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Análisis de My Time At Portia

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Análisis de My Time At Portia para Xbox One

En esta ocasión vamos a intentar hablar de un juego muy extenso, casi interminable. Hoy tenemos entre manos My Time At Portia. Un título que mezcla varios géneros y que consigue un equilibrio bastante interesante entre ellos para traernos una aventura divertida, adictiva y bastante original en la plataforma de Xbox.

Comenzar a hablar sobre My Time At Portia es complicado. Pues es un título con muchos matices y material por analizar. Comenzaremos con la premisa de nuestra aventura. Nuestro personaje, el cual podemos personalizar y dar nombre, llega en barco a la región de Portia. Por lo visto el padre del susodicho era un conocido constructor y nuestro objetivo es recoger su testigo. Nada más llegar se nos dará la bienvenida y nos mostrarán nuestra pequeña casita a las afueras del pueblo. Mediante una misión guiada nos pondrán en contexto de la situación del mundo y nos darán nuestra licencia de taller.

Con todo esto ya estamos listos para empezar nuestra propia aventura. El taller es realmente la pieza clave en todo esto. Dado que la construcción es una parte fundamental en el desarrollo de la narrativa. Asimismo para realizar las acciones más básicas del juego necesitamos herramientas y artilugios varios. Por ende se nos insta a construir un pico y un hacha como parte de un tutorial bastante bien llevado.

El taller es realmente la pieza clave en todo esto

Con este par de utensilios ya podremos comenzar a reunir materiales básicos para la confección de productos más complejos. El pico permitirá picar piedras, mientras que el hacha ofrecerá talar árboles. Cabe decir que ambas herramientas también son utilizables como armas. Más no hace falta ir por ahí como neandertales, también podremos fabricarnos espadas.

En cada asentamiento podremos encontrar humanos(entre otras cosas) que nos ofrecerán interactuar. Mediante las opciones de interacción podremos realizar acciones simples como charlar, jugar a piedra; papel; tijeras, retar a un duelo o aceptar misiones principales y secundarias. Las acciones que escojamos pueden incrementar nuestra reputación y buena relación con cada personaje. De esta forma se consigue un progreso individual con cada NPC que puede desencadenar recompensas y secretos más adelante.

Como comentaba anteriormente, las misiones nos generarán encargos de varios tipos. Algunas nos pedirán conseguir materiales básicos, otras recuperar objetos perdidos y algunas construir objetos concretos para ayudar a algún ciudadano. Además de las misiones que nos soliciten los propios habitantes podremos adquirir encargos en el tablón de anuncios. Estos se catalogan por dificultad en D-C-B-A y tienen un tiempo límite de respuesta. Es más, cuanto menos tardemos en entregar un encargo mayor será nuestra recompensa.

A todo esto, cada día recibiremos correo en nuestro buzón que, a parte de darnos información sobre el mundo, también otorgará alguna misión o encargo. Como podemos observar el juego produce una cantidad desbordante de posibilidades. Para empezar a completar misiones deberemos construir en nuestro jardín varias herramientas para procesar materias primas. Entre estas podremos encontrar una fundición, un afilador, un telar… Más la pieza clave en todo esto es la plataforma de creación. En esta, mediante recetas, podremos ir construyendo otras herramientas.

Cuanto menos tardemos en entregar un encargo mayor será nuestra recompensa

Entre las opciones más curiosas, podremos encontrar todo un elenco de construcciones relacionadas con la cría de animales y cuidado del campo. Asimismo podremos cultivar nuestros propios cultivos a la par que criar caballos, por ejemplo. Todo esto será posible a medida que vayamos ampliando nuestros terrenos y mejorando nuestra casa desde la empresa de reformas de la ciudad.

Hay que tener en cuenta que cualquier casi cualquier cosa que queramos fabricar tendrá un tiempo de espera que nos obligará a dormir o ir a hacer otras cosas hasta que termine. Pueden resultar algo pesados estos tiempos de espera.

El sistema es sencillo a la par que complejo. Debo admitir que de entrada se me hizo un poco bola. Abriendo el menú de la plataforma podemos escoger que fabricar, además de ver que materiales se necesitan para ello. Es un menú bastante detallado, cada material que necesitemos vendrá acompañado de una guía. Más es el cómputo completo el que genera la dificultad. Por ejemplo, si un puente necesita tablones de madera y ladrillos de piedra, primero deberemos fundir la piedra y generar ladrillos además de convertir madera simple en tablones. Una vez tenemos las materiales primas procesadas las podemos acoplar en el producto final.

