Los conflictos librados en Isonzo tuvieron relevancia histórica, y en este juego seremos testigos en primera persona

Aunque la Primera Guerra Mundial tuvo muchos frentes abiertos, hubo zonas donde las refriegas fueron menos conocidas. Lugares olvidados donde de manera directa e indirecta influían en el devenir de la guerra, y donde hombres de ambos bandos dejaban su vida para defender los objetivos. En esta ocasión, el protagonista del juego que hoy analizamos es un río. Exactamente, el río Isonzo, donde se libraron doce batallas donde más de 300.000 soldados del frente italiano y de las fuerzas austro-húngaras perdieron la vida. ¿Preparados para conocer de primera mano los hechos que allí ocurrieron?

¡Avanti Savoia!

Quienes hayan jugado a propuestas similares como Verdun o Tannenberg encontrarán rápidamente similitudes. Y no es para menos, ya que son M2H y Blackmill Games los encargados de desarrollar esta nueva entrega, aunque aportando nuevas características que hacen de Isonzo algo distinto sin perder el rigor histórico. Seguiremos teniendo batallas multitudinarias, encarnizadas, largas y con varias maneras de afrontarlas. Todas ellas en escenarios muy amplios y con un marcado componente vertical que disfrutaremos en aquellas luchas localizadas en los Alpes italianos.

Al igual que en las entregas anteriores, estamos ante un shooter centrado completamente en el multijugador online. A día de hoy sólo existe un único modo de juego basado en los enfrentamientos multitudinarios entre dos equipos. Y como sucede en títulos que juegan en la misma liga como puede ser Battlefield, realizar las incursiones compartiendo escuadra con amigos hará que la experiencia sea el doble de divertida e inmersiva.

Preparado para la batalla

Al contrario que otras propuestas parecidas, cabe recalcar que Isonzo es muy polivalente. Podemos afrontar la batalla de la manera que nosotros queramos, e incluso adaptar la exigencia en combate según nuestras habilidades en el campo de batalla. Desde ser un soldado raso que “va por libre”, a jugar en escuadra con otros amigos, o incluso ser un general que asista en el campo de batalla con acciones y despliegues de artillería. Es por eso que el título tiende la mano a gente experta en la materia y a usuarios que nunca se han enfrentado a un juego e esta envergadura.

Al comenzar, aparte de escoger entre el bando italiano o austro-húngaro, podremos seleccionar la clase que más nos guste. Tendremos desde la clase fusilero (que será la más común), hasta especializarnos en la exploración del entorno con el montañero o ser el encargado de crear pequeñas barricadas con el ingeniero. Esto hace que cada usuario juegue de la manera que mejor le convenga, usando diferentes estrategias en el campo de batalla y utilizando los recursos que tiene el rol seleccionado.

Con paciencia y buen tino

Los escenarios también ayudan a que haya variedad en cada partida. Ya no sólo es que podamos acceder a los objetivos por diferentes vías, sino que el mismo escenario se compone de varios biomas según por donde estemos. Podemos empezar una fase con un asedio a la cima de un valle enemigo, llegar por los bosques hasta una población pequeña y allí acabar conquistando el edificio principal mientras accedemos por las vías del tren. En ese aspecto Isonzo juega muy bien sus cartas, y pese a que repitamos pantalla, el devenir y manera estratégica de plantear las situaciones pueden variar mucho.

Eso sí, pese a lo “trepidante” que puede sonar todo dicho así de palabra, el ritmo del juego es lento. Y ojo, que lento no significa malo. No engaño a nadie si os digo que una partida fácilmente puede durar 45 minutos. Isonzo hay que tomárselo con calma, planeando cada incursión, parándose a observar, a localizar al enemigo desde lejos… Es una tarea que puede resultar pesada para quienes busquen un shooter más frenético, pero si le pillas el ritmo lo puedes disfrutar igual.

Ayuda en tierra y desde el aire

Todo ese “tempo” tranquilo se debe a la faceta realística que el propio juego quiere aportar. Si somos el equipo atacante, tendremos 300 unidades de infantería para gastar en los intentos de asedio y control de zonas. Si somos defensores, pues no nos quedará otra que resistir el empuje del enemigo hasta acabar con sus unidades. Un tira y afloja constante e intenso donde adaptar nuevas estrategias, utilizar varios recursos y por supuesto, colaborar en equipo serán el pan nuestro de cada día.

