Análisis de Steelrising para Xbox Series X.

Allá por el año 2009, un tal Hidetaka Miyazaki, revolucionaba el género de los RPG de acción dirigiendo Demon’s Souls. Un título cuyos pilares fundamentales eran la altísima dificultad y su narración ambiental. Dos años más tarde, nos llegaba del mismo autor Dark Souls, la primera entrega de la conocidísima saga de From Software. Estos dos juegos han conseguido instaurar un género propio en la industria, conocido como soulslike. Con el paso del tiempo, se han sucedido los intentos de recrear la fórmula souls con mejores o peores resultados. Algunos ejemplos de ello son títulos como Lords of the Fallen, Mortal Shell, Thymesia o el más actual, Steelrising.

Steelrising es el nuevo videojuego del estudio francés Spiders junto con la distribuidora Nacon. Mientras la segunda entrega de GreedFall sigue en desarrollo, los galos han optado esta vez por llegar a los fans de los juegos “tipo souls”. Finalmente, el resultado se ha quedado en un RPG de acción que, aunque tiene buenas ideas, se queda a las puertas de las obras del gigante From Software.

Liberté, Égalité, Fraternité

Lo primero que me gustaría destacar de Steelrising es su original propuesta, alejada del misticismo y la fantasía que tanto se ha explotado en el género. Aquí no encontraremos dragones, ni hechiceros oscuros, ni criaturas corruptas. En esta ocasión se ha apostado por los robots.

La historia nos sitúa en una versión alternativa de París donde el rey Luis XVI controla una legión de robots sanguinarios. Con el trasfondo de la Revolución Francesa de fondo, nos pondremos en la piel (o, mejor dicho, en los engranajes) de Aegis. Esta es una ágil autómata creada por la reina para ser su guardaespaldas. Pero en esta ocasión, su misión será salir de palacio para hacer enfrentarse a estas máquinas equipada con un buen arsenal de armas. Salvar al pueblo y guiarle a la libertad depende de nuestras manos.

En nuestra aventura nos encontraremos con personajes históricos y nos sumergiremos en una trama de conspiraciones e intrigas sociales y palaciegas. En general, tendremos una historia divertida, amena y más fácil de digerir que las enrevesadas tramas de otros juegos similares. Aunque esto no quiere decir que no encontremos unas cuantas notas por el camino que expliquen y aporten más información sobre el lore.

Personaliza tu forma de luchar en Steelrising

Respecto al apartado jugable, la obra de Spiders tiene todos y cada uno de los aspectos típicos de los souls (a excepción del multijugador). Tras pasar por un sencillo menú de personalización, empezaremos a crear una clase para nuestro autómata. Podremos elegir si Aegis será guardaespaldas, soldado, bailarina o alquimista. Estas cuatro clases se corresponderían con las builds típicas de guerrero pesado o bárbaro (mucha vida y poca resistencia), caballero (stats equilibradas), rogue o pícaro (bajo nivel de vida y mucha resistencia) y mago o hechicero (niveles normales y daño elemental aumentado). No obstante, durante el juego, podremos construir o modificar nuestra build de personaje según nos convenga. Para ello usaremos “almaspara subir niveles en puntos de control o vestales.

Steelrising clases

El combate también sigue la estela de los juegos de Miyazaki, aunque en Steelrising es todo más amable. En primer lugar, porque tendremos la opción de activar un modo de asistencia para modificar los niveles de dificultad. Cabe destacar que, si tomamos esta elección, no podremos desbloquear ciertos logros a no ser que empecemos una partida con la opción desactivada.

Manten tus sistemas refrigerados

Los enfrentamientos contra enemigos tampoco tienen nada nuevo. Steelrising se controla de manera similar al resto de juegos del género: ataque débil y fuerte, ataque en sigilo, un paso rápido para evadir ataques, consumibles de salud (que en este caso son botellas de aceite), barra de vida y barra de resistencia. Aunque aquí también se ha añadido el factor de enfriamiento. Este hará que podamos refrigerar los sistemas de Aegis cuando se quede sin resistencia. Pulsar la X en el momento indicado hará que recuperemos parte de la barra para poder seguir atacando o esquivando. Aunque también tendrá sus costes, pues utilizar mucho este recurso hará que nuestro cuerpo se congele algunas veces. Saber manejar la refrigeración será la clave para destruir grandes jefes en poco tiempo.

Respecto a las armas, también tendrán un ataque especial, que variará entre un parry, un bloqueo o una andanada de espadazos, entre otros. Pero en este título, además tendremos la opción de saltar. Esta mecánica, unida a un gancho que desbloquearemos avanzada la historia, dotan al juego de cierta verticalidad y plataformeo que lo hacen muy interesante.

