Ser un superhéroe mola, pero si además eres un ladrón con espectaculares poderes como Mr. Shifty, el mundo está en tu poder…o al menos la torre Olimpo.
¿Os imagináis un juego parecido a Hotline Miami, pero protagonizado por Rondador Nocturno? Pues es el símil que más se acerca a Mr. Shifty, la nueva propuesta independiente del estudio tinyBuild Games que, como nos tiene acostumbrados, aporta un soplo de aire fresco a todos sus juegos pese a que sus mecánicas ya son de sobra conocidas. Si quieres saber más sobre este anónimo héroe y todo lo que concierne al título, sigue leyendo nuestro análisis para comprobar todas las bondades que oculta este curioso juego de acción.
Donde pongo el ojo, pongo el teletransporte.
Es cierto que de primera vista el juego no me entró. Puede que sea por algún trauma con el juego de Misión Imposible para NES, o la mala implementación del mando en títulos con la misma vista aérea, pero algo no me encajaba y presagiaba un título “regulero” sólo apto para jugadores de PC con teclado y ratón. Pero, lejos de esas malas influencias mías, lo cierto es que fue toda una sorpresa comprobar lo bien que se maneja a Mr. Shifty, el protagonista que da nombre al juego, y la cantidad de mecánicas que harán que no nos aburramos nunca. La precisión a la hora de apuntar con un objeto puede que sea importante y tengamos que dar lo mejor de nosotros con los sticks, pero existen otros factores muy importantes que son ajenos a la forma de apuntar y serán igual de disfrutables con el mando tradicional.
La historia que rodea a Mr. Shifty no tiene mucho misterio. Nosotros controlaremos al propio Mr. Shifty, un ladrón que trabaja para el bando de la policía con una peligrosa misión: recuperar el megaplutonio que el Director Piedra salvaguarda para crear el arma definitiva. Para poder frustrar sus planes, deberemos internarnos en la torre Olimpo, edificio donde se encuentra el ansiado elemento y el malo de la película. Aunque podría parecer una historia genérica, es cierto que según avanzamos la trama se pone más interesante. Evidentemente no esperéis unos giros argumentales de infarto, pero contiene los puntos propicios para mantenernos atentos a todo lo que los protagonistas tienen que decir.

La habilidad que todo ladrón desearía tener.
Decir que Mr. Shifty es un ladrón con mucho estilo en combate es quedarnos muy cortos. Aparte de un envidiable entrenamiento cuerpo a cuerpo que lo hace casi invencible, nuestro héroe podrá hacer uso de un teletransporte que le salvarán el pescuezo en más de una ocasión. Eso sí, la distancia a la que podremos teletransportarnos estará fijada y será limitada, pero lo suficiente como para atravesar pareces, emboscar a nuestros enemigos poniéndonos por su espalda o movernos con más rapidez evitando trampas colocadas por el edificio. Sea lo que fuere, esta técnica de teletransporte otorga un soplo de jugabilidad que cambia completamente el concepto de juego y lo aleja de la similitud de otras obras como Hotline Miami, pese al parecido gráfico que ambos juegos tienen. Posiblemente, este aspecto poder teletransportarse es el que haga único al título, dándonos la sensación de controlar a una verdadera máquina de matar, a un superhéroe con poderes increíbles y será al instante cuando pillemos el truco a esta curiosa habilidad sacando el mejor partido posible en cada situación.
Otro de los puntos diferenciadores es la forma de actuar de nuestro anónimo Mr. Shifty. Habrá momentos de sigilo, donde tendremos que movernos en silencio porque el menor ruido o una puerta que se abre, un jarrón que se rompe, puede alertar al guardia de turno, pero ya decimos de antemano que estas secciones no serán abundantes. En la mayoría de los casos tendremos que ir eliminando a los enemigos que se encuentran en cada fase, algunas veces de manera más pausada, otras con un frenetismo absoluto, y algunas veces estrujando nuestro cerebro para usar el entorno a nuestro favor. No llega a ser un juego difícil, y además tendremos vidas infinitas para repetir cada escenario las veces que hagan falta, pero es cierto que las muertes se suman a un contador en cada capítulo, y el deseo de hacer todo perfecto puede “obligarnos” a tener que repetir todo el recorrido de manera inmaculada y sin recibir ningún disparo (porque esa es otra, un golpe, disparo o impacto y estás muerto). Si no reparamos en repeticiones ni en segundas vueltas, Mr. Shifty fácilmente puede durarnos en torno a 5-6 horas.

