Si no te gustan Los Pitufos, entonces eres una mala persona
Pese a los diferentes cambios generacionales, modas y maneras de entretenimiento, siempre hemos tenido unos diminutos seres azulados haciendonos compañía. Directa o indirectamente los conocemos de su primera etapa en los cómics, en su grandiosa serie, casettes de música, películas, etc. Por supuesto, no me puedo olvidar de los videojuegos, zona de confort donde hemos vivido miles de aventuras y que hoy repiten gracias a Los Pitufos: Operación Vilhoja. ¿Estás dispuesto a pitufar con nosotros?
¡Los atraparé, aunque sea lo último que haga!
Pierre “Peyo” Culliford creó en 1958 a estos simpáticos seres, y ahora es Osomo Studio, Microids y la distribución física de Meridiem Games en nuestro territorio quienes les insuflan vida gracias a su próximo trabajo. Con cierta estética tridimensional que evoca al “estilo pitufil” a los últimos largometrajes, el objetivo en esta entrega sigue la tónica habitual a la que estamos comúnmente familiarizados. En esta ocasión, Gargamel (no podía ser otro) ha creado la Vilhoja, una planta capaz de atrapar pitufos, e incluso saber su localización. La Aldea Pitufo está en peligro, aunque menos mal que estamos preparados para destruir estos maleficos planes… ¿Pero cómo lo haremos?
¿Como pitufamos este problema?
Pitufo Manitas tiene la solución a nuestros problemas: la pitufumigadora. Gracias a este particular invento, podremos curar las malas hierbas y de esa manera frenar el avance la la Vilhoja. Poco a poco, iremos mejorando las características de este cacharro, con la posibilidad de acceder a zonas que antes resultaban posibles de alcanzar. Eso deriva en que Los Pitufos: Operación Vilhoja sea una propuesta donde la exploración cobra mucho peso, ya sea por beneficio personal de tener todo completo, o por conseguir los elementos básicos para acceder a nuevas habilidades.
Más rico que la zarzaparrilla
La tarea básica que cualquiera de los pitufos que controlamos tiene a su disposición es la de rociar el líquido elemento para sanar todo aquello infectado por la Vilhoja. En cierto sentido, es gratificante ver como vas “curando” el bosque a golpe de pitufumigadora. Aunque cabe decir que puede resultar algo repetitivo hacer siempre lo mismo segun avanzamos en la trama. En parte (y salvando las distancias, obviamente) este accesorio que llevan nuestros protagonistas azulados me ha recordado a la mochila robótica de Super Mario Sunshine, con la que limpiábamos el escenario de toda la porquería sobrante. De hecho, vemos similitudes más allá del chorro que pueden lanzar en ambos juegos, como el ataque en el aire, los propulsores, etc.
Un juego de pitufos para los más pitufos
Pese a la variedad de movimientos, habilidades y mejoras de la pitufumigadora, lo cierto es que luego se aplica de una manera básica. No está mal sabiendo que es un juego destinado especialmente para los más peques de la casa, pero la reiteración de acciones es un hecho que no se puede negar. Más que eso, me ha parecido mal aprovechado el uso de los pitufos en sí. Iremos controlando a varios habitantes de la aldea pitufo… y ninguno destaca en nada. Pitufo fortachón, Putifo Filósofo, Pitufo Cocinero, Pitufina…todos hacen lo mismo, sin distinción alguna. Es una capa que se podía haber explotado un poco más.
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Por suerte, cualquier fan de estos seres encontrará bonitos homenajes a lo largo de la aventura. Empezando por Papá Pitufo, habrá un gran puñado de habitantes de la Aldea Pitufo a quien ayudar, charlar e interactuar. Y hablando de interactuar, no puedo dejar pasar por alto la opción cooperativa local que posee el juego. Un buen punto para disfrutar en compañía de Los Pitufos: Operación Vilhoja.
Entra por la vista y el oído, al igual que una tarta de pitufresas horneándose
En cuanto al apartado gráfico, todo como podéis ver en pantalla es muy colorido, como habría de esperar. Cada zona que exploramos es suficientemente grande como para echar un buen rato en ellas, con mil y un coleccionables a la espera de ser encontrados. Puede que la tasa de frames sea lo único en este aspecto que me chirría, no siendo tan fluido como a mí me hubiese gustado experimentar. Lo que sí tengo que alabar es el gran doblaje que posee el juego. No sólo eso, sino que las escenas introductorias y los letreros se han localizado (y rimado) para que encaje y tenga sentido en nuestro idioma.
Conclusión de Los Pitufos: Operación Vilhoja
Pensado para los más peques de la casa, la nueva aventura de los Pitufos nos ofrecerá horas y horas de diversión directa. La pitufumigadora es la gran protagonista de esta aventura, y gracias a sus poderes podremos sortear los obstáculos que nos acechan y curar a las plantas infectadas por la Vilhoja. Puede que no reinvente la rueda del género, o que no se le saque todo el jugo a los protagonistas seleccionables, pero su apartado gráfico tan colorido, el doblaje a nuestro idioma y la opción cooperativa local son factores que inclinan la balanza favorablemente, seas o no seas fan de estos simpáticos seres diminutos.