Análisis de Spectra 8 Bit Racing

Estos días de verano en los que tanto calor hace muchos están disfrutando de sus vacaciones por lo que es normal que le dediquemos más horas a la consola, sin embargo, el mercado está parado por vacaciones y nos llegan títulos con cuentagotas.  Aunque ahora parece ser el momento para los títulos independientes ya que su lanzamiento no coincidirá con alguno de un juego triple A, aun así seguro que a muchos se nos pasan algunos juegos por alto ya que muchos ni si quiera anuncian su lanzamiento y simplemente aparecen en el bazar.

Este podría ser el caso de Spectra: 8 Bit Racing, un juego desarrollado por Gateway Interactive, que nos propone una experiencia de carreras arcade retro más pertinente de recreativas que de consolas. En Spectra surcaremos el espacio en pistas generadas aleatoriamente en las que tendremos que esquivar obstáculos y recoger unos cubos para aumentar nuestra puntuación.

Prácticamente ese es el objetivo de este título superar cada pista que nos proponen, si es que podemos, esquivando los obstáculos y cogiendo cuantos más cubos mejor. Aunque también podemos ir al límite y rozarnos con los obstáculos para obtener más puntos, pasar por una especie de turbos para conseguir más velocidad y que se multiplique nuestra puntuación o pasar por unas rampas para conseguir puntuación aérea. La tarea no es nada sencilla puesto que el juego tiene una dificultad bastante desafiante.

Este juego fue diseñado para móviles, de hecho esta versión que recibimos en Xbox One es una adaptación de ésta. A pesar del que trabajo de adaptación ha sido bueno hemos notado que la jugabilidad podría estar mejor realizada. Únicamente necesitaremos del stick izquierdo, la cruceta o los gatillos para movernos por la pista aunque sentimos que el control no es del todo preciso puesto que la nave que manejamos se muestra poco preciso.

El aspecto más importante de este juego que nos estábamos reservando para profundar más en él es su apartado sonoro. Este apartado es el más destacable y notable del juego puesto que Niamh “Chipzel” Houston, una joven promesa que compone y produce música de estilo chiptune, ha creado unos temas muy vibrantes, pegadizos y llenos de energía que hacen que nos sumerjamos en Spectra a la par que construye una ambientación retro futurista muy absorbente. La  ambientación se debe toda a la música del juego y en parte a la estética y sus coloridos fucsia y naranja.

El ritmo de la música también marca el diseño de las pistas en ciertas manera ya que según el tempo de la canción irán apareciendo más obstáculos, curvas y bifurcaciones. A pesar de que la inmersión y la afinidad entre música y pista es buena, nos hubiera gustado que el ritmo de la música hubiera tomado más relevancia y hubiera supuesto algo más de peso en lo jugable.

El juego cuenta con un total de 10 pistas o niveles, cada uno corresponde a una canción y deberemos de aguantar en la pista sorteando obstáculos y recogiendo cubos lo que ésta dure. La verdad sea dicha completar los niveles es costoso, pero no es necesario completarlos al 100% para desbloquear las siguientes fases por lo que tendremos acceso a todas fácilmente. El número de canciones disponibles nos parece muy corto a pesar de que cuando los completemos en el modo normal podremos volver a jugarlas en modo hardcore dónde realmente encontraremos el desafío de este juego.

Además, el título cuenta con un modo random en el cual se selecciona una pista al azar. No encontramos mucho sentido a este modo más que pueda servirnos para practicar, y ni con esas ya que el progreso que obtengamos en el nivel se guarda de igual forma que si jugamos las canciones en orden. También comentar que el modo random no está muy bien hecho puesto que muchas veces toca la misma canción y una vez acabemos o fracasemos en el nivel que estemos jugando saltaremos a la canción siguiente del listado en orden.

Spectra es un juego arcade que nos recuerda a títulos como AudioSurf, Wipeout, F-Zero y títulos por el estilo. En eso casi todos los medios de comunicación del sector coincidimos, pero también coincidimos en que ni de lejos está a la altura ya que se queda muy corto en contenido y peca de poco ambicioso. No entendemos como en el tiempo de desarrollo de la adaptación no han decidido añadir más modos, pistas y demás… cosa que le hace falta porqué si divierte, pero a ratos cortos. Es una buena propuesta aunque sus apartados son muy sencillos, exceptuando el apartado sonoro que es una delicia que homenajea a la música de los años 80.

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