Una aventura llena de puzzles, incógnitas y algo más tiene para ofrecernos Doodle God: Crime City

La saga de videojuegos Doodle God se ha mostrado en cada una de sus entregas como una propuesta de puzzles sencilla a primera vista pero con un buen toque de complejidad a la hora de jugar y resolver los diferentes enigmas. En principio JoyBits, desarrolladora y distribuidora del videojuego, se enfocó en apuntar los primeros títulos de esta saga a los puzzles y a la estrategia, posteriormente fueron llegando videojuegos que apuntaban más a los “objetos ocultos” y un claro ejemplo de ello es Doodle God: Crime City, el título que nos acompaña en esta ocasión y que es exactamente la entrega más recientes de la saga.

Doodle God: Crime City es un videojuego de puzzles que hace énfasis en la búsqueda de objetos ocultos. Por lo general los títulos de este estilo tienden a ser bastante sencillos en cuanto a sonido, gráficos e historia y le dan más importancia a la jugabilidad como tal. Pero en esta ocasión parece ser que no, aunque si bien el apartado visual, la música y el argumento no son los aspectos que más resaltan del juego, si es importante decir que no están descuidados del todo.

Doodle God: Crime City

En primera instancia la historia que nos aborda en el juego nos ofrece dos caminos que debemos escoger y transitar a medida que avanzamos. Pero principalmente nos pondremos en los zapatos de un cauteloso y a la vez arriesgado criminal que busca hacerse un lugar en las calles; con cada acción podremos ganar más fama pero también podremos ser presas fáciles tanto para la justicia como para los jefes de otras bandas criminales. El segundo camino por el que podemos optar es el de la policía y nuestra tarea es ir detrás de aquellos delincuentes, investigar y atrapar al ladrón o al asesino. Esta última la podemos considerar una linea alternativa pero juega un papel fundamental por donde quiera que lo veamos.

Queda claro que el argumento del juego está bien, tiene sentido pero hasta ahí, no es lo que más resalta como ya lo he mencionado. Vamos entonces a analizar el aspecto visual del juego y para empezar es importante mencionar que en títulos como este no esperemos ver gráficos de alto calibre, iluminación perfecta y detalles profundos pues todo se resume en dibujos coloridos, movimientos superficiales; veremos también un escenario interactivo que solo nos muestra objetos estáticos con los cuales nos relacionamos. Los personajes, que en varias ocasiones serán parte de nuestro inventario de objetos con los cuales obtenemos consejos, pistas y demás, no dejan de ser siluetas sin mayor movimiento. Los objetos en general cuentan con un buen detalle, colores cálidos y formas geométricas precisas que encajan perfectamente con la temática y ambientación del juego.

Doodle God: Crime City

Al momento de resolver algún puzzle o simplemente al momento de descubrir un nuevo objeto no viene mal un buen ritmo de fondo y por lo menos en Doodle God: Crime City no se ha descuidado en este aspecto y por lo visto han optado por incorporar una serie de melodías suaves y a la vez atractivas para cada uno de los escenarios, es decir que si vamos a jugar en los diferentes modos de juego escucharemos una música de fondo un tanto diferente para cada uno. Los sonidos son limpios, brillantes y no hay distorsión alguna; pero a pesar de que hayan melodías diferentes al final resultarán muy genéricas, eso sí si llevas buen rato jugando. En general es una buena ambientación musical pero al final es repetitiva como la jugabilidad.

Y hablando de jugabilidad, llegó la hora de abordar uno de los elementos que más llaman la atención en el juego. Inicialmente las instrucciones son claras y más aún que están también en español; todo consiste en emparejar dos de los muchos objetos que tendremos en pantalla (de lado izquierdo tendremos lugares y personas, del otro lado tendremos armas, herramientas y pistas). Aquí hemos de pensar un poco pues no todos los objetos se permiten unificar entre sí y es por eso que dispondremos de algunos “datos imprescindibles” en cada caso, ya sea una investigación o un robo, para así contar con un orden lógico. Cabe resaltar que los objetivos y las misiones son distintas, sin embargo la mecánica de mezclar máximo dos objetos siguen siendo la misma y no, no es un gran problema porque de eso se trata el juego pero lo que si llega a ser un problema es lo repetitivo que resulta el hecho de combinar objetos que por lo general son los mismos. Ni siquiera en los modos de juego alternativos veremos un cambio notable, tanto en la campaña como en el modo ciudad (en donde puedes cometer tantos delitos o atrapar a tantos criminales como puedas) apreciaremos constantemente los mismos objetos. No se trata de exigir una jugabilidad cambiante conforme se avanza en el juego pero no estaría mal una variación en cuanto al inventario y también en el escenario ya que veremos los mismos edificios en la misma zona durante casi todo el juego lo cual es algo que no ayuda mucho.

Doodle God: Crime City

Finalmente y después de repasar cada uno de estos aspectos me permito dejar claro que, si buscas un título con el cual puedas poner a prueba tu mente por un buen rato, esta nueva entrega de la saga Doodle God es una buena opción. Aunque si eres de aquellos que se fastidian con lo monótono entonces no te recomiendo mucho que te inclines por este juego. Por lo demás Doodle Crime responde bastante bien y lo más importante es que no te la dejará tan fácil con algunos rompecabezas así que piénsalo bien al momento de hacer valer la ley o ir en contra de ella.

Doodle God: Crime City

6,99 €
7

Gráficos

7.0/10

Sonido

7.0/10

Jugabilidad

9.0/10

Duración

6.0/10

Historia

6.0/10

Pros

  • Visualmente es llamativo; cuenta con dibujos bonitos y coloridos
  • Está en español
  • Los puzzles tienen un buen nivel de complejidad

Cons

  • La música es monótona
  • La jugabilidad llega a ser adictiva pero repetitiva
  • La historia es bastante corta

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