Si hay un juego que homenajee a las primeras aventuras de Sonic, sin duda es Sonic Mania, y en este análisis te decimos las razones que lo hacen tan grande.

He de reconocer que antes de empezar Sonic Mania, tenía miedo. Miedo a que el juego no estuviera a la altura de lo que se pide hoy en día. Miedo a que fuese anticuado y genérico, o por el contrario, que innovase tanto que perdiera su esencia. Incluso miedo a que pasara lo mismo que con Sonic 4, ese título por fascículos que no dio la talla como entrega numerada. Pero todos esos temores se disiparon en cinco minutos, literalmente. No hizo falta nada más, sólo cinco minutos para darse cuenta de que Sonic Mania no es un juego cualquiera, sino un homenaje en toda regla a los juegos que aparecieron hace más de 20 años protagonizados por el erizo azul. Preparaos para disfrutar de uno de los mejores Sonic que hemos tenido en años…o décadas.

Imaginaros introducir en una batidora lo mejor de Sonic, Sonic 2, Sonic 3 & Knuckles, Sonic-CD y remover hasta conseguir una mezcla bien homogénea de 300 megas (lo que pesa Sonic Mania, en cuestión). Ese divertido cóctel es lo que encontraremos en la aventura del veloz puercoespín y sus amigos originales (recalco lo de originales, nada de nuevas incorporaciones más allá de los ´90), que, junto con las mejoras gráficas, jugables y sonoras correspondientes, nos harán disfrutar durante varias horas, que variarán en su cantidad dependiendo de nuestra habilidad con los saltos a toda velocidad y lo perfeccionistas que seamos completando el juego con todas las Esmeraldas del Caos.

Un toque del enemigo y adiós anillos. Como en los viejos tiempos.

Quienes sean fan de Sonic desde los tiempos de los 16 bits ya sabrán lo que se van a encontrar. Al principio de la aventura, como si de Sonic 3 & Knuckles se tratara, podremos optar con qué personaje realizar los loopings, encontrar las Esmeraldas del Caos y fastidiar los planes del Dr. Robotnik (¿O aquí era Eggman?). Podremos escoger al veloz Sonic, al zorrito de dos colas Tails con su capacidad voladora o a los dos juntos, como llevan haciendo desde Sonic 2. Knuckles no se queda atrás, y gracias a su fuerza y su habilidad de trepar por las paredes, lo hacen muy diferente al resto. Es más, la aventura de Knuckles tiene otros derroteros, objetivos e incluso las fases cambian para adaptarlos al control del echidna.

Ya he dicho que Sonic Mania es un claro homenaje y lo demuestra en los primeros cinco minutos. Comenzaremos la avenura en la típica avioneta roja pilotada por Tails, para acabar en las frondosas junglas de Sonic 3. Allí, Dr. Robotnik y sus secuaces han encontrado una esmeralda con un poder sobrenatural para abrir una dimensión paralela. Es tal su efecto, que somos teletransportados a Green Hill Zone, con una primera fase inspirada completamente en el primer Sonic. La historia y cómo se desenvuelve es lo de menos, ya os adelanto que disfrutaréis mucho más de los niveles (tanto nuevos como viejos) así como sus novedades.

No le pasa nada a la imagen. Es un filtro que podemos poner para simular ese toque de tele de tubo.

Lo clásico mezclado con la novedad, el equilibrio perfecto en sus niveles, con la duración ajustada que todos queríamos y con el suficiente enganche como para querer completar siempre otro nivel más. No voy a comentar qué tipo de fases encontraremos, porque ahí reside la magia de Sonic Mania, pero preparaos para encontrar niveles de todo tipo, algunos con claras referencias a entregas anteriores, y los nuevos con elementos que los hacen muy vistosos y divertidos. Todos ellos con un denominador común: varios caminos para tomar y recorridos de vértigo. Además, las fases “clásicas” recogen ideas modernas muy bien implementadas. Por ejemplo, (y esto no es spoiler ya que se han visto varios vídeos al respecto) el primer acto de Chemical Plant es un claro homenaje a lo visto en Sonic 2, pero su segundo acto incorpora novedades de peso como un líquido que cambia la composición del agua, haciéndonos rebotar más alto o unas bolas “generadoras de ADN” que nos harán elevarnos por los aires. Al final consigue lo que todos queríamos: recuperar el nivel original, pero incluyendo mejoras siempre desde el respeto. Respeto que, lógicamente transfieren los fans desarrolladores de Sonic Manía, compuestos por Christian Whitehead, Headcannon Games, PagodaWest Games bajo la tutela de Sega América.

Dr. Robotnik ha vuelto para “liarla” de nuevo.

