El primer trabajo en consolas del estudio español A Crowd of Monsters es Funk of Titans, un arcade run´n jump con mucho sentido del humor…¡y mucho funk!
El primer juego arcade de 2015 hace su aparición en Xbox One, de la mano del estudio español A Crowd of Monsters, estrenándose en consolas de sobremesa. La propuesta elegida por el estudio es un juego estilo “run´n jump” donde el jugador no controlará el movimiento de nuestro héroe, pero tendrá que estar atento de evitar los obstáculos, precipicios y enemigos que se encontrará a su paso. Todo esto, con un marcado estilo funk que está presente de principio a fin. ¿Será suficiente para enganchar al usuario?
Funk of Titans nos pone en la piel de Perseo, el héroe griego hijo de Zeus, el cual deberá recorrer los tres mundos que componen este arcade difundiendo la música funk a su paso. Cada mundo que compone el juego está gobernado con otro ser mitológico, los temibles titanes, con una tendencia musical diferente: los gustos de Medusa serán el Pop, un Cíclope defenderá la música Rap y como jefe final tendremos un Centauro con rock en sus venas. Para llegar a estos enfrentamientos, antes deberemos superar las fases correspondientes repletas de peligros y secretos ocultos.
Sin apenas argumento, el juego nos lleva directamente a la acción: desde el primer minuto sabremos perfectamente cómo se juega y lo que tendremos que hacer, ya que jugabilidad es bastante sencilla. Solamente nos bastará un botón para saltar y otro para atacar a nuestros enemigos o romper objetos. Esta sencillez en los controles nos permite estar concentrados en todo lo que va sucediendo en pantalla, ya que son muchos los peligros que van aconteciendo. Para empezar, habrá tres tipos de enemigos, cada uno con un patrón distinto que deberemos reconocer al instante para no morir: los más sencillos podrán ser atacados saltando encima de ellos o atacándoles directamente, pero habrá otros con escudo a los cuales solamente podremos eliminar saltando sobre ellos, y los últimos con un casco puntiagudo, que únicamente pueden ser vencidos mediante ataque frontal con nuestra espada. Aparte de estos adversarios, los precipicios, las llamas y los pinchos están a la orden del día, así que el peligro está asegurado constantemente. Como viene siendo habitual en este tipo de arcades, la dificultad irá aumentando con el paso de los niveles, y añadiendo nuevas mecánicas como palancas, rampas o saltos en la pared, aunque a la larga el título se nos ha hecho algo repetitivo ya que no consigue innovar lo suficiente.
Aunque la historia principal puede ser superada rápidamente (unas 2 horas) tendremos bastantes tareas secundarias y objetivos que completar. Cada fase contará con 100 discos que recoger para conseguir una bonificación. Junto con este reto, que está presente en cada nivel, también tendremos otros dos más que consisten en completar la fase sin ser golpeados y encontrar a nuestro amigo alado Pegaso. Cuando encontramos al conocido equino con alas, tendremos acceso a un nivel de bonificación donde volaremos por una fase sin final recolectando monedas hasta que impactemos con un obstáculo, con un estilo de juego muy parecido a los famosos Flappy Bird o Jetpack Joyride.
Los objetivos secundarios no paran ahí, ya que Zeus nos tendrá preparadas otras pruebas llamadas “Las misiones heroicas de Zeus” donde tendremos que completar tareas tales como derrotar un cierto número de enemigos o recoger una cantidad concreta de monedas , entre otras misiones . Cada vez que completemos tres de estas misiones, subiremos de nivel, desbloqueando nuevas armas y armaduras. Aunque el factor de personalización es bastante aceptable, las armas que vayamos adquiriendo nos servirán para abrir nuevos caminos, inaccesibles sin la espada concreta. Por poner ejemplos, si nos encontramos un muro lleno de explosivos, solamente podremos atravesarlo si usamos la espada de fuego, o si encontramos un muro lleno de vallas de obra, podremos superarlo con una espada con forma de señal de tráfico.
La peor parte de Funk of Titans en el ámbito jugable la encontramos en los enfrentamientos con los titanes, estos tres seres mitológicos que controlan cada mundo. Consisten en unas batallas musicales donde debemos vencerlos a base de Quick Time Events, son ningún tipo de sincronización con la música o coherencia con los movimientos. Un intento de “pelea de gallos” que pasa bastante desapercibida cuando podría haber sido un buen final de cada mundo, con canciones pegadizas de rock, pop y rap, pero que se queda en una mera transición sin aliciente para rejugarlo.
Gráficamente nos encontramos un arcade bastante sencillo, colorista y con un buen diseño de los niveles. Mientras que los escenarios son bastante vistosos y variados (con niveles con lava, en la antigua Grecia o con nieve) no podemos decir lo mismo del diseño de personajes. Tanto Perseo, como el resto de enemigos presentes en Funk of Titans tienen movimientos toscos, poco pulidos y en general presentan un acabado gráfico por debajo de lo que se espera en una generación next-gen. Lo mismo podemos decir del “scrolling” en cada nivel: en un juego donde es tan importante los reflejos y la fluidez de movimientos, no se puede permitir que a veces la pantalla avance con pequeños trompicones en su scroll horizontal, creando mucha inseguridad en los saltos y ejecución de ataques.
Aunque si algo falla en un juego donde su baza principal es el funk, es en la propia música. No existe una sincronizción de movimientos con las pistas musicales como sí hemos encontrado en otros títulos “run´n jump” como BitTrip Runner o las pantallas musicales de Rayman Legends, que le hubiese sentado de maravilla a Funk of Titans. Por no haber, no existe un amplio abanico de melodías que nos atrape y acompañe en cada fase, reduciéndose el número a tres canciones bastante parecidas unas a otras y poco elaboradas. En un juego donde la propuesta es llevar la música funk a todo el Olimpo, no comprendemos por qué no han incluido mejor y mayor variedad de canciones.
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