El rey de los shooters a vuelto, y los demonios quieren más guerra que nunca. ¿Estás dispuesto a enfrentarte a este reboot de Doom?

Después de muchos teasers, tráilers, alphas y betas, por fin hemos podido degustar la última obra de ID Software con la inestimable colaboración de Jhon Carmack, el padre que prácticamente dio vida al género y que hizo de Doom un clásico atemporal desde el primer día que vio la luz allá en 1993. Lejos de desarrollar una cuarta parte de la exitosa saga, el estudio ha querido volver a sus raíces, presentando un reboot o reinicio de la franquicia, con los elementos clásicos que lo hicieron una leyenda, pero sin dejar de lado otros aspectos cotidianos a día de hoy en los shooter en primera persona. Esto, hace de esta nueva entrega de Doom algo especial, ya que se sale de la tónica de juego de disparos convencional que conocemos actualmente, brindándonos un frenetismo absoluto desde el primer minuto.

Para analizar esta gran obra de ID Software, dividiremos nuestras impresiones en tres bloques bien diferenciados, de la misma manera que están divididos en la pantalla principal: el clásico modo campaña, el actual modo multijugador, y el innovador modo SnapMap. Sea en el modo que sea, prepárate para vivir unos combates encarnizados y para luchar batallas contra las mismas huestes demoníacas que acechan en cada esquina.

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Los diseños de los enemigos son sencillamente brutales.

Modo Campaña: el clásico

Arriesgar por un modo campaña que bebe directamente del primer Doom puede ser un arma de doble filo para aquellos que adquieran el juego. Por un lado, elementos que vemos en los shooters actuales como la regeneración automática de vida, perks, escenarios variados o una historia envolvente quedan relegados a un segundo plano, dando paso al pilar fundamental que envuelve al título de ID Software: matar, disparar y sobrevivir. Esto, ni mucho menos, quiere decir que Doom no tenga una historia interesante, ni un componente estratégico en sus combates como veremos a continuación.

La trama nos pone en la piel de un marine espacial, el cual es llamado a filas para luchar contra la amenaza demoníaca que está asolando la estación minera que la UAC ha instalado en Marte. Sin conocer muy bien los motivos por los que hemos sido llamado, nuestro guerrero se levantará del sarcófago donde descansa, se pondrá el Traje del Pretor fabricado para recibir grandes cantidades de daño, y comenzará la matanza contra poseídos y demonios. Poco a poco, conoceremos más detalles sobre lo que ha pasado en las instalaciones, con el director del complejo minero, Samuel Hayden, intentando ayudarnos a arruinar los planes de la doctora Olivia Pearce en los primeros compases de la aventura. Como hemos dicho, no será una epopeya para el recuerdo, pero es suficiente para mantener al jugador atrapado, e incluso contaremos con un códice donde podremos sumergirnos aún más en detalles sobre enemigos, personajes secundarios, historia o las instalaciones de la UAC.

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El Traje de Pretor será nuestro mejor amigo contra los demonios.

Si alguien recuerda los laberínticos mapas del primer y segundo Doom, podrá hacerse una idea de lo que encontraremos en este reboot. Contaremos con multitud de pasillos, estancias a las cuales sólo podremos acceder si contamos con la tarjeta de color correspondiente, y con los secretos que ya forman parte del encanto de la saga. Por suerte, en esta última entrega también encontraremos escenarios algo más abiertos que nos sacan un poco de la monotonía de tantas estrecheces. Este aspecto puede ser uno de los primeros aspectos que podemos criticar de Doom, y es que en todo momento viviremos una monotonía de escenarios, todos y cada uno de ellos con temáticas parecidas, y con algunas texturas, como las paredes de arena rojiza de Marte, que no están bien diseñadas si nos da por acercarnos y contemplarlas. Eso sí, los enemigos son harina de otro costal, y todos y cada uno de ellos luce de manera soberbia, al igual que nuestras armas. Si sabemos perdonar ese “pero” en los escenarios, y nos olvidamos de su excesiva reiteración artística, encontramos unos diseños de escándalo, y no serán pocas las veces que pasemos horas buscando entre las esquinas para encontrar el 100% de coleccionables y mejoras.

