Análisis de Ancestors: The Humankind Odyssey para Xbox One

Una innovadora propuesta desarrollada por Panaché Jeux Numériques, el estudio independiente del canadiense Patrice Désilets después de salir de Ubisoft

Hoy analizamos Ancestors: The Humankind Odyssey. Desarrollado en un motor Unreal, Ancestors es un título de supervivencia en tercera persona y de mundo abierto muy inmersivo. Y desde el primer momento se nota que es el fruto de la evolución de toda la experiencia creativa del creador de Assassin’s Creed y Prince of Persia.

Volumen 1: Antes de Nosotros

Ancestors: The Humankind Odyssey nos remonta al paisaje exuberante de la selva Africana, en el inicio de la prehistoria, 10 millones de años atrás. Durante este período aparecen los primeros homínidos, esos pequeños primates que evolucionarían hasta transformarse en lo que somos hoy los seres humanos.

Al iniciar la partida es poco lo que podemos personalizar:

• Poner nombre a nuestro Linaje,
• Escoger si nuestro personaje será macho o hembra
• La ayuda al Jugador, que consiste en cuatro opciones: Total (HUD completo y tutorial); Útil (HUD completo sin tutorial); Inmersivo (HUD mínimo con tutorial) y Fascinante (Sin HUD ni tutorial).
• Modalidad de juego: primera vez o superviviente, la cual definirá si contaremos con el apoyo de un grupo o clan inicial o si iniciamos solos.

La partida inicia con una fantástica cinemática que nos pone en contexto rápidamente. La vida en el mundo no es más que una gran cadena alimenticia, donde somos depredador y presa a la vez. Al finalizar los violentos segundos de la cinemática, nos encontramos en la peor situación posible. Somos un infante solo, indefenso y aterrado con un solo objetivo: esconderse para sobrevivir y esperar a ser rescatado por un adulto de nuestro clan.

La evolución no está decidida, eres tú quien forma el camino

Ancestors: The Humankind Odyssey es un sandbox en el que desde el inicio los desarrolladores nos advierten que no nos ayudarán en nuestra odisea y lo cumplen. Logran que nos sintamos completamente perdidos sin un mapa que nos oriente y con muy poca información sobre lo que debemos hacer. En consecuencia, no nos queda más que explorar y examinar cada cosa a nuestro alcance para así descubrir si se trata de una herramienta, comida, o alguna hierba medicinal.

Todas nuestras acciones van orientadas a la exploración y el aprendizaje por lo que debemos armarnos de paciencia y creatividad. Sin embargo, luego de varias heridas, caídas, e incluso muertes, entendemos que estamos justo donde los diseñadores nos querían: Aprendiendo desde cero y bajo la influencia de dos de los sentimientos más primitivos: el miedo y el instinto de supervivencia. Ambos muy bien simulados por efectos visuales y de sonido.

Mientras exploramos el entorno nos repetimos: ¿Qué tan difícil puede ser resolver los desafíos que tuvieron estos seres tan primitivos? He aquí de lo que trata este juego, un simulador de la evolución humana, y para avanzar solamente hay un modo de hacerlo: dando un paso a la vez, tal y como hicieron nuestros ancestros.

Definitivamente algo que comprobamos con Ancestors: The Humankind Odyssey es que la vida siempre es mejor con un poco de evolución bajo la manga.

La supervivencia del más apto

Nuestro personaje es el líder de un clan de primates, en el caso que así lo hayamos configurado al iniciar la partida. De lo contrario debemos empezar a reclutar seguidores para armar nuestra manada.

Nuestro andar no es muy ágil y resulta lento aún cuando corremos. Como es lógico, siendo primates, nos movemos más fácilmente en la copa de los árboles. Allí arriba tendremos mejores vistas y nos encontraremos con menos depredadores. Sin embargo debemos tener cuidado de calcular bien los saltos porque calcular las distancias es dificil y en ciertos puntos hay fallos gráficos con los que podemos caer y rompernos un hueso e incluso matarnos.

En pantalla solo contamos con cuatro indicadores visuales para orientarnos.

• Un reloj que te indica la hora y si es de día o de noche.
• En la izquierda inferior un indicador emocional con forma de ojo y el indicador de dopamina, que nos alerta del nivel de estrés en la que nos encontramos (muy útil para detectar enemigos y peligros cercanos).
• En el centro inferior está un círculo de energía y vitalidad, alimentado por nuestras tres necesidades vitales: comida, agua y sueño. La vitalidad se va reduciendo también si nos lesionamos o envenenamos.

El “arma” que más nos valdrá es nuestra inteligencia. Con ella podremos identificar objetos, animales (depredadores o potenciales miembros del clan) y alimentos que tengamos al alcance de nuestra visión. También contamos con nuestro olfato que funciona de una manera similar, aunque solo muestra aquello que desprende olor (criaturas y comida) y necesitamos más tiempo para identificarlas ya que tenemos que concentrarnos para hacerlo. Por último, el oído, con menor alcance que los anteriores,  nos demarca todo aquello que esté haciendo ruido (pájaros, riachuelos, caídas de agua, depredadores u otros primates) para que podamos seguir su rastro y conocer de qué se trata.

