Precios abusivos, materiales de baja calidad y usuarios cabreados es lo que nos dejan las ediciones coleccionista lanzadas en los últimos tiempos.
Sólo han pasado unos cuantos años desde que las ediciones coleccionista de los videojuegos costaban entre unos 75-90€ y aún así este tiempo parece ya bastante lejano. Estas ediciones incluían normalmente un pase de temporada y una figura o coleccionable de algún tipo, como un libro de arte, banda sonora, entre otros. Pues bien, para nuestra desgracia, en los últimos tiempos parece que los precios de estas nuevas ediciones se han salido un poco de madre, y no es precisamente por lo que incluyen.
La última en unirse a esta peligrosa moda fue la Kollector´s Edition de Mortal Kombat 11. Nos encontramos ante una espectacular edición, que únicamente sobresale porque incluye una réplica gigante de la máscara del luchador Scorpion como reclamo principal. Pues bien, por este motivo, este artículo de coleccionismo fue cifrado en casi lo mismo que cuesta una consola nueva, es decir, unos 260€. Igual para muchos esto no supone un problema, pero para gran parte de la comunidad esto es algo indignante y una práctica abusiva que se aprovecha del fanatismo de algunos jugadores.
Pese a que la de Mortal Kombat 11 ha sido la última, esta no es la primera vez que una edición coleccionista de un juego parece estar sobrevaluada, y seguramente no será la última. Capcom lanzó en 2017 Marvel vs Capcom Infinite con una edición de coleccionista que costaba unos 200€. En ese momento, también nos encontrábamos antes el problema de encontrarnos con un precio muy alto, pero venía con cuatro figuras y un cofre con las Seis Gemas del Infinito que se iluminaban. Cuando los jugadores recibieron su ansiada edición de coleccionista, se encontraron con lo peor: la calidad de las figuras no cuadraba con las imágenes mostradas anteriormente por la compañía, y por si fuera poco, las Gemas de lnfinito parecía las carcasas que venían en el interior de los Huevos Kinder. Ante las denuncias y críticas por parte de usuarios y medios especializados, por la pésima calidad mostrada con estos productos, este fue sin duda un punto de inflexión para los usuarios, pero no para las compañías, que seguían el mismo camino de Capcom y parecía que no controlaban el proceso de fabricación y revisión de sus propias ediciones.
Tiempo después, de nuevo nos encontramos con otra edición muy esperada y nuevamente decepcionante como fue la de Fallout 76, donde los jugadores denunciaron que la calidad de la bolsa que se incluía era de una calidad pésima nuevamente. Y sí, otra vez nos encontramos que pese a que el gasto invertido en esta edición parecía menor, el precio de venta seguía estando en el mismo rango (es decir, 200€). En esta ocasión Bethesda tuvo que salir a la palestra regalando a los compradores moneda in-game para el juego.
Tras Marvel vs Capcom: Infinite, Capcom volvió a hacer de las suyas con Resident Evil 2. En esta ocasión, lo que incluía a 200€ Marvel Vs Capcom, lo minimizaron con la nueva entrega de Resident Evil, pero manteniendo el precio. La Edición de Coleccionista Resident Evil 2 también cuesta 200€ e incluye una figura de Leon S. Kennedy, de la que también se han quejado muchos jugadores, entre otros extras. Sin embargo, en esta ocasión la edición no incluye ni siquiera el pase de temporada, por lo que si queremos tenerlo tendremos que pasar de nuevo por caja.
La edición coleccionista de Mortal Kombat 11 parece que quiere sentar un precedente subiendo aún más un ya de por si unos precios de venta realmente exagerados. Según su acogida y el nivel de calidad de esta edición, la tendencia podría ser que otras compañías se siguen sumando a esta peligrosa modalidad. Por si esto fuera poco, el riesgo de que la calidad de la máscara Scorpion sea mala y se sume a esta ristra de ediciones que no salieron bien, es muy alto. Mientras tanto, las compañías deberían darle una vuelta a esta nueva estrategia de venta y pensar algo más en los aficionados, que únicamente quieren extras coleccionables de calidad de sus juegos favoritos, que no estén sobrevaluados, y con una calidad que se asemeje a la prometido.
