Monster Crown llega a nuestra consola para ser una buena alternativa a Pokémon ¿Lo conseguirá?
Las comparaciones son odiosas, pero es obligatorio hacerlas con el último juego de Studio Aurum y Soedesco. Su obra no es la primera en recoger el testigo de lo sembrado por Pokémon para adaptarlo bajo su propio prisma. Otros juegos como Temtem o Nexomon han intentado hacerle frente al titán desarrollado por Game Freak . Y aunque en este ámbito es difícil superar al maestro, cada propuesta que le planta cara aporta su granito de originalidad que lo hace especial. Por supuesto, eso mismo le pasa a Monster Crown, que vuelve a un esquema basado en el pixel-art, incluyendo un curioso sistema de combate, sinergias y cría de animalitos que detallaremos en el próximo análisis.

No te olvides leer la letra pequeña
En esta ocasión, toda la acción transcurrirá en el inexplorado mundo de Isla Real. La civilización como tal se está abriendo paso entre la flora y fauna del lugar, donde los humanos y monstruos conviven en paz y armonía. De hecho, todo tiene un aura donde lo políticamente correcto prevalece. Los monstruos que conviven buscan la protección de los humanos, y a cambio los humanos usarán las habilidades de estos monstruos para su propio beneficio. Aquí no existen los entrenadores, sino los domadores. Y nada de pokéballs, en Monster Crown (agarraos bien ahora) lanzaremos pactos que las bestias leerán en mitad del combate. Si les interesa “los términos establecidos” (nuestro nivel de domador, status, etc.) se unirán a nuestra filas. Falta que le hagamos una copia compulsada de ese contrato.

Un psicotécnico para elegir tu starter
La historia del juego sirve como nexo de unión entre las varias zonas que visitaremos. Nosotros seremos un adolescente con grandes pretensiones de ser domador. Nuestro padre, un humilde granjero, nos manda a visitar al rey para mostrarle nuestros respetos. Pero claro, lo que no sabe nuestro protagonista es que por el camino se encontrará a ciertas personas malvadas que ansían con el poder que los monstruos pueden otorgarles.
Puede que al principio Monster Crown sea un pelín forzado. Primero, porque tendremos un lío sobre la familia a la que pertenece cada criatura. Aquí no habrá fuego, agua y tierra como hemos visto miles de veces en juegos de esta índole. Todo girará en torno a los estados que caracterizan a cada monstruo: tenaz, corpulento, cruel, inestable e incansable. Casi nada. Hasta que pillemos el truco sobre las ventajas y desventajas de cada clase pasará tiempo. Por mi parte, siempre tenía un croquis al lado para salir de dudas…

Trabaja en equipo para ser el mejor domador
Los comienzos tampoco es que sean muy divertidos. Se hace cuesta arriba el primer tramo, donde nos obligarán a levelear para poder derrotar al primer enemigo que obstaculiza nuestro paso. Una vez pasado ese tramo, y con más monstruitos en nuestro equipo, todo se normaliza y se hace más ameno. Eso es al menos hasta que llegamos al siguiente pico de dificultad…
Habrá un momento donde nuestro equipo no sea lo suficientemente fuerte. Eso puede ser por dos razones: o bien el nivel de experiencia está “capado” o bien nuestra criatura no da más de sí. Para solventar lo primero, tendremos que enfrentarnos y ganar a los maestros domadores que habitan en Monster Crown. Para arreglar el segundo inconveniente, bueno… digamos que tengamos que dejar a un lado nuestras dotes de entrenador para ocuparnos de la crianza.

¿Has encontrado la media naranja de tu monstruo?
La cría de monstruos será un factor importante en Monster Crown. Para que tengamos un equipo fuerte y consolidado, no basta con ganar combates. En ocasiones, tendremos que emparejar a dos de estos monstruos para que, fruto de su amor, nos aporten una nueva criatura que combine las habilidades especiales de sus progenitores, y además obtenga unas mejores estadísticas generales. Puede parecer un parón importante en el camino (y lo es, no nos engañemos) pero una vez que se le coge “el punto”, no nos quitará mucho tiempo. Además, la experiencia que ganemos en combates posteriores se repartirá de manera grupal, y de esa manera podremos subir rápidamente de nivel a los nuevos integrantes de nuestro equipo.
Otra manera de vencer a los rivales será con el uso de sinergias, un aspecto novedoso y que me parece interesante. Según vayamos alternando diferentes miembros de nuestro equipo, una barra en la esquina inferior se irá rellenando. Una vez completa, podremos desatar un ataque devastador que será crucial en los combates más complicados. Eso si, cuidadito porque los rivales también pueden hacer lo mismo.

Este “bug” no es un bicho de la isla
Hasta ahora por lo visto en el análisis, todo puede parecer interesante. Y de verdad, lo sería si no fuese por ciertos aspectos que empañan la experiencia de Monster Crown. Me parece todo un acierto el aspecto que tiene el juego, emulando las primeras aventuras de Ash en nuestra flamante Game Boy Color. Pero para un juego que proviene de Kickstarter, y que ha tenido tanta repercusión y apoyo económico, yo exigiría algo más a cambio.
El diseño de las criaturas es, cuanto menos, cuestionable. Algunas están muy chulas, otras son muy genéricas. Y ya no es sólo eso, sino que las animaciones a la hora de atacar son nulas. Pocas veces sentiremos una afinidad especial con algún miembro de nuestro equipo, y parte de culpa la tiene la poca expresión que tienen estos bichos. Si a eso le juntamos problemas técnicos que sufriremos por los menús del propio juego, o la lentitud con la que se desencadenan los combates, todo termina siendo muy tedioso. Al menos, como contrapartida, contaremos con textos en nuestro idioma, que además gozan de una muy buena localización.

Conclusión de Monster Crown
Los avezados entrenadores Pokémon tienen una alternativa cuanto menos curiosa con la última propuesta de Studio Aurum y Soedesco. Con las bases jugables que todos conocemos tendremos que embarcarnos en una aventura con aires “retro” donde la acción transcurre más allá del combate “per se”. La crianza será fundamental y una de las maneras más efectivas de hacer nuestro equipo más fuerte, eso sin contar con las sinergias en los ataques entre los integrantes de nuestro equipo y otras habilidades secundarias. Una propuesta que nos puede durar fácilmente 12 horas en completar, pero que nos deja muchos secretos y jefes escondidos por si queremos sacarle más jugo a Isla Royal.
Por desgracia, no todo es perfecto. Que intente recrear el estilo gráfico que vimos en Game Boy Color está bien, pero el diseño de monstruos y sus animaciones dejan mucho que desear. Si junto al pobre estilo de algunas criaturas añadimos unas clases que no son familiares para nosotros, todo se hace un poco cuesta arriba en los primeros compases de la aventura. Pero con paciencia y hábito, pronto cogeremos ritmo y nos familiarizaremos con sus controles. ¿Preparado para ser el mejor domador de la isla?
Monster Crown
29.99€Pros
- Alternativa curiosa y distinta a Pkémon
- Más de 200 especies de monstruos, con sus infinitas posibilidades de crianza
- Aire retro que nos recuerda a nuestros tiempos con una Game Boy
Cons
- Los tipos de monstruo son muy liosos
- Técnicamente es flojito
- Algun diseño de criatura es para dar de comer aparte