Tras un lanzamiento hace más de un año, muy accidentado y con un juego “a medio cocer”, el estudio ahora propiedad de Microsoft ha demostrado que con trabajo y escuchando a la comunidad se puede hacer un gran juego

Hace año y medio (semana más, semana menos) que State of Decay 2 llegó a nuestras Xbox One y casi nadie recuerda ya la “polvareda” que levantó el hecho de que el juego no estuviese bien pulido (que es verdad, no lo estaba). Tenía algunos bugs, rascadas de framerate

Aquí deberíamos decir aquello de “algo bastante habitual en los lanzamientos de videojuegos actualemente”, y además añadir “por desgracia”. Porque es así; los juegos, ya sea por las prisas para cumplir los plazos, por presiones de las compañías editoras para que que no retrasen su fecha de lanzamiento anunciada… por lo que sea, pero raro es el juego que sale perfectamente pulido y no necesita de varios parches para quedar bien.

State of Decay 2 no fue una excepción, pero aquí entramos en un terreno pantanoso. Sí, tenía algunos fallos y necesitó de parches. Pero estos fallos tampoco eran tan graves, no lo hacía “injugable” ni muchos menos. Y sin embargo la mayoría de medios especializados lo castigaron cruelmente por ello.

He ahí lo peliagudo del asunto: ¿Por qué a este sí (y a otros como por ejemplo Mass Effect Andromeda) y luego títulos que han necesitado 39 parches, y que ni por esas funcionan aún bien, no se les ha dogmatizado?

Todo esto da para un artículo… pero no es este.

Aquí lo que hemos venido a contar es como el estudio, ahora propiedad de Microsoft, Undead Labs, en lugar de rendirse y dedicarse a otra cosa, no ha dejado de trabajar en el juego. Constantemente, sin pausa, con regularidad, han ido corrigiendo con actualizaciones, añadiendo contenido, mejoras, dlcs gratuitos, de pago…

Y si ya era bueno, ahora mismo es una pasada todo lo que puedes hacer y tener en el juego. El apocalipsis zombi definitivo. Así está el juego a día de hoy.

Técnica y gráficamente mejorado:

No es este un juego que quiera lucirse gráficamente, nunca lo ha pretendido. Pero a base de trabajo, Undead Labs lo ha dejado muy resultón. Las texturas de la naturaleza o las edificaciones siguen siendo discretas, por ejemplo. Pero ha mejorado la animación de los personajes (tanto humanos como zombis), la conducción de vehículos es ahora más suave y se diferencian mejor los distintos tipos de vehículos, los efectos de fuego, luz y partículas son más espectaculares y la iluminación mejoró; hay amaneceres y atardeceres que dejan estampas especialmente bonitas.

Se ha pulido el gunplay, se ha estabilizado el desajuste que había al principio con el gasto de energía o estamina al golpear y se han subsanado errores como el daño de algunas armas, que o bien hacían poco o estaban “chetadísimas”, como las ballestas, que llegaron en otra actualización de hace unos meses.

Sigue siendo un sandbox enorme, donde hay que gestionar muchos personajes, donde la reprogramación del juego tiene que ir cambiando con cualquier cosa que hacemos… vamos, que no es que sea ahora imposible encontarse con algún fallo o bug. Pero en general, el juego hace tiempo que está en un buen “punto de cocción” (leáis lo que leáis por ahí).

Mecánicas y opciones nuevas

Son muchas las cosas que han mejorado o cambiado en el aspecto jugable. La mayoría llegaron con las actualizaciones gratuitas (y constantes) que el estudio sigue lanzando con una periodicidad increíble.

Se añadieron armas (mis amadas ballestas), nuevas historias personales de supervivientes (que se traducen en misiones) nuevos grupos de supervivientes “vecinos” (con sus propias historias) y nuevos vehículos. Nuevos libros de habilidades y nuevas modificaciones para la base también llegaron en actualizaciones gratuitas.

El inventario, la gestión de la base y otros aspectos como la ferocidad de las Plagas o la frecuencia de las infestaciones (Hordas) que atacan nuestra base también fueron ajustadas, al igual que la moral de nuestro grupo, cuyos miembros ya no son tan “inestables” (al principio o les hacías caso enseguida en su misión personal o, si andabas liado con otra cosa y no acudías enseguida a activar la misión, se amargaba y desertaba).

