Embárcate en una aventura para escapar de un país totalitario.
Hay que tener mucho valor para anunciar que tu último juego se inspira en obras cinematográficas de tipos como Quentin Tarantino, los Hermanos Coen y Bong Joon-ho. Sabemos que este tipo de “bravuconadas” abre la puerta a un montón de odiosas comparaciones y prácticamente viene a decir que tu producto va a ser nada menos que una obra maestra. Sin embargo, hay algunos desarrolladores que pueden conseguir algo así y DigixArt podría ser uno de ellos, habiendo demostrado su capacidad narrativa con juegos como Valiant Hearts y 11-11: Memories Retold (ambos analizados en Comunidad Xbox). Pero su nuevo juego de aventuras en primera persona, Road 96, les lleva a dejar las trincheras de la Primera Guerra Mundial por paisajes desérticos del tercer mundo en una versión alternativa de 1996.

El argumento de Road 96 es extraño, pero intrigante. Nos encontramos ante un viaje por carretera en el que todo es generado procedimentalmente a través del país ficticio de Petria en los años 90 (basado totalmente en EEUU), en el que juegas como un adolescente que intenta cruzar la frontera. Con miles de carreteras posibles que tomar y un colorido elenco de personajes con los que interactuar, nunca habrá dos viajes iguales. Es un concepto ambicioso que, de alguna manera, el juego cumple con creces. Road 96 es un juego con una gran carga narrativa en el que los personajes y los diálogos son los puntos que más brillan. Así pues, controlaremos a un protagonista mudo que interactúa con los demás y cuyas decisiones afectan al mundo cambiando el resultado de tu historia.
Empezamos desde uno de los muchos puntos de partida posibles, a miles de kilómetros de la frontera de Petria que todo personaje quiere cruzar. Para ello, interactuaremos como decimos con los numerosos personajes, lugares y escenarios del juego, convenciendo a la gente para que te lleve, explorando diferentes áreas y viviendo en primera personas unas cuantas escenas memorables.

Lo más intrigante es que la mayoría de las veces no se tarda demasiado en llegar a la frontera y, con suerte, cruzarla. Probablemente sólo unas horas, menos si te das prisa. Si eliges continuar, vuelves al principio, pero desde un punto muy diferente a miles de kilómetros de la frontera. Tienes que empezar de nuevo, pero te encuentras con algunas caras conocidas por el camino.
Sin embargo, mientras tus personajes se reinician, la línea de tiempo no lo hace y a menudo te encuentras con que las consecuencias de tus acciones anteriores se extienden a la siguiente partida, donde tu nuevo personaje puede ahora interactuar con este mundo heredado. Aunque no todo lo que hacemos tiene un impacto, cada partida contiene un montón de momentos impactantes que tienen consecuencias de gran alcance tanto en esta partida como en la siguiente. Es una pasada ver el resultado de diferentes elecciones pero desde otro lado o ver exactamente cómo reaccionan ciertos personajes.
También hay recompensas por volver a Petria y objetos coleccionables que descubrir. En las siguientes partidas puedes encontrar mejoras que te dan ventaja en aspectos como la apertura de cerraduras, habilidades sociales e incluso las probabilidades en las tiradas de dados, que determinan el resultado de varios encuentros basados en el azar. Aunque hay un montón de zonas diferentes que explorar y descubrir, el valor añadido de las habilidades adicionales significa que cuando vuelvas a descubrir lugares conocidos, tendrás nuevas herramientas para explorar todas las habitaciones y posibilidades.

Los personajes de Road 96 son uno de los mejores puntos del título, ya que cada uno de ellos tiene motivaciones muy bien explicadas y ejecutadas en consonancia con su pensamiento. El panorama político de este país ficticio es especialmente interesante cuando se explora a fondo y se llega a presenciar e influir en algunos acontecimientos realmente importantes, así como a sumergirse en el pasado de muchos de los personajes que se encuentran.
Aunque Petria es un lugar de ficción, hay una profunda influencia americana en todos los aspectos de Road 96. La paleta de colores azules y azules apagados recuerda a la obra de los Hermanos Coen, así como las localizaciones que cobran vida, como los comedores rurales y los parques de caravanas en medio de la nada. Además, la mayoría de los acontecimientos del juego conducen a unas elecciones políticas cruciales y la mayoría de las motivaciones de los personajes giran en torno a ellas.

Uno de los aspectos más negativos de Road 96 es sin duda su apartado técnico, presentando diseños de personajes sacados de un juego de una o dos generaciones anteriores, animaciones rígidas y alguna que otra textura fallona. El título está totalmente optimizado para Xbox Series X|S, aunque como si no lo estuviera, ya que no notamos mucha mejora. Es cierto que esto se compensa con un apartado artístico muy bueno, sobre todo referente a los escenarios y la gran variedad de ellos. Mencionar también el gran diseño de audio general y en la banda sonora. Se trata de una experiencia muy cinematográfica y los desarrolladores se han esforzado al máximo para que se sienta como tal. El juego cuenta con un buen doblaje en inglés (subtítulos en perfecto castellano) y una banda sonora realmente maravillosa que nos da esa sensación de viaje por carretera del título.
En definitiva, Road 96 es un juego ambicioso que, de alguna manera, consigue cumplir su promesa con una historia muy bien narrada, contada brillantemente desde muchos ángulos diferentes, y su singular enfoque procedimental. Tanto los fantásticos personajes que se presentan como las habilidades desbloqueables hacen que siempre quieras volver a jugar una vez más después de finalizar tu primera partida en alrededor de unas 6-8 horas.