Steelrising combate

Aunque sin duda, lo que más me ha gustado han sido la variedad que Aegis puede empuñar. Tendremos la opción de llevar dos al mismo tiempo. El catálogo abarca desde mazas pesadas a largas picas para atacar desde más distancia, pasando por espadas cortas y largas, una rueda enorme con sierras o pistolas y trabucos que hacen daño elemental a los enemigos desde lejos. Todas ellas se podrán mejorar. Su combinación hará que podamos construir builds únicas. Si a esto le sumamos que algunas de estas piezas de armamento producen efectos de estados alterados en los enemigos como hielo, fuego o electricidad, podremos realizar combos muy rotos.

Mecanismos que necesitan un cambio de aceite

Es una verdadera lástima que en muchos casos la IA y el diseño de los jefes o los mini jefes no sea perfecta. Es fácil esquivarlos, darles de lado o encontrar sus puntos flacos. De hecho, en la mayoría de los casos se puede spamear la clásica técnica de los souls de fijar objetivo, rodear al adversario, hacer que falle el golpe y luego atacar.

El sistema de agarres y saltos también necesita un pulido. Parte de este problema es la cámara, que en muchas ocasiones entorpece la visión. Pero en otras ocasiones, por conveniencias del juego, no llegaremos a subirnos a salientes en los que claramente deberíamos poder agarrarnos tanto por altura como por lógica del escenario. Esto es algo que me ha frustrado bastante y entorpece mucho el fluir natural por las calles, jardines, muelles y áreas del juego. Sobre todo, en algunas fases en las que esto es esencial para avanzar.

Instalando actualizaciones. Espere, por favor

Otra mecánica bastante interesante que tiene Steelrising son los módulos. Al inicio del juego, Aegis tendrá cuatro ranuras para instalarlos (aunque tres de ellas estarán cerradas los primeros momentos). Para abrirlas necesitaremos unas llaves específicas que se conseguirán completando misiones o derrotando a algunos jefes finales.

Steelrising módulos

En cada hueco se podrá colocar un módulo, que es algo parecido a los talismanes de un souls. Estos modificarán algunas stats de nuestra autómata o mejorarán ciertos aspectos del combate. Recolectar nuevos módulos de mayor nivel y hacer combinaciones servirá para afrontar mejor algunas peleas o enemigos más duros. Eso sí, cuanto mayor sea el nivel de un módulo, más llaves necesitaremos para hacer espacio en las ranuras.

París, la Ciudad de la Luz y las Sombras

Como decía anteriormente, el apartado técnico del juego es lo más llamativo de todo. A pesar de encontrar pequeños bugs sin mucha importancia, la obra de Spiders ofrece un estilo artístico clockpunk combinado con la arquitectura neoclásica. Aegis tiene un aire de muñeca de porcelana robótica muy chulo, además podremos equiparle todo tipo de prendas de la época. Los enemigos básicos son marionetas de metal sin rostro, casi abstractas. Pero, por otro lado, los boses finales tienen diseños neoclasicistas, con rostros de estatuas de piedra, engranajes dorados y armaduras blancas. Un estilo que choca un poco con algunos escenarios que parecen sacados de Bloodborne, con un toque más lúgubre y lovecraftiano.

Steelrising escenarios

No obstante, las calles y localizaciones de París están muy bien conseguidas. Podremos recorrer escenarios históricos como la Explanada de Los Inválidos y los alrededores del palacio. Todos ellos creados pensando en la exploración. El juego cuenta con rutas alternativas y zonas que obligan al backtracking para encontrar secretos o nuevas misiones. Un factor que lo hace muy rejugable. Por supuesto, el diseño de ciertos lugares nos llevará a los clásicos momentos de encerronas de enemigos o emboscadas que más de una vez me han dado un sustillo.

También cabe destacar, como comentaba al principio del análisis, la aparición de grandes figuras como Robespierre, la reina María Antonieta o el Marqués de La Fayette. En el menú de opciones podremos ver su importancia y cómo participaron en el gran suceso histórico que fue la Revolución Francesa. De igual forma, también podremos contemplar retratos reales de cada uno de ellos.

En definitiva

Si vas buscando una experiencia muy desafiante similar a la de obras como Sekiro, Dark Souls o Elden Ring es muy probable que el título de Spiders te decepcione. Pero si lo que quieres es disfrutar de una buena historia, combates medianamente complejos y exploración, estás ante la mejor opción para iniciarte en el género. Steelrising no pretende ser un souls al uso, sino más bien un juego de aventuras con mecánicas de souls. Su jugabilidad y sistema de armas lo hacen lo suficientemente atractivo como para estar con él las aproximadamente 20 horas que dura la trama principal. Además, gracias a los diversos caminos secretos y misiones secundarias podremos retomarlo una vez acabada la campaña. Conviértete en el motor que activará los engranajes de la revolución y salva París del terrorífico reinado de Luis XVI y su ejército de robots.

Steelrising

59,99 €
8

8.0/10

Pros

  • Buena opción para iniciarse en los soulslike
  • Exploración de niveles interesante
  • Historia y ambientación muy originales

Cons

  • Si eres veterano de este tipo de juegos no te llamará mucho la atención
  • El combate necesita pulirse un poco
  • Mecánicamente no arriesga y se limita a imitar a otras grandes obras del género

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