanas y bastones… Al final, irremediablemente nos iremos familiarizando con todas a medida que vayamos cambiando los trabajos, por lo que esta simplificación en los ataques especiales se agradece muchísimo. Por cierto, hablando de Monster Hunter, al igual que el juego de Capcom, podremos reclutar a amigos para que nos echen un cable en combate. Esto resta difiultad por motivos obvios, aunque la diversión se multiplica exponencialmente.

En Stranger of Paradise luchan por y para ti

Como veis, un juego de blancos y negros en cuanto a concepto. Cuesta bastante entrar al principio, a mí el primero. Uno espera algo parecido a Final Fantasy, pero lo que nos encontramos es un título que tira por la borda cualquier resquicio de mecánicas jugables conocidas por aportar una nueva forma de afrontar los combates. Y bueno, aunque son enfrentamientos intensos, distan mucho de lo visto en títulos parecidos. La inteligencia artificial de los rivales brilla por su ausencia, y si queremos, muchos combates podremos ganarlos simplemente dejando que nuestros camaradas aticen de manera indiscriminada a todo aquello que se mueva. Son como invocaciones de Elden Ring, pero a lo bestia, ya que no sólo distraerán al rival para asestarle un buen racimo de espadazos, sino que le harán mucho daño si encadenan un buen combo.

¿Estos picos hacen daño?

Llegados a este punto, toca tratar el tema más flagrante que tiene Stranger of Paradise, y se trata de su aspecto visual. No entiendo cómo un juego de esta saga lanzado en 2022 se ve peor que Final Fantasy XIII, lanzado en 2009. Y lo digo en serio, no es una exageración. Las expresiones de los protagonistas, ausentes. La definición de plantas, decorado y enemigos, borrosa. La saturación cuando hay colores vivos o el contraste en algunos momentos, preocupante. Tuve que mirar gameplays de otras personas para ver si era un fallo en mi configuración o de verdad se veía así de mal. Y mi configuración está correcta.

Lo he comentado antes y lo vuelvo a recalcar, le pesa mucho al juego el apellido de “Final Fantasy Origin”. Todos hemos sido testigos del encomiable trabajo en el aspecto visual de cada una de las entregas que Square-Enix ha ido lanzando a lo largo de estos años, y nadie puede dudar ni discrepar de la buena labor artística que hay detrás. Hasta hoy. Al final a todo uno se acostumbra, pero hay que mentalizarse de la bajada palpable que existe. Ah, y aunque sea vea un poco peor, en Series X hay modo rendimiento que penaliza un poco el acabado gráfico en pos de ofrecer 60 fps. Jugad así, por favor.

Conclusión de Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin

Que una compañía quiera lanzar un producto diferente que rompa los esquemas vistos por las entregas “canónicas” es algo que hemos visto cientos de veces. No es malo, y en ocasiones ese soplo de viento fresco es hasta beneficioso para mantener viva la llama de una saga y que la gente no se olvide de ella. Pero todo poder conlleva una responsabilidad, y con Final Fantasy estamos hablando de palabras mayores.

Aunque Stranger of Paradise bebe directamente de otros estilos que están muy vistos, tiene elementos rompedores que hacen que la experiencia sea agradable. A mí que no me gustan las gestiones, ni parar la acción en pos de mejorar a los personajes, me he visto absorto y envuelto en todo lo que el título puede ofrecer. El sistema de trabajos está muy bien traído, y ese factor nos obligará a desenvolvernos bien con todo tipo de armas y equipamientos si queremos mejorar a nuestro protagonista. Jugada inteligente y bien llevada, lo digo en serio.

Donde el título verdaderamente patina es en su apartado técnico y visual. Primero, sólo podremos manejar a Jack. Esto hace que el resto del equipo sean nuestros “matones a sueldo”, sin apenas control sobre ellos y que estarán allí como mero acompañamiento todo el rato. Si a eso le sumamos una IA enemiga justita, pues no hay mucho donde rascar. Pero lo pero es su aspecto gráfico. El título se ve mal, sin definición, con escenarios sin carisma, al igual que los personajes. Aquí es donde debería brillar como un verdadero Final Fantasy, y no lo consigue ni de lejos.

Si sabemos perdonar estos pequeños lastres, sin duda disfrutaremos de un juego que cualquier amante de Dark Souls, Monster Hunter o de los shooter-looter sabrán apreciar (aunque el título no llegue a las referencias citadas, por supuesto). Strangers of Paradise entretiene, embriaga y “pica” a conseguir mayor poder para tu personaje. No será el juego perfecto, pero tampoco es tan malo como algunos han dado a entender.

stranger of Paradise: Final Fantasy Origin

59.99 €
7

Nota Final

7.0/10

Pros

  • el sistema de trabajos funciona muy bien
  • Desafiante e intenso
  • Tiene opción cooperativa

Cons

  • no podemos controlar a nuestros compañeros
  • Gráficamente no da la talla
  • A veces tantos accesorios, armas y armaduras abruman

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.