Y hablando de mejoras, tenemos que comentar que el Traje de Pretor que lleva puesto nuestro intrépido Marine puede mejorarse si conseguimos los puntos de habilidad necesarios. Estos puntos serán fáciles de adquirir: o bien cumpliendo desafíos que nos propone cada fase, o bien eliminando a la mayor cantidad de enemigos que aparezcan en pantalla. Sea como sea, estas pequeñas ayudas mejorarán nuestra resistencia a peligros ambientales, nuestra destreza, efectividad de potenciadores, el sistema de equipo o el escaneo de la zona. Existen otros artefactos, más escasos, que mejorarán nuestra barra de salud, armadura o munición, así como objetos que mejorarán permanentemente nuestras armas, con disparos secundarios, misiles o mirillas que nos permitan hacer zoom, por citar unos ejemplos. Ya por último, existen las pruebas rúnicas, que al completarlas nos proporcionarán diferentes runas que harán más llevadero nuestro viaje por el infierno. Como veis, estos elementos de shooter actual otorgan un soplo de aire fresco a una base clásica del género, y aunque puedan parecer muchas ayudas (y eso que no hemos contado que también dispondremos de doble salto) en verdad tendremos que usar nuestra habilidad a los mandos si queremos salir victoriosos. Y habilidad, necesitaremos a puñados.

Quien haya jugado a los primeros Doom sabrán cual es la tónica jugable que los caracteriza. Batallas donde no hay ningún respiro, donde tendremos que ser más agresivos que los mismos demonios, y donde tendremos que tirar de epicidad si queremos salir vivos. Aquí no hay coberturas, ni compañeros que nos ayuden. Tendremos que estar en continuo movimiento, buscando el punto débil de los enemigos, aguantando hordas de incesantes demonios, cada vez más peligrosos, y rezando para encontrar ese secreto en el escenario que nos otorgue una ayudita en forma de armadura o munición. Si bien en los primeros tráilers del modo campaña, aquí un servidor pensaba que este nuevo título se convertiría en un Serious Sam pero en el inframundo, ahora he de reconocer que me equivocaba. Esto es, puramente, la esencia de Doom y sin lugar a duda, ID Software lo ha plasmado, ya que este reboot te retrotrae a la época gloriosa de los FPS  con Unreal, Quake, Hexen o Wolfenstein donde lo único que importaba era repartir plomo al enemigo, sin importar nada más que seguir vivo una fase más. Unas 15 horas en total de duración cargadas de adrenalina y que nos mantendrán en tensión sea cual sea la fase seleccionada.

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Algunas pantallas del modo campaña requerirán de nuestra destreza en los saltos.

Modo Multijugador: lo moderno

Aunque ya hemos contado las virtudes que puede tener su la campaña para un jugador, tampoco podemos dejar de lado el modo online que Doom nos presenta. Se ha debatido mucho sobre si su propuesta era muy parecida a lo visto en Quake, y razón no falta, ya que nos encontramos con unos combates igual de frenéticos, aunque sin tanta arma futurista ni saltos con los propulsadores. Eso sí, cuenta con un gran aliciente, y es la posibilidad de convertirnos en uno de los cuatro demonios que podremos ir desbloqueando si tocamos la runa en el momento justo. Esta encarnación en bestias del mal puede tomarse como algo innovador y que le da un soplo de fresco a su propuesta, aunque muchos usuarios pueden tomarse esta inclusión como un elemento que desbalancee el ritmo de las partidas, sobre todo si quieren hacer de Doom un e-sport. Estos demonios son el Revenant, Mancubus, Barón del Infierno y el Merodeador. Cada uno de ellos con sus puntos fuertes y débiles, unos más agiles y otros más contundentes, y que deberemos usar sabiamente dependiendo del mapa y modo de juego en el que nos encontremos.

