1986, Islandia. En la cumbre que se celebra en el país se intenta negociar uno de los acuerdos más importantes de la historia moderna, y no es otro que el fin de la guerra fría. El entonces presidente de los Estados Unidos Ronald Reagan, y el secretario de estado Ruso, Mijaíl Gorbachov, a pesar de no llegar a un acuerdo definitivo debido a posturas diametralmente opuestas, consiguen acordar el desarme de sus armas nucleares.
No obstante, un grupo terrorista que no encuentra el acuerdo factible para sus propios intereses, decide irrumpir en la cumbre para secuestrar a las dos figuras políticas y así evitar dicho desarme, pero no cuentan con un factor fundamental: Reagan es un maestro con la espada, y Gorbachov es un AS con los dardos envenenados.
A pesar de sus consabidas diferencias, deberán cooperar si quieren salir vivos del complejo, y así poder salvar a sus respectivos países del funesto destino que se cierne sobre ellos.
Así comienza el juego de Team2Bit, basado en la historia real y aderezado con elementos de acción, sigilo y espionaje. Hechos que, si bien no sucedieron así ni de lejos, sí que encajan muy bien con el ambiente del título y con la trama del mismo.
Se trata de un Pixel Art como tantos otros a los que ya estamos acostumbrados, pero con la peculiaridad de que la acción de desarrolla en todo momento desde una perspectiva cenital. Deberemos movernos por los escenarios controlando a uno de los dos personajes, pero alternando el control entre ellos cuando la situación así lo requiera.
Por ejemplo, Reagan es un experto en combate con arma blanca y lleva su espada en todo momento, por lo que deberemos esperar a los enemigos agazapados en un rincón para, cuando estos nos den la espalda, acercarnos y acuchillarlos para así despejar el camino. También es el único de los dos personajes capaz de forzar cerraduras, por lo que si llegamos a un punto en el que debamos hacerlo, precisaremos de su destreza. Por otro lado, Gorbachov es un maestro en el combate a distancia, y usa sus dardos envenenados para abatir a los enemigos desde lejos en completo silencio, pero estará perdido en el cuerpo a cuerpo. Además, si bien no dispone de la pericia necesaria para forzar las cerraduras, sí que es capaz de hackear ordenadores, cosa que su forzoso compañero no domina en absoluto. También cabe recalcar que cuando abatimos a un enemigo portador de un arma de fuego, cualquiera de los dos personajes será capaz de usarla con la misma destreza. No obstante, dado que nos moveremos en la citada perspectiva cenital, y que el control no es todo lo preciso que debería, usar estas armas se convierte, a veces, en nuestra pesadilla personal, y desemboca en nuestra muerte en numerosas ocasiones.
Nivel tras nivel, las acciones a llevar a cabo son prácticamente las mismas, salvando que la dificultad cada vez es mayor, y deberemos ir alternando entre los dos personajes de forma dinámica, ya que los enemigos están en constante movimiento y dejar a uno de los dos políticos rezagados puede suponer nuestro fin.
Esto último podemos abordarlo bien alternando el control, o jugando a dobles con un amigo, y es aquí donde radica la verdadera diversión del título, ya que generará tensión y risas a partes iguales, y se traduce en una experiencia muy satisfactoria y divertida, sobre todo cuando miras las puntuaciones de otros jugadores y los tiempos en los que han terminado ciertos niveles, lo que suele desembocar en el “pique” de repetirlo para mejorar la nuestra.
Para finalizar, reseñar que el apartado sonoro es muy justo pero nada estridente, que se encuentra completamente en inglés, y que la duración del título, teniendo en cuenta repeticiones de pantallas bien por muerte o por afán de superación personal, es bastante decente.
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