A base de palos contra los enemigos.
Me ha gustado mucho la forma con la que interactúa Mr. Shifty con los escenarios. Podremos, por ejemplo, dar un puñetazo a una puerta y que esta salga despedida, impactando contra un enemigo distraído. También podremos coger varios objetos repartidos por las habitaciones como fregonas, remos, lanzas o escudos, incluso pudiendo tirar los mismos teclados de PC al malo de turno. Todo esto, y lo descrito en el párrafo anterior otorga al jugador la posibilidad de afrontar cada fase como mejor le convenga, saber manejarse ante contratiempos y hacer de la aventura todo un reto si queremos pasarnos Mr. Shifty sin perder una vida. Cada piso de la torre Olimpo es una fase del juego, y cada piso en dicha torre también implica un nuevo desafío que nos aguarda poniéndonos las cosas un pelín más difíciles y retándonos a no perder la calma (ni ninguna vida).
Los enemigos también formarán parte importante de Mr. Shifty, y no precisamente por su variedad sino por sus mecánicas y la forma en la que nos enfrentaremos a ellos. Tendremos desde los típicos matones con pistola (los más facilitos, ya que son los más lentos), hasta los fortachones que tendrán más resistencia de lo habitual, pasando por otros más peligrosos equipados con metralletas y escopetas que no dudarán en apretar el gatillo según nos vean. Por supuesto, la gracia a la hora de combatir a todos estos secuaces será usar nuestra capacidad de teletransportarnos, y en los niveles más avanzados tendremos que manejar muy bien la técnica, moviéndonos rápidamente entre estancia y estancia, y casi resolviendo cada enfrentamiento como si de un puzle se tratara. No habrá fuego amigo entre los enemigos, por lo que tendremos que usar esa baza a nuestro favor, activando los lásers en los momentos oportunos, o poniéndonos en la línea de tiro de una metralleta fija y justo escapar cuando el pelotón de rivales venga a por nosotros, para que reciban el plomo que nosotros tendríamos que haber recibido.

Mucho lujo pero pocas joyas.
Es posible que perdonemos la poca variedad de enemigos debido a que lo interesante es la manera de eliminarlos, las armas o herramientas a nuestro alcance para hacerlo, o el frenetismo loco que puede brindarnos; pero otra cosa diferente es el apartado gráfico del que hace gala Mr. Shifty, muy reiterativo episodio tras episodio. Nos encontraremos con el mismo tipo de habitaciones una y otra vez, con la misma decoración de oficina y mismos objetos destructibles. Es verdad que en algún momento notaremos sutiles variaciones, como un suelo de cristal con tiburones debajo simulando una enorme pecera, o momentos en el sótano que no quiero destripar. Pese al lujo que en teoría tiene el Director Piedra, no lo apreciamos en el juego, ni vemos unos escenarios que nos asombren por su nivel artístico. Es cierto que no es el punto fuerte de Mr. Shifty, pero habría acompañado muy bien a su jugabilidad, que sin lugar a duda es su baza principal.
Y hablando de puntos débiles, tenemos que hablar de su apartado sonoro. Contaremos con melodías de rock muy reiterativas, no tan contundentes ni tan buenas como uno podría esperar. Una vez que alcancemos el ascensor que nos lleve a la siguiente planta, el estilo musical cambiará a…la típica melodía de ascensor que nos otorgará un momento de respiro mientras e hace el recuento del tiempo de la misión y las muertes de Mr. Shifty. No existen voces, pero es de agradecer los subtítulos en nuestro idioma para no perder ni un detalle de las conversaciones. Por lo demás, todo bastante discreto: disparos, objetos rompiéndose, nuestros puños golpeando a los enemigos, y todo un surtido típico de efectos de sonido.