Aquí, como en el modo para un jugador, tendremos que usar nuestra habilidad con el mando para matar a tantos enemigos nos sea posible sin olvidarnos de recoger vida, armadura y munición. Habrá mapas donde se tercien más las emboscadas a distintas alturas, otros donde la acción directa sea la mejor aliada, y otros escenarios donde lo más recomendable es ir junto con un amigo creando una escuadra. En la elección y la estrategia de cada uno reside el punto atractivo del modo online de Doom. Componentes clásicos que se mezclan, aparte de la incorporación de los demonios, con otro tipo de habilidades nunca antes vistas a día de hoy. El teletransportador puede ser la mayor novedad, y gracias a él podremos sorprender al enemigo, alcanzar lugares inaccesibles o huir de un combate donde tenemos todas las de perder. Las combinaciones son infinitas, y aunque existen otro tipo de armamento secundario como el misil Tesla, o la granada drenadora, teníamos que destacar el buen acierto que ha tenido ID Software con este accesorio.

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Ese momento donde nos convertiremos en Demonio será muy especial. ¡Nos encanta ser poderosos!

Serán 6 modos los que encontremos en el multijugador de Doom: Muerte por Equipos, Tocar y Congelar, Control de Zonas, Control de Zonas en Movimiento, Clan Arena y Cosecha de Almas. Algunos modos ya conocidos por muchos, como pueden el Control de Zonas o Muerte por Equipos, aunque existen otros que resultan de lo más original, como por ejemplo Tocar y Congelar, donde ganaremos cuando “congelemos” a los miembros del equipo rival, aunque tendremos que estar atentos en “descongelar” a nuestros aliados convertidos en cubitos de hielo si queremos tener refuerzos en el combate.

Lamentablemente, hay aspectos que se deben corregir en la modalidad multijugador. Primero, y más importante, es lo mucho que tarda el juego en encontrar partida, más aún cuando se juego con un grupo de amigos ya establecido. No serán pocas las veces que nos metamos a personalizar a nuestro personaje para “hacer tiempo” mientras se crea una partida. Aparte de esta longeva pausa, los tiempos de carga también son extensos (y esto se puede también recriminar en el modo campaña). Aspectos que se tienen que optimizar para no perder el ritmo de juego.

Por otra parte, contamos con gran parte del inventario desde un primer momento, aunque hay armas más letales como la BFG o la motosierra que aparecerán en sitios muy concretos. La variedad enriquece la propuesta, pero en algunos mapas, al componerse en su mayoría de pasillos, incita más al uso de armas a corta distancia, es decir, la escopeta. No creo que Doom se convierta en el sucesor en primera persona de Gears of War y sus duelos mano a mano con escopetas, pero será el arma más usada sin lugar a duda. Los mapas, sin ser muchos, serán suficientes para disputar todas y cada una de las modalidades de este modo multijugador. Tendremos tanto simétricos como asimétricos, algunos más despejados y otros más pasilleros, otros con portales y otros con varias alturas, etc etc. Saber dónde sale cada runa demoniaca, las armas especiales y conocer al dedillo cada pasillo será fundamental para alzarnos con la victoria.

Por último tenemos que comentar el doblaje en español que se ha realizado en esta vertiente online. Vale que no sea tan importante como el doblaje que pueda tener su modo campaña, pero echamos en falta algo más de énfasis en las palabras, un poco más de música cuando comienza la acción y muchos más sonidos contundentes de armas, explosiones y pisadas por todos los lados.

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Existen pequeños modificadores en el modo online que nos facilitarán un poco más las cosas.

Modo SnapMap: el innovador

El editor de Doom, la gran apuesta de la compañía para que su juego dure y perdure durante años gracias al feedback de los usuarios y de sus creaciones. Una herramienta donde podremos hacer mil y una historias, modos de juego y fases de todo tipo. El éxito de SnapMap aún se desconoce, aunque hemos de admitir que a día de hoy existen buenas ideas. Por citar ejemplos, ya podemos ver juegos de carreras de obstáculos, pianos gigantes con el que crear canciones, modos hordas, recreaciones de mapas de los Doom clásicos, juegos de puzles, etc. Algunas de estas fases incluso tienen opción para hasta cuatro jugadores de forma cooperativa, y teniendo el usuario el control directo de la dificultad, enemigos en pantalla y uso de las armas, en más de una ocasión vamos a tener que tirar de una “ayudita extra” para superar los desafíos propuestos. Es más, gracias a SnapMap, hemos podido recuperar mapeados del modo Deathmatch de los primeros Quake, con la velocidad y ritmo característicos de la saga.

