Análisis de Steel Rats para Xbox One

A veces las apariencias engañan, y donde parecía tener un indie genérico por analizar me he encontrado con una curiosa mezcla de géneros que, entre nostalgia de infancia y otras referencias, me ha sorprendido para bien. Con esta premisa, hoy vamos a hablar de Steel Rats, de motos y robots va la cosa.

El apocalipsis mecánico se ha desatado. Los robots han llegado para conquistar este planeta y eliminar a todo aquel que se oponga o se cruce en su campo de visión, lo que suceda primero. Esta horda mecánica no se anda con medias tintas. Así pues empezamos nuestra historia a lomos de la moto de un joven chatarrero que debe escapar de una “guarida de ratas” a la vez que supera un tutorial bastante bien llevado. Si bien la trama pueda no ser lo más innovador del mundo, si tiene su punto a nivel macarra y tecnólogo con una estupenda ambientación noir aderezada con enigmáticas cinemáticas tras cada capítulo.

Una curiosa mezcla de géneros que

Entre otras cosas, al ponerme a los mandos de la moto he hilado referencias como Mad Max o los Motorratones de Marte. Todo esto batido junto a Trials Fusion y un poco de progresión de personaje. Probablemente penséis que es una locura meter estas cosas juntas, más el resultado resulta sorprendentemente satisfactorio. Podemos ver este título como un cóctel de nostalgia ochentera con ese toque de juego de trial.

En Steel Rats nos encontramos una historia de camaradería y pasión por las motos. “No sin mi moto tío”. Pues todo se sucede a lomos nuestras fieles compañeras de dos ruedas. Tras un apocalipsis que ha asolado la Tierra debemos reunir a la banda y encontrar la forma de sobrevivir. Con esta premisa recorreremos desde el subsuelo hasta los cielos en busca de los restos de la civilización.

Una historia de camaradería y pasión por las motos

A nivel jugable lo que tenemos es un Trials al uso. Diferentes pistas que recorrer superando obstáculos. Sin embargo no es tan “sencillo” como acelerar y frenar para calcular saltos y evadir obstáculos. En esta ocasión nos atacarán máquinas. Entre las cuales destacan jefes de zona y persecuciones frenéticas. Además no solo podemos ir hacia adelante, sino hacia atrás volteando la moto e incluso cambiar de carril en paralelo. Con estas mecánicas básicas el juego propone puzles a superar subiendo y bajando edificios o recorriendo carreteras mientras combatimos toda una suerte de enemigos mecánicos. Pero no estamos solo ante el peligro, la moto viene equipada con sierras en la rueda delantera que hacen a la vez de arma como de herramienta.

Mientras arrollar a un robot con la sierra encendida lo matará, también podemos usar este afilado accesorio para trepar tuberías y romper obstáculos. Las mecánicas posibles son saltar pulsando Y, atacar pulsando X, Encender la motosierra o acelerar con la A, disparar con LB(esta acción requiere conseguir munición por el escenario). Si pulsamos dos veces seguidas la A la moto consigue una aceleración rápida, esto es útil para alargar un salto o escapar rápidamente. Finalmente RT sirve para acelerar mientras que LT hace de freno y marcha atrás. Sin olvidar la posibilidad de hacer el caballito, que aunque parezca trivial es útil para superar trampas y sumar más puntos al final del recorrido.

Podemos usar este afilado accesorio para trepar tuberías

Los primeros pasos son sencillos, pues tan solo nos piden dar algún salto, eliminar pequeños enemigos y remontar alguna pared sierra en ristre. Sin embargo una vez superado el tutorial descubrimos que hay varios personajes jugables. Además cada uno presenta particularidades y formas de ataque diferentes. Las habilidades y variaciones van relacionadas al rol y personalidad de cada personaje. De esta forma tenemos al tecnólogo, el tipo duro, la velocista, el acróbata…

No solo presentan variaciones en su movilidad y capacidades, a su vez cada personaje puede desarrollar nuevas posibilidades y adquirir mejoras. Desbloquear estas aptitudes depende de nuestra pericia durante el avance de cada nivel. Pues debemos superar determinadas puntuaciones y reunir chatarra para acceder a las mejoras y poder adquirirlas. Para reunir más puntos cada escenario ofrece desafíos a superar. Sin duda una buena forma de aumentar la rejugabilidad.

Si miramos más de cerca como afecta todo esto a Steel Rats, podemos observar que cada personaje dispone de una barra de salud y una de energía. La de salud se consume cada vez que recibimos daños. Además una caída fatal implica la perdida de un sector completo de salud. Por otra parte la energía se consume al encender las sierras de la rueda o usar habilidades. Este indicador se regenera solo pasado el tiempo o reuniendo recuperadores por el recorrido. La salud es recuperable siempre y cuando encontremos un centro de reparación, pero cuidado porque son de uso limitado. Si aun así algún piloto pierde toda la salud este deja de estar disponible hasta terminar el nivel. Puede ser importante decidir que piloto usar en todo momento para gestionar el deterioro (Se puede cambiar de piloto pulsando un botón en cualquier momento).

Puede ser importante decidir que piloto usar en todo momento

En definitiva, Steel Rats es un soplo de aire fresco al género del trial. Dado que no se limita a ser solo un juego de saltos y acelerones en moto. Además es capaz de integrar una narrativa eficaz, aunque no compleja, para generar un juego de puzles y ciencia ficción. Y todo esto sin tener que bajar de la moto. Si bien la banda sonora es bastante básica, si dispone de algunos temas memorables que crean un ambiente muy melancólico, todo dentro de la estética noir post apocalíptica que emana.

Steel Rats

14.99
7.5

Gráficos

7.0/10

Sonido

8.0/10

Jugabilidad

8.0/10

Duración/Diversión

7.0/10

Pros

  • Divertido y ágil
  • Diseños originales en escenarios
  • Buena ambientación

Cons

  • Físicas traicioneras
  • Banda sonora sencilla
  • Gráficos algo sencillos

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.