Por supuesto, el mismo personaje de Sonic también ha sufrido cambios. El simpático erizo tendrá nuevas habilidades, como poder realizar un spin en al aire y de esa manera, al tocar el suelo, directamente salir a toda pastilla. Sus animaciones son mucho más fluidas y detalladas, y sus saltos, pese a que en un principio me resultaron raros (debe ser que estoy acostumbrado a la tasa de frames que tenían los Sonic de MegaDrive) al final resultan igual de precisos como en los viejos tiempos. Los escenarios también están más vivos, y son más interactivos. Por ejemplo, en uno de los niveles nuevos, existen cristaleras que se romperán en mil pedazos si pasamos a toda velocidad, propiciando un espectáculo visual a la altura de las circunstancias. Lo mismo pasa con los enemigos finales, algunos reciclados de entregas pasadas, y otros completamente nuevos con ideas frescas y originales. Por cierto, preparaos para varios cameos y cambios de mecánicas en este aspecto.

Podemos cambiar animaciones del “sprint” para que sean como en Sonic Mania o como en Sonic CD.

Uno de los elementos que más tiempo me han hecho perder (para bien, ojo) ha sido la búsqueda de las Esmeraldas del Caos, estas poderosas gemas que convierten a nuestros personajes en indestructibles super guerreros. En Sonic Mania recogen el testigo de Sonic 3, por lo que nos veremos obligados a explorar el mapa hasta encontrar un anillo gigante que nos lleve a la fase de bonus correspondiente. Esta fase de desafío consiste en una carrera en 3D (parecido a lo visto en Sonic CD) contra una especie de robot que transporta la ansiada gema. Los anillos que consigamos nos proporcionarán valiosos segundos, mientras que las bolas azules nos otorgarán más velocidad. Ya sabéis lo que hay que hacer: completar el circuito intentando tener el menor porcentaje de errores posible mientras damos caza a este robot. Una idea muy buena a la vez que desafiante, aunque el nivel gráfico cae de manera significativa por el mal aspecto que muestran Sonic y sus amigos…

No son las únicas fases de bonus que encontraremos en Sonic Mania. Si cruzamos los checkpoints con un mínimo de anillos en nuestro poder, también seremos conducidos a las míticas fases de Sonic 3 donde tendremos que tocar las bolas azules y evitar las rojas. La recompensa si completamos exitosamente la prueba será distinta: una moneda especial con la que iremos desbloqueando diferente contenido en el juego, ya sea en sus extras como secretos en la aventura. Pese a que me gusta completar estos desafíos, existen tantos (más de 20) que pueden romper la dinámica tan rápida del juego principal.

¡Ay, Sonic, qué poligonado te veo en estas pantallas!

Sonic Mania no puede ser un homenaje completo si la música no acompaña, y el compositor Tee Lopes se ha encargado de que así sea. Las melodías clásicas se han remasterizado para darle un toque más moderno, los efectos de sonido, pasando por el FX de los anillos, cuando ganamos una vida, o conseguimos una Esmeralda del Caos siguen estando ahí. Hasta vuelve para la ocasión la clásica melodía de SEGA cuando arrancamos el juego. Es puro amor, y eso también se demuestra en los nuevos temas, respetando la línea continuista de la saga en 2D y encajando muy bien en el escenario. (Y si no, estad muy atentos cuando visitéis la fase del desierto). Nada que objetar, simplemente perfecto.

No podía cerrar el análisis sin comentar otros modos de juego que desbloquearemos según avancemos en la historia. Por un lado tendremos el clásico contrarreloj (espero que me digáis vuestros tiempos para poder superarlos…), mientras que por otro lado tenemos el modo competición, (extraído de Sonic 2) sólo apto para dos jugadores de manera local y donde tendremos que batirnos en una carrera a ver quién es el más rápido en cruzar la línea de meta. Modalidades que nunca vienen mal tenerlas, aunque el “grosso” de Sonic Mania, sin duda, es su modo historia y las vueltas que podemos darle con todos los personajes disponibles.

 

Puntuación
Gráficos
100 %
Sonido
100 %
Jugabilidad
90 %
Duración/Diversión
95 %
analisis-sonic-mania-la-vuelta-sonic-lo-altoCuando se procesa amor incondicional por un producto, salen maravillas como la que tenemos hoy en este análisis. Sonic Mania no es un juego, es un homenaje en toda regla a Sonic y a su paso por Mega Drive y Mega-CD, recuperando mecánicas, niveles y enemigos clásicos pero implementando novedades que casan a la perfección con la propuesta mostrada. Un espectáculo visual, aunque sea pixelado, un espectáculo sonoro, aunque suene todo sintetizado, y un espectáculo jugable aunque nuestros amigos protagonistas sólo se limiten a correr y saltar. Seguramente si eres jugón de la vieja escuela me hayas entendido, y si no lo eres, más vale que corras a comprar Sonic Mania y disfrutes de todas las bondades que el título te va a ofrecer.

2 COMENTARIOS

  1. Me gusta el juego porque supone una vision al autentico Sonic que nos conquisto a todos. Me gustaría que el equipo que ha hecho esto tomara cargo de los proximos Sonics la verdad

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