Estética noir, con sexo, violencia … ¿Fusionado con mecánicas de juntar tres fichas del mismo color? Así es, todo es posible en el juego Metropolis: Lux Obscura.

Hay veces que los videojuegos no dejan de sorprenderme, si no es por su propia mecánica en sí, es por la fusión de elementos que consiguen aportar un valor extra al producto. Si juntamos una historia potente con elementos de puzles, no se consigue una mezcla de dos ingredientes interesantes, sino que se crea un nuevo producto que puede gustar (y mucho) a aquellos que busquen algo distinto a lo visto hasta la fecha. Es lo que sucede con Metropolis: Lux Obscura, un juego que no es apto para todo el mundo, pero que puede interesar a aquellos que busquen un “conecta 3” con buen arco argumental lleno de violencia, estética noir y sexo.

Una historia adulta contada en viñetas

Parece de broma que en un juego de juntar tres fichas del mismo color tengamos que explicar el argumento, pero en Metropolis: Lux Obscura hace falta por el gran papel que desempeña. Nosotros encarnaremos a John Lockhart, un ex-presidiario que fue condenado injustamente por matar a su amigo. Este anti-héroe apartado de la sociedad querrá respuestas sobre los hechos que le privaron de su libertad, y visitará todos los rincones de la ciudad hasta dar con el culpable de su encarcelamiento y obtener pistas para encontrar al verdadero culpable de la muerte de su camarada. En su larga investigación visitaremos todo tipo de localizaciones, pasando por prostíbulos, muelles e incluso restaurantes regentados por la familia Falcone, los mafiosos mas peligrosos de la ciudad y a los cuales tendremos que recurrir para comenzar a ganar dinero con trabajos varios. Ademas, la historia que trata Metropolis: Lux Obscura no es lineal, sino que podremos escoger la siguiente localización y de esta manera alterar el curso de la trama. De hecho, el estudio Ktulhu Solutions es consciente de lo que estos cambios en las localizaciones implica un cambio en la historia y por eso tendremos cuatro finales distintos dependiendo de nuestras acciones.

Todos los hechos que forman parte del grueso narrativo son contados mediante viñetas, con un estilo que nos puede recordar a los primeros Max Payne o a peliculas como Sin City. Los colores brillan por su ausencia, siendo los tonos grises azulados los grandes protagonistas y brindándonos esta estetica “noir” que encaja ademas muy bien con el tono adulto que tiene el juego. Porque si, hay pocos títulos que son tan explícitos en los desnudos, curvas voluptuosas, violencia, drogas y muerte como lo es Metropolis: Lux Obscura. Puede que incluso a ciertas personas pueda ofenderlas el abuso del machismo que el juego transmite (o por decirlo de otra forma, del rol que desempeña el sexo femenino en la trama). Una historia que por momentos se relaciona con el tablero de piezas que tendremos en los combates y me explico: si en el arco argumental encontramos una pistola, a partir de ese momento tendremos un tipo de ficha con forma de pistola que harán mas daño (obviamente) que las fichas de puñetazos. Pero dejemos a un lado la historia y vayamos al grueso de Metropolis.

Conecta 3…pero con cabeza

Quienes estén habituados a la escena de juegos para móviles pronto habrán encontrado familiar el sistema de puzles de Metropolis: Lux Obscura. Se trata del género “Match 3”, lo que en español se traduce como juntar 3 fichas de un mismo color para hacerlas desaparecer. En este juego, aparte de desaparecer provocarán unos efectos a nuestro rival o a nosotros mismos que serán variados (restar salud al oponente, aumentar nuestro poder de ataque, curarnos con los botiquines, etc). El objetivo es bien fácil: reducir la barra de vida del enemigo a cero. 

