8-Bit Armies nos trae una experiencia RTS sencilla, directa pero no apta para todo el mundo
Para quien no conozca en sí el género basta con decir que sus siglas ya te dan una descripción completa; RTS (Real Time Strategy) o lo que es lo mismo pero en nuestro idioma, Estrategia en tiempo real. Es un género que ha tenido tiempos mejores, desde luego, pero que no se mantiene estancado e intenta innovar poco a poco para ampliar sus propias características. En este análisis hablamos de 8-bit Armies, videojuego desarrollado por Petroglyph Games; que es posible que no os suenen de mucho pero en este estudio de desarrollo los responsables son ex-miembros de Westwood Associates, creadores de la saga Command & Conquer. Vaya, parece que aquí vamos juntando algunas partes del puzzle ya que hablamos de quienes serían, prácticamente, los precursores del género RTS. 8-bit Series consta de 3 títulos: Armies, Invaders y Hordes y lo que mola de todo esto es que puedes jugar con bandos de los tres títulos, mezclando el juego y aportando una variedad interesante a la partida. Avance Studios lo distribuirá en versión física.
En 8-bit Armies nos encontrarnos con un RTS de aspecto sencillo y colorista, lleno de pixeles como puños y “moñecos” graciosos. El juego nos da opción a luchar en dos bandos; los renegados y los guardianes. Tenemos varios modos de juego que es, sin duda alguna, unos de sus apartados más fuertes. Las dos campañas tienen misiones de sobra para hacer las delicias de todos los fans del género, en la de los renegados tenemos la friolera de 75 misiones y en la de los guardianes otras 45. Cada misión tiene 3 niveles de dificultad y cada uno de esos niveles añade objetivos adicionales a la misión como puede ser no entrenar tropas de infantería, destruir todos los edificios enemigos o también acabar la misión en un tiempo determinado, cosa que puede complicarte mucho la vida como andes algo torpe con la generación de tropas.
Las tropas son muy variadas 8-bit Armies, desde infantería, pasando por vehículos a motor y helicópteros. Cada tropa tiene una debilidad y un punto fuerte así que lo interesante es coordinarlas bien para que se complementen ya que es un juego que te exigirá la máxima concentración. Antes de jugar a la campaña podemos ver un tutorial donde nos explican con todo lujo de detalles el funcionamiento del juego. Los controles son sencillos e intuitivos hasta cierto punto; tenemos dos menús radiales, con LB abriremos el menú de construcción donde podremos hacer los diferentes edificios que tenemos disponibles, desde la refinería para conseguir recursos a un silo de misiles nucleares y con RB abriremos el menú de entrenamiento de las tropas, que según los edificios que tengamos, podremos reclutar tropas de infantería, carros de combate o helicópteros entre otros. Algo que no nos ha gustado nada es que el control de tropas puede llegar a ser un caos cuando tienes muchas; al ir asignando botones a las tropas (X,Y o B) las desplazarás a TODAS ellas y esto nos limita a la hora de planear estrategias fuertes tanto defensivas como ofensivas. Se hecha de menos el poder seleccionar solo las que tu quieras desplazar y dejar otras en otro punto. Este es el único punto flojo de su interfaz de manejo, combinar esos tres botones para mover todas las tropas puede llegar a ser frustrante.
En 8-bit Armies los recursos que necesitamos para poder construir tanto edificios como tropas se resumen en dinero, ni más ni menos. Se hecha de menos profundidad en este aspecto pero claro, si tuviésemos más tipos de recursos no disfrutaría de la misma accesibilidad. Por los mapas (que suelen ser bastante grandotes) nos encontraremos cajas sorpresa que solo podrán abrir las tropas de infantería; algunas tendrán más tropas de distintos tipo y otras serán trampa y como no hay manera de saberlo no nos quedará otra que arriesgarnos a abrirlas.
8-bit Armies incluye muchos modos de juego y es algo de agradecer. Aparte de dos campañas muy duraderas y retadoras tenemos también un modo escaramuza en el que nos mediremos contra la IA en el combate más apocalíptico posible. Lo digo por que la inteligencia del juego nos lo pondrá muy difícil en todo momento y, cuando pensemos que ya tenemos suficientes tropas para acabar con el enemigo, nos sorprenderá con ataques que harán derrumbarse los cimientos de nuestro ejercito. También tenemos la posibilidad de jugar la campaña en modo cooperativo para hasta 4 jugadores, dándole ese puntito al juego en equipo donde, si no estamos bien coordinados, nos darán para el pelo sin miramientos. Por último también está el modo multijugador online, para batirnos en duelo con nuestros colegas en el campo de batalla. En este sentido el juego tiene prácticamente una durabilidad infinita así que, si te gustan los RTS militares y de fácil manejo, es tu juego sin duda alguna.
Conclusiones
8-bit Armies es un juego entretenido y muy completo con muchísimas horas por delante donde puedes jugar tanto solo o en compañía. Tiene modos de juego que lo hacen prácticamente infinito y eso nos gusta pero en cambio tiene carencias que no se le pueden perdonar como el hecho de ralentizarse cuando hay muchas tropas en pantalla (que para colmo es algo que ocurre a menudo), es un juego muy escueto en lo técnico y seguramente estas ralentizaciones sean producto de una mala optimización. Los controles, aunque son intuitivos y de fácil aprendizaje, también nos pueden jugar una mala pasada al no poder seleccionar las tropas que queremos mover como pasa en otros RTS, ese cuadrado que marcamos en el suelo en otros juegos para seleccionar tropas aquí brilla por su ausencia y es una autentica metedura de pata.
Hemos realizado el análisis con un código que nos ha facilitado SOEDESCO.
8-bit armies
29,99 €Pros
- Interfaz intuitiva y muy sencilla.
- Modos más que suficientes para dar horas de diversión.
- Las distintas dificultades y retos de los niveles.
- El juego cruzado que promete entre los 3 títulos.
Cons
- Con mucho movimiento en pantalla sufre ralentizaciones.
- No poder dividir tropas o seleccionar unas pocas.