Crear será muy fácil, independientemente de que tengas consola o PC, debido a la clarificación de sus menus y al manejo intuitivo que tiene. Todo estará dividido en unas estancias predefinidas que podremos colocar según nos convenga, y posteriormente, podremos ir habitación por habitación modificando los elementos en pantalla, ya sea colocando enemigos, puertas, barriles, armas, etc etc. Un punto fuerte que tiene este editor es la posibilidad de compartir mapas creados independientemente de la plataforma en la que se dsarrollen. Es decir, que aunque posea una Xbox One, alguien con PC o PS4 podrá jugar un mapa creado en mi consola. Este punto clave será decisivo para fomentar la comunidad de jugadores.

Puntuación
Gráficos
85 %
Sonido
85 %
Jugabilidad
100 %
Duración/Diversión
95 %
analisis-doom-la-vuelta-del-rey-del-shooter Puede que el juego tenga pequeños fallos en su apartado gráfico, puede que los efectos de sonido no sean tan buenos como uno esperaba (aunque el juego venga doblado al español), o puede que su apuesta en el modo multijugador no sea todo lo equilibrada posible ni del gusto de todo el mundo. Pero una cosa queda clara, en jugabilidad, en esencia del shooter, en juego directo, en manejo intuitivo, y en definitiva, en FPS donde la mayor baza es disparar, ahí nadie supera a Doom. Desafiante a rabiar (sobre todo en los niveles altos de dificultad), rejugable si queremos encontrar todos los secretos y con un sentido homenaje al género, este reboot de Doom posiblemente sea de los más cuidados que veremos gracias al mimo y esfuerzo que ID Software ha depositado. Alegría para los veteranos del género, y sorpresa grata a los que se inician con la saga.

13 COMENTARIOS

  1. Doom Doom para todos. Haber sí me lo pillo pronto. Pero entre selectividad, la remasterización de Dead Island y la expansión de The Witcher 3 no voy a dar a basto…

  2. El mejor juego de primera persona en lo que va de año y posiblemente el del reto también
    Buen análisis y gratas impresiones que me deja este Doom
    Tendrá que esperar a todo lo que tengo por delante pero la historia me atrae mucho[emoji106]

    Enviado desde mi Redmi Note 3 mediante Tapatalk

  3. Gran análisis!!

    Creo que te ha faltado por destacar la música, que es increíble y sobre todo está muy bien usada.

    Sobre el multijugador, con todo el dolor de mi corazón, he de decir que ha sido una gran decepción. No porque no sea capaz de divertir, es una pasada, pero está completamente roto. Hay muchísimo lag, no hay selección de servidores por zona geográfica y eso ya me hace pensar que igual ni hay servidores en Europa. Va casi siempre FATAL, te matan estando detrás de una pared, o aparentemente de un solo disparo o vas con ventaja para coger una runa u objeto y ves como se lo lleva otro que ha llegado más tarde. Si a esto le añadimos que es un juego muy de combate cercano pues pasa como con Gears of War, ese lag se nota muchísimo más y estás vendido frente a los guiris.

  4. […] Cuando en 2016 llegó Doom a nuestras manos no lo podíamos creer. Ese reinicio de la saga tan fresco, demoledor y heavy era un culatazo en toda la cara; Doom no es otra cosa que acción desenfrenada, demonios y armas loquisimas con las que hacerle frente a esos engendros del inframundo de las maneras más brutales jamás imaginadas. Todo un acierto de reebot en una saga muy querida por la comunidad, que tanto ha aportado al mundo del videojuego y que incluso ha servido de inspiración para otros muchos desarrolladores. […]

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