Los parajes fantasiosos de Little Orpheus seguro que te sacan más de una sonrisa

Hay gente que hace cualquier cosa con tal de salirse con la suya. Ocultar información, confesar sus fechorías, escurrir el bulto o contar la verdad. Un poco de todo es lo que encontramos en Little Orpheus, el último trabajo de Secret Mode y The Chinese Room. Un título de plataformas donde al final lo de menos son los saltos, y lo demás con los mundos que visitaremos mientras contamos nuestra historia. Eso sí, más vale que la contemos bien, porque nuestra vida está en juego.

Cuéntanos que te pasó, tovarish

Ivan Ivanovich la ha liado parda. El ejército soviético le mandó una misión que consistía en bajar a las profundidades de la Tierra para explorar e investigar lo que allí puede haber, pero por desgracia, nuestro protagonista se pierde durante tres largos años. A él le encuentran, aunque el ejército rojo está más interesado en recuperar la bomba atómica que utilizaba Little Orpheus para funcionar. ¿Traición? ¿Insubordinación? Da igual, la cosa es que sus camaradas quieren que confiese el paradero de la bomba, o si no Ivan será ejecutado en ese mismo instante.

Este será el pretexto y excusa para visitar los hermosos mundos que encontraremos en este juego. A través de un formato televisivo, como si fuera una serie de los años´80, viviremos las aventuras y desventuras de Ivan por mundos completamente fantásticos. Desde junglas jurásicas, desiertos donde se para el tiempo, profundidades marinas o el mismo espacio será nuestro lugar de aventuras.

Ni pistola, ni hoz ni martillo

Nuestras acciones serán muy limitadas. Podremos saltar, empujar algún bloque que otro para resolver puzles sencillos y superar algún QTE espontáneo que tienen cita en las fases. También habrá momentos con persecuciones o incluso partes con sigilo, aunque todas se resuelven de la misma manera. Al menos cada mundo tiene sus propias características que hacen que las mecánicas difieran un poco entre sí. Aun así, no me cabe la menor duda de que Little Orpheus es un juego pensado para jugarlo en un ambiente familiar, o apto para jugadores que empiezan en el mundillo de las consolas.

Ojo, que alguien ya experto en saltos lo puede jugar también. Es cierto que se trata de un paseíto, pero los mundos tan exóticos que visitaremos (y tan bien diseñados), y todo el humor que destila el juego nos harán permanecer pegados durante las 3 horas largas que nos puede durar. Mención especial a nuestro escéptico general, cuyos comentarios acerca de nuestra historia levantarán más de una sonrisa. el humor es impecable, o al menos a mí me lo ha parecido.

En busca de la verdad

Para aquellos que quieran exprimir un poquito más Little Orpheus, existe un modo extra donde tendremos que encontrar por el escenario varios orbes escondidos. Tampoco es que suba la dificultad drásticamente, pero nos tendrá muy entretenidos observando todos los rincones de cada fase. Además, encontrar estos orbes tiene premio, ya que según los vayamos encontrando podremos ir desbloqueando nuevos atuendos para nuestro protagonista y grabaciones perdidas de Ivan Ivanovich.

Los T-Rex existen

Si bien en general las mecánicas jugables pueden resultar sencillas, no puedo decir lo mismo de su apartado visual. The Chinese Room ha hecho un trabajo espléndido con su juego. Si son nueve episodios, entonces tendremos nueve cambios de registro. Y a cada cual mejor. Todos tienen sus particularidades, su puesta en escena con los fondos animados y cuando acabas un nivel sientes una enorme curiosidad por conocer qué nuevo mundo vas a visitar.

Y donde se lleva la palma, es en su apartado sonoro. Ya no sólo porque sus diálogos son exquisitos (de verdad os digo, os vais a reír), sino por su banda sonora. Jessica Curry ha sido la culpable de la música que sirve como entradilla en cada episodio, y de las melodías intensas que nos acompañarán en aquellos momentos de persecución. Al final incluso se te quedará la melodía principal de lo pegadiza que es.

Conclusión de Little Orpheus

Aunque la propuesta de Secret Mode y The Chinese Room está enfocada a un público más casual por su nivel de dificultad, en verdad cualquiera podrá disfrutar de Little Orpheus por varios motivos. Primero, porque los mundos que visitamos embelesan por lo maravillosos que son. Segundo, por el humor que destila el juego con sus conversaciones. Y tercero, porque tendremos que terminar una historia llena de fantasía para que Ivan Ivanovich no acabe con una sentencia de muerte. Y aunque echemos en falta algo más de complejidad en los puzles y situaciones que encontraremos, el apartado audiovisual nos tendrá pegados a esta “serie de televisión” hasta que la completemos.

Little Orpheus

12.99€
7.5

Nota Final

7.5/10

Pros

  • Cada mundo es una maravilla audiovisual
  • Humor muy bueno
  • Apto para toda la familia

Cons

  • Falta algo más de variedad y complejidad en los puzles
  • El epílogo me sobra...
  • A veces el protagonista se queda "atascado" con los saltos

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