El único aspecto relevante que falla en todo el tema de las refriegas de Isonzo son con los vehículos de combate. Podremos apostarnos en búnkers con ametralladoras pesadas, usar morteros y armamento de este calibre… pero no hay vehículos. O sí los hay, pero no controlables. Podremos encargar que bombardeen una zona en concreto, o que usen gas mostaza en un área particular, pero poco más.

La guerra de las trincheras

Entrando de lleno en su apuesta visual, Isonzo sigue la línea marcada por Verdun y Tannenberg. Por desgracia, eso no es bueno. Es cierto que de forma generalizada todo se ve bien, con escenarios muy coloridos y con mucho movimiento en pantalla. Incluso en los momentos con gas por medio son agobiantes, con la máscara antigás equipada y ese enmudecimiento del ruido al llevarla puesta. Pero es en los detalles donde más se aprecian los defectos. Las animaciones de los soldados son un poco toscas, tanto las nuestras como las del rival, y esto en los enfrentamientos cara a cara se nota muy artificial.

Apunten al desertor

También hay fallos en la distancia de dibujado, con elementos en pantalla (soldados incluidos) que aparecen y desaparecen por arte de magia. Pero para mí, lo peor es el “cambio de resoluciones” (por llamarlo de alguna manera) que encontramos cuando apuntamos a largas distancias. Me explico: Isonzo es un juego donde los francotiradores en muy pocas ocasiones tienen aumento en la mirilla, y todo se basa en la mira de hierro de su arma. Me ha pasado en varias ocasiones que al apuntar a lo lejos, la resolución del escenario fluctúa, haciendo barridos intermitentes que modifican la textura a la que estamos apuntando. Pues bien… cuando tienes que apuntar a un “puntito” a lo lejos (lo que viene ser la cabeza del enemigo) esas variaciones pueden acabar siendo muy molestas y condicionar el combate.

Salvo por esos detalles, el resto se comporta de una manera correcta. Vuelvo a insistir en el realismo. No esperéis un auto-apuntado, ni una agilidad con las armas muy vertiginosa. Se tarda en apuntar, y si fallamos un disparo, lo más seguro es que seamos carne de cañón para el adversario. Si a ese englobe general le añadimos un apartado sonoro a la altura, al final el juego consigue meterte en la acción, pese a que “veremos las costuras” en algún que otro momento. Mención especial a los efectos de sonido, con gritos de dolor en el campo de batalla, explosiones y pitidos de los generales dando la orden para pasar al ataque.

Conclusión de Isonzo

M2H y Blackmill Games vuelven a la carga con otro titulo bélico con un claro componente histórico. En esta ocasión dejamos el territorio francés de Verdún para viajar a los valles, pueblos y montañas que rodean al río italiano Isonzo. Seguiremos contando con la misma base jugable de anteriores iteraciones: combates multitudinarios online con muchas posibilidades estratégicas y objetivos a cumplir. Un esquema muy interesante tanto si juegas sólo como en compañía formando una escuadra.

En términos generales, Isonzo intenta ser realista y esa inmersión en la batalla lo consigue. Es cierto que encontramos pequeños errores como animaciones algo toscas, o un barrido de resolución en largas distancias que nos pueden sacar algo del contexto. Pero por suerte, el resto de puntos juegan a su favor, consiguiendo que las largas partidas de las que hace gala se pasen muy rápido. Y además, gracias a su juego cruzado entre plataformas, nos aseguraremos de que siempre habrá soldados conectados dispuestos a morir por nuestra causa.

Isonzo

29.99€
7

Nota Final

7.0/10

Pros

  • Los escenarios son variados y con muchas posibilidades
  • Ideal para jugar tanto sólo como en cooperativo con amigos formando escuadra
  • Juego cruzado, que garantiza una buena cantidad de usuarios conectados

Cons

  • Las animaciones de los solados resultan algo toscas
  • No hay más modos de juego que el descrito en el análisis
  • Algunos fallos técnicos asociados a la resolución

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