Jugando a ser Dios

El uso de alguno de nuestros tres sentidos para identificar nuevos objetos nos aporta la energía neuronal que nos servirá para ir desarrollando nuestro árbol de habilidades. Esta energía se representa como un aro color gris en un diagrama en la parte inferior derecha de la pantalla que parece un minimapa. Los puntos en el diagrama representan a cada uno de los miembros del clan, si son adultos, ancianos o infantes, la distancia a la que se encuentran de nosotros, si pueden escucharnos o si nos están siguiendo.

Cuando nos acostamos a descansar en nuestro lecho tenemos acceso al sistema de evolución representado por una red neuronal. Esta es la representación que Panaché ha querido dar al árbol de habilidades.

Partimos de un círculo central que se va ramificando a medida que ganamos neuronas maduras (habilidades). La experiencia que hace madurar a estas neuronas la acumulamos en diferentes categorías tales como: inteligencia, comunicación, motricidad, manipulación, sentidos, destreza, entre otros.

Para aprender nuevas acciones debemos estar atentos a claves sonoras muy sutiles al manipular los distintos objetos para fabricar herramientas y medicinas. Además a medida que pase el tiempo notaremos que seremos más tolerantes a los alimentos que conformarán nuestra dieta omnívora. Ambos aspectos serán primordiales para nuestra adaptación al medio, la única manera de evitar nuestra extinción como especie.

En la unión está la fuerza

Ancestors nos da cierta libertad de acción con gráficos bien logrados y un sentido de la aventura que verdaderamente sorprende, sobre todo por el acompañamiento musical que a nuestro parecer, es lo mejor de la propuesta. Además a pesar de que las mecánicas al cabo de un tiempo parece que pueden tornarse repetitivas, nuestro universo se vuelve más complejo a medida que desarrollamos nuevas habilidades.

Otra factor importante que debemos gestionar es fortalecer nuestro grupo haciéndolo crecer. Podemos aumentar en número relacionarnos con otros primates extraños para reclutarlos; para lo que primero debemos ganarnos su favor satisfaciendo sus necesidades. O podemos hacer que nazcan nuevos bebés.

Es normal que en la primera partida mueran varios miembros del clan, cada vez que morimos tomamos control de otro de manera automática y al azar. El lado más salvaje de la naturaleza se nos muestra a medida que vemos como se va reduciendo nuestro grupo. Y ser conscientes de que con cada muerte nos acercamos al fin de nuestro linaje.

En el juego podemos tomar control de cualquiera de los miembros de nuestro clan, incluso de los infantes y ancianos. También podremos cambiar sus nombres predeterminados si queremos. ¿Qué te parece nombrar a tus primates como los afamados Digit o Koko?

Para que nazcan nuevos bebés debemos contar con hembras fértiles en el grupo y para que se produzca un nuevo embarazo debemos formar una pareja de adultos haciendo que se acicalen. Cada nacimiento hará avanzar el tiempo 15 meses y cada hembra solo podrá tener dos infantes.

Un bebé puede nacer con una mutación genética espontánea que reforzará características relacionadas, por ejemplo, con la comunicación, metabolismo, inteligencia, etc. Podemos progresar a través de las eras, saltando una generación (15 años) para hacer efectivas las neuronas (habilidades) derivadas de las mutaciones genéticas.

Al activar la Evolución podremos ver si lo hacemos a mayor velocidad que la sugerida por la ciencia. El juego nos hace avanzar en el tiempo de acuerdo a las proezas evolutivas que hayamos logrado. Pero debemos tener cuidado de no tener infantes con mutaciones ya que todas las mutaciones espontáneas que no porten los adultos o ancianos desaparecerán.

Conclusiones

Ancestors es un juego desafiante aunque en algunos aspectos puede resultar frustrante. Sobre todo a lo lento de su dinámica que hace que el tiempo invertido en una partida sea bastante considerable, lo que hace un tanto difícil recomendar el juego como divertido.

En mi caso particular he disfrutado mucho del mundo de Ancestors y el explorarlo sin la orientación de un mapa. Lo que más me ha gustado ha sido la música de su soundtrack y el poder empatizar con cada miembro de mi clan.

Se trata de una experiencia que nos da un paseo lejos de lo convencional y nos acerca a conceptos mucho más maduros e interesantes, como lo son (irónicamente) la gestión de los miedos y la frustración, la flexibilidad mental y la adaptación. Como consuelo puedo deciros que el proceso de evolución se agiliza considerablemente con cada partida que iniciamos. Seguramente se han despertado un par de neuronas nuevas.

¿Te crees capaz de asumir este emocionante reto?

Aquí os dejamos el trailer de lanzamiento para que déis un vistazo al juego: