Lords of the Fallen renace manteniendo su esencia, pero con novedades de peso que otorgan mucha mas profundidad a un título, ya de por sí, bastante denso.
Lords of the Fallen es la secuela del conocido lanzado en 2014 para consolas y PC, con el que comparte nombre. Este soulslike de acción y fantasía oscura en tercera persona es una reinterpretación de todo lo que nos brindó el título en su primera edición. Pero con algunas ciencias que son definitorios. Para empezar, Lords of the Fallen ha cambiado de manos si nos fijamos en el desarrollador. Aunque el editor o publisher sigue siendo el mismo, CI Games, el estudio encargado del trabajo ha sido HexWorks. Este estudio fundado en 2020 que ha estado, desde su creación, enfocado en el desarrollo de este Lords of the Fallen. Como anécdota, Hexworks, con este nombre tan anglosajón, es un estudio español que cuenta con dos sedes, una en Bucarest y otra en Barcelona.
Adyr está de vuelta
La historia de este Lords of the Fallen se desarrolla varios milenios después de los eventos del juego original de 2014. Volveremos a asumir el papel de un cruzado de la oscuridad. Abanderaremos el enfrentamiento con las huestes del dios de los demonios, Adyr. Adyr ya fue derrotado hace milenios, pero muchas señales indican que la resurrección de esta temible criatura está cerca.
Con este marco narrativo, Lords of the Fallen ofrece una aventura totalmente nueva en un mundo que es cinco veces más grande que el escenario del juego original. Como cruzado de la oscuridad, podremos movernos por Axiom, el plano de los vivos, y el Umbral, un mundo de los muertos que funciona como una dimensión alternativa. Con la ayuda de la luz de la Lámpara del Umbral, un artefacto impío capaz de mostrar ese mundo alternativo, podremos explorar el mundo a nuestro antojo.
Mucha exploración al estilo metroidvania
Y es que Lords of the Fallen, a pesar de su marcado estilo soulslike del que dan fé sus puntos de resurrección, almas (vigor) para subir de nivel, bosses muy Darksoulianos, esquivas y parrys como método de combate y una alta dificultad; da una vuelta de tuerca introduciendo una faceta exploratoria muy extensa.
Lords of the Fallen pasar por momentos a ser una mezcla de metroidvania en 3D o juego de acción donde nos veremos explorando sendas con saltos, caminatas por tablones estrechos, y cambios de plano dimensional para encontrar al jefe de turno que nos espera con ansia. La experiencia exploratoria cobra de esta forma un papel importante que con el toque de las dos dimensiones ofrece muchas alternativas y los escenarios, a priori planos y sencillos se vuelven laberínticos y sorprendentes.
Artísticamente una obra de arte
Lords of the Fallen cuenta con un diseño artístico poco original pero ejecutado de manera magistral. Digo poco original porque es como si convertimos Blasphemous en un juego en tercera persona. Y es que Lords of the Fallen bebe y mucho de la iconografía religiosa del gran Blasphemous. Todo tiene un toque religioso y lúgubre que nos recuerda mucho al título de The Games Kitchen. Sin embargo, esa copia de estilos, esta ejecutada a las mil maravillas. El cuidado en los detalles de los escenarios los enemigos son sublime.
Existe tal cantidad de enemigos diferentes que no nos aburriremos de matar al mismo engendro cada vez. Además, todos ellos están diseñados con la máxima atención al detalle. Por ejemplo, es increíble ver como algunos enemigos portan un cilicio con el que se flagelan antes de cargar hacia nosotros y buscar darnos muerte. Podremos ver incluso las salpicaduras de sangre salir de su espalda antes de morder el acero que nos atravesará.

Ténicamente es una penitencia.
Y es que estéticamente el cuidado detalle de los escenarios es fantástico. Todo el juego esta creado bajo Unreal 5 y es sorprendente como se ve y como transmite esa atmósfera tan oscura, tétrica y decadente. Sin embargo, el diseño de niveles no es memorable, podríamos decir que meramente aceptable, ya que de nuevo copia mucho de Fromsoftware y no aporta nada nuevo ni sorprendente.

La penitencia se confirma cuando nos encontramos con un desempeño gráfico en Series X y S bastante pobre. Lords of the Fallen sufre caídas constantes de frames que lapidan la experiencia de manera brutal. El juego se ve poco pulido y en algunos encuentros con jefes o en zonas concretas nos veremos con la pantalla congelada o caídas de fps abismales donde solo veremos un frame cada poco segundo.
Esto hace que en la práctica algunas pares del juego ofresca una jugabilidad nefasta, morir en un soulslike ya jode mucho y si encima es por problemas de rendimiento entiendo que muchos hayan preferido aparcar el juego hasta que sea pulido. Algo de lo que Hexworks se ha hecho eco y anunciaba estos días que semanalmente tendrán mejoras de desempeño.

CONCLUSIÓN
Lords of the Fallen, a pesar de compartir nombre con su homólogo no es ni de lejos el mismo juego. Las mecánicas del juego han sido revisadas por completo para crear una experiencia casi completamente nueva, que no abandona su origen pero que si introduce cosas nuevas y refrescantes. El cambio de dimensiones entre Axioma y Umbral es un acierto, el énfasis en el uso de la magia y los consumibles, así como la jugabilidad tan variada nos supone una bocanada de aire fresco en las, cada vez más habituales, copias de Fromsoftware que inundan el mercado.
A pesar de sus muchos problemas puntuales, Lords of the Fallen ha logrado atraparme y acongojarme. Si consigue superar estos pequeños defectos de rendimiento, estamos ante uno de los mejores títulos de 2023 sin ninguna duda.