Estrategia y combates por turnos sobre tablero manteniendo todo el sabor de los viejos juegos de dados, en un juego duro y exigente, pero muy cuidado.
¿Qué es Space Hulk: Tactics? Lo hayás jugado o no (¿Quizá vuestros hermanos mayores?…) seguro que os suena Warhammer 40000, un juego icónico de Games Workshop; estrategia sobre tablero, dados y un montón de figuritas que vuestro primo el friki se pasaba el día pintando a mano, ¿A que sí? Si en vez de vuestro primo el friki érais vosotros, bienvenidos al club…
Este universo, rico y complejo dentro de su sencillez, ya había sido adaptado antes a los videojuegos con escaso éxito en títulos de diverso estilo: acción directa, rol… pero del que nos vamos a ocupar, este Space Hulk: Tactics que ya tenéis en Xbox One desde el 9 de Octubre, adapta fielmente el juego de tablero en el que se basa, Space Hulk. Y lo hace respetando no sólo el lore y la ambientación, sino el sabor del tablero, la jugabilidad de los combates por turnos y la emocionante aleatoriedad de la suerte, aunque no haya dados, en un juego de estrategia duro y exigente pero exquisitamente cuidado en sus detalles.
Desarrollado por Cyanide Studios y distribuído por Focus Home Interactive, Space Hulk: Tactics nos sumerge en la eterna guerra entre la humanidad, que llevaba siglos dominando el espacio y una raza alienígena llamada Tiránidos, llevándonos al inmenso Pecio, una enorme amalgama de naves espaciales apegototonadas y medio fusionadas que viaja por el espacio en peligrosa órbita y donde tendrá lugar la batalla.
Nada más empezar tendremos varios modos de juego, siendo el principal la campaña (luego nos ocuparemos de los demás) y donde antes de desembarcar en el Pecio habrá que tomar dos importantes decisiones. La primera la dificultad. Sólo hay dos disponibles, Normal y Difícil. Y luego qué bando queremos comandar, los soldados humanos, llamados Blue Angels o los aliens, los genestealers (una facción de los Tiránidos). Cada uno tiene sus propias habilidades y su encanto. Yo como veréis por mis capturas, soy un clasicote y he usado los aguerridos soldados espaciales.
Pero también probé un poco el otro bando (podéis guardar hasta tres campañas simultáneas) y hay que señalar para que vayáis preparados que la jugabilidad cambia sutilmente. Los humanos como soldados que son tienen armas de fuego (aunque también pueden atacar cuerpo a cuerpo), mientras que los alienígenas sólo atacan cuerpo a cuerpo y tienen habilidades de sigilo, de las que los humanos con sus enormes y pesadas tecnoarmaduras carecen. Ninguno es mejor que otro, sólo diferentes y al gusto de cada cual.
Tras elegir bando unos buenos vídeos introductorios os pondrán en situación y al lío. El juego (ya entraremos en detalles después) visual y sonoramente está muy cuidado y os mete en situación con mucha efectividad.
Una vez llegado al Pecio con nuestro grupo de soldados (en mi caso) empieza lo jugable. Cada misión tendrá una misión que nos llevará hasta el objetivo final: limpiar el Pecio de aliens y salir vivos.
Desplegamos nuestra escuadra de cinco marines, comandados por un Capitán y seguido por un Sargento, un Artillero y dos Incursores. Hay sutiles diferencias de habilidades entre unos y otros pero el control es igual para todos. En un mapa perfectamente (como en el juego de tablero) dispuesto por cuadrículas tendremos que movernos por turnos (moveremos toda nuestra escuadra antes de que sea el turno del enemigo) gastando unos puntos de acción de los que disponen cada miembro de la escuadra.
Siempre tendremos en el margen izquierdo (como veis en la captura de arriba) la disposición de nuestra escuadra y los puntos que les restan a cada uno. Una vez agotados estos, tras movernos o realizar acciones como abrir puertas, no habrá más remedio que dar por finalizado el turno (pulsando el botón Vista). Será el turno del enemigo (el juego nos mostrará sus acciones: desplegarse, moverse o atacar) y vuelta a empezar.
El modo de visionado del juego es como queramos, en esto tenemos libertad total. Podemos usar la vista isométrica pudiendo mover la cámara a nuestro antojo a mayor o menos distancia y rotándola cuanto queramos para explorar bien el entorno. Hay que decir que es demasiado sensible y en los estrechos pasillos se vuelve un poco loca. Podemos (y debemos) ajustar su sensiblilidad en las opciones para no marearnos más de lo necesario.