Sin embargo las recetas se van complicando. Para objetos más avanzados necesitaremos materiales más raros. Por ende nos tocará salir al mundo a explorar. El juego cuenta con una serie de ruinas a las que podremos ir accediendo según nuestro avance y reputación. En estas nos prestarán unas gafas para escanear el entorno y una mochila cohete. En las ruinas deberemos picar para ir penetrando en la tierra en busca de reliquias y materiales varios.

My Time At Portia también tiene un sistema de combate bastante funcional. Nuestro personaje dispone de salud y energía. Mientras que el daño que recibamos reducirá nuestra salud, cada acción realizada reducirá la energía. Además hay otro indicador que rige la capacidad de evadir o esprintar, por suerte este se recargará con el tiempo. Por otra parte cualquier acción generará experiencia con la que podremos subir de nivel y mejorar nuestro atributos además de escoger mejoras permanentes en el típico árbol de talentos.

No solo mejoraremos nuestro personaje mediante nivel y talentos, también podremos encontrar o confeccionar ropa que equipar que mejore las estadísticas. Además mejorar nuestra casa y añadir mobiliario generará otros beneficios e incrementos. Al final el juego es capaz de generar un equilibrio muy orgánico donde todo lo que hacemos y generamos interactúa mejorando nuestra experiencia.

Una vez ya dispongamos de nuestra primera arma y unos pantalanes limpios podremos ir a ver mundo. Como bien he comentado préviamente hay peligros por toda la región una vez salimos de zonas pobladas. Sin embargo lo más interesante parece estar en las mazmorras. Una serie de lugares instanciados donde nos enfrentaremos a terribles enemigos e incluso jefes finales, quizás no es un Dark Souls pero he llegado a pasarlo mal contra algún jefe.

La primera mazmorra la encontraremos siguiendo la historia principal. Si, My Time At Portia presenta una narrativa bastante competente. Realmente parece tener un trasfondo bastante interesante el juego. Estamos en un mundo post-apocalíptico, la civilización avanzada colapsó y todo quedó reducido a la nada. Más la humanidad volvió a prosperar y ahora investigan el pasado para evitar cometer los mismos errores. Pero como en toda historia de renacer de la humanidad hay dos facciones con intereses diferentes. Por un lado el centro de investigación requerirá los datos que encontremos para investigar el pasado y usarlo para ayudar a la humanidad, mientras que la Iglésia de la Luz nos los pedirá para destruirlos y evitar el que el ser humano vuelva a auto-destruirse.

Como veis My Time At Portia presenta un trasfondo sencillo pero con mucho lore que descubrir. ¿Qué pasó? ¿Por qué pasó? ¿Quién trajo de nuevo la luz…? Para aderezar estas preguntas tenemos un apartado artístico con un aspecto amigable, de estilo cel shading, sencillo pero a la vez detallado. Cada rincón habitado por otros seres humanos tiene infinidad de detalles y colores. De esta forma se genera un ambiente alegre y festivo que invita a que exploremos cada rincón y casa.

Porque el fin del mundo no significa el fin de las sonrisas y en Portia saben como hacer feliz a la gente. Mediante el calendario del juego podremos consultar eventos y estar al día de lo que pasa en la ciudad. Además podremos participar en ellos activamente pudiendo recibir regalos y materiales por completar las diferentes actividades cíclicas que proponen.

Porque el fin del mundo no significa el fin de las sonrisas

En definitiva My Time At Portia es un soplo de aire fresco al catálogo de Xbox One. Un juego divertido y repleto de cosas que hacer que hará las delicias de los que busquen una aventura diferente e interminable. Gráficamente puede no ser el top generacional pero cumple holgadamente con su propósito y la banda sonora aunque algo sencilla es capaz de generar el ambiente suficiente.

 

My Time At Portia

29.99
8

Gráficos

8.0/10

Sonido

6.0/10

Jugabilidad

8.0/10

Duración/Diversión

10.0/10

Pros

  • Ambientación mágica
  • Infinidad de posibilidades
  • Rejugabilidad ilimitada
  • Mazmorras variadas

Cons

  • Algo confuso al principio
  • Puede ser tedioso fabricar
  • Las ruinas resultan algo monótonas
  • La IA enemiga es sencilla
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