La distribución del inventario de la base se pulió, así como muchas acciones de los vehículos se ajustaron (sacar y meter cosas del maletero, como una garrafa de combustible o una caja de herramientas para posibles averías) que ahora se pueden hacer desde el Menú de la Base.

En definitiva, ahora es más agradable y cómodo de jugar.

… que no fácil, porque se añadieron las nuevas dificultades, dos más, que pueden hacer la ya de por sí estresante experiencia en una auténtica pesadilla. Zombis más duros y agresivos, escasez de suministros y munición… de un simulador de supervivencia en un apocalipsis zombi podemos subir a auténtico survival de experiencia infernal. Vosotros mismos, a vuestro gusto…

Una de las últimas actualizaciones ha añadido la posibilidad de cambiar de ropa a nuestros supervivientes, algo que parece muy tonto pero da una sensación de hacer tu comunidad mucho más personal, mucho más “tuya”. La ropa disponible al principio no es mucha pero iremos encontrando más en nuestras exploraciones (y ya estará disponible para todos los personajes y en todas las futuras partidas) y además han incluído un nuevo personaje que, a cambio de completarle Desafíos, nos proporcionará más ropa y nuevas armas.

Estos Desafíos podremos cumplirlos poco a poco, con cualquiera de nuestros personajes. Podemos ver cuál es el premio a recibir antes de aceptar un desafío y podremos tener activos hasta 3 a la vez (en el momento que completemos uno, podemos ir a recoger nuestro premio y aceptar otro si queremos). Hay muchísimos, divididos en varias categorías.

Los dlcs, todo lo que se puede añadir:

Se han lanzado multitud de packs gratuitos que se añaden al juego sin tener que pasar por la Tienda de Xbox Live, simplemente cuando lo actualicéis ya las tendréis. Si tenéis la Edición Ultimate tendréis algún pack más como Preper´s Pack o el Doomsday Pack. Otros llegaron sin restricciones como el Zedhunter:

De pago tenemos principalmente tres:

El Independence Pack es gratuito sólo si tenéis la edición Ultimate; en caso de ser la normal o jugar a través del Game Pass habrá que pagar 4,99 € . Este pack añade armas, vehículos especiales y un nuevo módulo de base que, si lo construímos, nos permitirá fabricar cohetes y fuegos artificiales para atraer a los zombis a nuestras trampas.

El primer dlc “grande” que nos llegó fue Daybreak, a 9,99 € u 8,99 € con Game Pass y gratis si tenéis la Edición Ultimate. Este es un modo aparte del juego principal, una especie de Modo Horda donde somos parte de un comando de asalto atrapado en una pequeña base que ha de resistir las oleadas (cada vez más peligrosas) de zombis mientras tratamos de mantener con vida a un técnico que repara una antena (y que si muere, adiós a la partida). Este modo es ideal para jugar con amigos, hasta 4 jugadores online, aunque también podéis jugar con 3 bots como compañeros manejados por la IA del juego. Ganaremos recompensas, armas y suministros, que podremos usar ya siempre en nuestras partidas normales de la campaña.

Y el segundo (y más esperado) ha sido Heartland (mismo precio que Daybreak pero este no está incluído en la Ultimate Edition) donde tenemos dos nuevas parejas de protagonistas con las que empezar (cada una con su historia) y un nuevo mapa… que no es nuevo, porque es el del primer State of Decay, el valle del condado de Trumbull.

La dificultad aumenta por sí misma, aquí no se elige una de las tres que hay disponibles en el juego normal porque ya es muy difícil de por sí. No hay zombis “normales”, todos son “de sangre” y las pasaremos canutas mientras intentamos avanzar en la historia tratando de averiguar el paradero de alguien muy conocido (si jugásteis al uno).

¡Recomendadísimo!

Seis millones de jugadores sobreviviendo:

Recientemente se ha conocido que ya son 6 millones de jugadores los que han probado esta experiencia. Con una tercera entrega en la que todo el mundo da por hecho que ya se está trabajando, pero ampliando sus estudios internos y personal y trabajando en otro proyecto no anunciado, Undead Labs y State of Decay, ahora bajo el amparo de Microsoft, lo tienen todo de cara para dar el do de pecho en la próxima gen.

En Xbox 360 el primer State of Decay asentó la fórmula. En One la han pulido con su segunda entrega. En Series X puede ser ya… pues eso, el apocalipsis.

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