Pero también, con un sólo toque de la cruceta, podemos jugar en primera persona. Esta cámara es la que nos hará apreciar los buenos gráficos y detalles del juego, pero hay que decir que jugablemente es muy poco práctica.
De todas formas, aunque juguemos casi siempre con la cámara isómétrica, cuando hay muertes o escenas espectaculares tendremos una “kill cam” muy chula para recrearnos en la determinante acción que acaba de ocurrir.
Hay muchísimas cosas para hacer en cada turno (dependiendo de la situación, claro). Moverse es lo más básico y hay que hacerlo bien. Todos los escenarios suelen ser muy estrechos y hay que saber disponer bien la escuadra, a veces dividiéndola en un par de equipos pues los mapas (que siempre vemos) son a cada misión más intrincados y complejos.
Los combates se resuelve de la misma forma: con puntos de acción y tirando de nuestra habilidades o gastado las cartas que ganamos al cumplir objetivos y desafíos. Estas cartas se pueden usar por cualquier mienbro del escuadrón dentro de su turno y son acciones únicas que nos ayudarán en más de una ocasión. Tras cumplir la misión, vuelta a la base a recibir nuestras recompensas, como nuevas habilidades y equipo que nos serán muy útiles en las siguientes y cada vez más complicadas misiones.
Los enfrentamientos, pese a ser un juego por turnos, hay que decir que son emocionantes e intensos, algo que viene dado sobre todo por el hecho de que nuestros soldados no tienen barra de salud ni nada parecido. Aquí el éxito o el fracaso en los combates se resuelve rápido: o morimos o matamos de un sólo golpe. Algo que hace que tengamos que planificar con esmero la estrategia y dosificar bien nuestras posibilidades antes de cada movimiento.
Por supuesto, aparte de la Campaña hay más modos de juego. Tendremos Misiones online contra equipos de otros jugadores a través de Xbox Live y tenemos las Escaramuzas, misiones rápidas con un equipo propio que podremos crear, darle nombre y usar para estos modos, ganando puntos de prestigio y nuevo equipamiento así como elementos estéticos para tunearlo a nuestro gusto.
Incluso tendremos un Editor de Mapas para crear y diseñar nuestras propias misiones que podremos subir al online del juego para que todos los jueguen en las Escaramuzas.
Desde luego, si la fórmula jugable os atrapa, tenéis juego para rato.
Gráfica y técnicamente Space Hulk: Tactics es un juego muy bueno, así sin darle más vueltas. El aspecto gráfico está muy cuidado haciendo un uso excelente del Unreal Engine, aunque como señalamos antes como mejor lo apreciaremos es con la poco práctica cámara en primera persona. Modelados, texturas y detalles son de notable alto y la ambientación, sirviéndose también de los excelentes efectos de sonido, es soberbia.
No hemos encontrado grandes fallos más allá de la cámara isométrica, demasiado sensible, y de unos textos (en un juego en el que los textos son imprescindibles en la jugabilidad, no en los dialógos que son escasos y sin demasiada importancia) terriblemente pequeños. El que juegue con la nariz pegada al monitor no tendrá demasiados problemas pero cuando juegas desde un sofá como un servidor (más habitual en consolas, algo que parece en esta generación han olvidado todos los desarrolladores) cuesta las pupilas leer las numerosas instrucciones que nos van guiando.
En realidad casi todas las quejas con Space Hulk: Tactics son jugables, no gráficas ni técnicas. El juego es exigente, (lo cual está bien) pero poco amable con los jugadores poco habituados a la estrategia por turnos por tablero. Las recompensas son escasas y las posibilidades de personalización de nuestra escuadra se nos antojan cortas (algo mejores en el online). También la variedad de enemigos podría ser mayor, máxime cuando en el universo Warhammer hay muchas razas alienígenas y facciones humanas. Limitarse sólo a clase de una raza, los genestealers, nos parece sorprendente.
Conclusiones:
Space Hulk: Tactics es un magnífico juego de estrategia por turnos sobre tablero. Es duro, es exigente y no es amable, al igual que el universo en el que se ambienta. Se tarda en dominar y nos aprieta las tuercas por todas partes, a veces con acierto (combates sin segundas oportunidades ni posibilidad de chetar demasiado a nuestro equipo) y a veces por descuidos (ésa cámara o esos textos minúsculos).
Pero en general es un juego notable, cuidado y con muchísimo contenido y si sus propuestas os enganchan (no son para todo el mundo) ofrece la experiencia más cercana a los viejos juegos de tablero y dados que podéis probar en Xbox One. Además sale a muy buen precio…
Hemos analizado este juego en Xbox One S con una versión digital gracias a un código facilitado por Focus Home Interactive, a los que damos las gracias.