El sistema de movimientos de las fichas difiere un poco a lo que estamos acostumbrados. En otro tipo de juegos del mismo género, siempre estamos limitados a desplazar una ficha a la casilla adyacente, aunque en Metropolis: Lux Obscura podremos moverla libremente tanto en su eje vertical como en el horizontal, posicionándola donde nosotros queramos. ¿Esto facilita sus mecánicas? En un primera instancia podemos pensar que si,  aunque según avancemos en su historia nos daremos cuenta de que no vale juntar tres piezas aleatoriamente para vencer, sino que deberemos trazar una estrategia, realizar combinaciones mas largas con cuatro y cinco fichas o encadenar varios golpes seguidos.

Como hemos dicho anteriormente, hay diferentes tipos de ficha que atienden a distintos efectos. No será lo mismo combinar tres fichas de ácido, cuyo poder de ataque es limitado, a usar tres o más fichas de la botella de vidrio rota, que hará el triple de daño. También habrá que cuidar nuestra propia salud, con los botiquines esparcidos por el casillero, así como potenciar otras habilidades como una barra de ira que multiplicará nuestro daño de manera significativa. Habrá que tener especial cuidado con otro tipo de fichas, como son las placas de policía porque mermaran nuestra salud. Al final, pese a ser un sistema muy manido y que todos alguna vez hemos disfrutado, nos enganchará irremediablemente y nos costará bastante dejar de jugar.

Existen ligeros elementos de rol que aportan un toque extra, y es que después de cada combate “subiremos de nivel” potenciando una de las muchas habilidades de Jhon. Desde que los botiqui es nos aporten un mayor porcentaje de vida, hasta hacer mas daño con los puños, mas probabilidades de golpes criticos, menos presencia de placas policiales, etc. el abanico es muy amplio e independientemente de lo que elijamos nos vendrá de perlas para afrontar combates cada vez mas y mas duros.

Hay una pieza que no encaja en el tablero

Lastima que Metropolis: Lux Obscura tenga fallos que nos dejen con un mal sabor de boca. Justo cuando el título comienza a arrancar y ya hemos cogido completamente las mecánicas… la historia termina. Dos horas de duración que nos saben a poco, e intentar encontrar el resto de finales no solventa el problema. Ademas, no hay otros modos adicionales, ni single player ni en multijugador (inexistente e inexplicable a la vez). Al final, una vez que nos pasemos la campaña principal, no habrá otro incentivo para seguir jugando, y eso es algo que el estudio tendría que haber previsto.

Hasta los diálogos infunden estética noir

Cabe destacar el sonido del juego. Es cierto que las voces están en inglés, pero para ser un titulo independiente tienen una calidad excelente y te metan de lleno en la trama. Los textos están en español, un gesto muy de agradecer para no perder el hilo narrativo en ningún momento. La música no brilla tanto como los diálogos, y sobretodo destacaran en los combates, con melodías rockeras, “sucias”, que en algunos momentos me han recordado a piezas clásicas como las que encontramos en Duke Nukem, salvando las distancias.

 

Conclusión

A rasgos generales, Metropolis: Lux Obscura puede parecernos otro juego de “Conecta 3” que tantas veces hemos visto en móviles, aunque la inclusión de una historia bien llevada puede cambiarnos la perspectiva. Su estilo “noir”, lo adulto de su propuesta, con grandes dosis de componente sexual que pocas veces lo hemos visto en un videojuego dejan como resultado un titulo que, sin duda, lo hace especial y diferente. Eso si, lastima que dure tan poco y que no existan mas modos de juego salvo la campaña principal.

Metropolis: Lux Obscura

7.99€
7.8

Gráficos

8.5/10

Sonido

8.0/10

Jugabilidad

8.5/10

Duración/Diversión

6.0/10

Pros

  • La combinación de puzles y su arco argumental
  • Juego serio, adulto y explícito
  • Los juegos "Conecta 3", siempre enganchan

Cons

  • Escasa duración
  • Faltan modos de juego adicionales
  • Llegados a cierto punto, falta algo más de dificultad

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