Pensamos en la Xbox One, y tanto los que la tienen como los que no, se les vendrá a la cabeza sus exclusivos, su mando, la estabilidad de los servidores, la potencia gráfica, las Apps, el servicio que Microsoft está haciendo… Pero, ¿y que pasa con lo malo? ¿qué es lo que debería cambiar para hacer de la Xbox One una consola casi perfecta dentro de las posibilidades?…
¿Cuál es el punto débil de la Xbox One?
Si nos ponemos a hablar sobre que querría cada uno que cambiase de la consola de Microsoft para que fuese mejor en su opinión quizás no acabaríamos nunca, pero si hay algo en lo que todos nos pondríamos de acuerdo, la espera para poder jugar a un juego, este es para mí el punto débil de la Xbox One.
La llegada de la nueva generación ha traído juegos con mejores gráficos y jugabilidad, lo que se traduce en más información y datos que necesitará un juego, a priori no parece nada malo, es más, por los jugadores perfecto, somos los primeros que queremos juegos de mayor calidad. Pero parece que la tecnología no ha avanzado a la par. Toda esta información ya no puede ser leída sin instalar previamente el contenido del disco en la consola, cosa que nos provoca largos tiempos de espera y nos quita toda las ganas (y el hype) que teníamos de probar ese juego recién desembalado.
Además, una vez descargado el juego llegan las actualizaciones, te toca esperar a que se instalen los parches que solucionan problemas del juego y si no lo quieres descargar te cierra el Xbox Live, así que a todo el tiempo de espera para instalar 15, 20 o 30 GB del disco le tienes que sumar la dichosa actualización. Ese par de horitas que tenías libres para estrenar el juego las has pasado deseando que la barra de carga llegue al 100% y decidiendo que juego borrarías de tu disco duro para que se pudiera completar la instalación porque no te queda espacio.
Está claro entonces que el tiempo que pasa desde que encendemos la consola hasta que empezamos a jugar es un problema; ya no es como antes, que como mucho tenías que soplar el cartucho o pasarle un paño al disco, pero en cuanto estaba dentro solo teníamos que preocuparnos de darle a “START”.
Espero que en un futuro veamos soluciones a este problema como pueden ser:
La más obvia y que se ha estado realizando durante toda la historia de los videojuegos; cambiar el formato. Hemos pasado por los cartuchos, CD’s, DVD’s y Blu Ray, quizás sea el momento de introducir una nueva forma de almacenamiento que cumpla los requisitos (fácil construcción y grabación, barato, resistente…) que pueda guardar y reproducir en el momento capacidades más grandes, para evitar la instalación de los juegos en el disco duro. Un Blu Ray de alta velocidad… o la nube, lo que nos lleva directamente a la otra solución.
Usar el almacenamiento en la red, más conocido como la nube. Se podría acceder a la información del juego con Internet descargándolo en poco tiempo o directamente jugarlo en tiempo real sin necesidad de disco físico, lo que llevaría a la eliminación del lector, algo que Microsoft ya tuvo en mente cuando desarrollaba la Xbox One. Este punto tiene un problema y es que aún no se dispone de una infraestructura completa y de alta velocidad de Internet, donde en España hay un media de 10 Mb/s. Esto ya provoca que muchos jugadores tarden 5 o 6 horas en descargar un juego, no me quiero plantear a la hora de acceder directamente a la nube.
Esta claro entonces que el tiempo de espera a la hora de jugar a un videojuego es el punto débil de la nueva generación y un problema a tratar, algo que nos quita tiempo de juego y nos obliga a hacer cálculos de cuanto tardará el juego en descargarse/instalarse para dejarlo puesto por la noche. Algo falla si antes nos poníamos a jugar en lo que tardaba en leer la consola el videojuego y ahora hacemos esperas de 2 o 3 horas por título. En fin, tampoco he querido profundizar mucho en el tema ya que espero vuestras opiniones en el post del foro.
¿Cual es tu opinión?, compártela con nosotros en nuestro foro.
