Si quieres enfrentarte a un auténtico desafío medieval, Kingdom Come Deliverance ofrece eso y mucho más Conoce en nuestro análisis todas las virtudes del juego de WarHorse Studios.

Hablemos de inmersión, específicamente la inmersión en los videojuegos. Un apartado muy importante dependiendo de qué títulos que quieren teletransportarte a un contexto histórico o brindarte una experiencia lo más cercana posible a los hechos que se relatan. Para conseguir esta inmersión, obviamente necesitamos que ciertos factores sean lo más fidedignos posibles a la realidad, como la actitud y control del personaje principal, una historia convincente, y si todo quiere estar basado en hechos reales, el estudio tiene que realizar previamente un buen trabajo de documentación para que la recreación de la época sea perfecta. ¿A qué viene toda esta explicación? Debido a que Warhorse Studio ha hecho un trabajo excelente con Kingdom Come Deliverance en todos los aspectos antes citados, convirtiéndose, por méritos propios, en uno de los juegos de rol más destacados que vamos a encontrar en este 2018. Siete años de desarrollo tienen la culpa, con baches y dificultades por el camino debido a su financiación, pero que han dado sus frutos en el juego que hoy tenemos delante. Prepara tu mandoble, tus grebas, y cabalga al galope con nosotros en el análisis que os tenemos preparado.

Noches de Bohemia y de ilusión

Olvidaros de héroes de cuento, princesas y demás elementos de fantasía asociados al medievo. En Kingdom Come Deliverance asumiremos el papel de Henry, el hijo aprendiz de un famoso herrero que, debido a hechos que ocurren en su pueblo (si, lo tendréis que descubrir vosotros), se ve forzado a abandonarlo y comenzar una nueva vida desde cero. Estos hechos ocurren en el año 1403, en el reino de Bohemia, donde la división entre clases, con los nobles acomodados en castillos y los plebeyos  sobreviviendo a las afueras de las fortalezas está realmente marcada. Como es de esperar, Henry permanecerá al grupo de los lacayos, en una posición donde tendremos que luchar día tras día para sobrevivir (literalmente) mientras buscamos venganza personal contra las personas que nos echaron de nuestro hogar. Aparte de este arco argumental, habrá otros igual de interesantes e importantes, como el que concierne a la política y sucesión de poder de aquella época con los hermanos Wenscenslao IV y Segismundo enfrentados en una encarnizada batalla por hacerse con el trono. Al final, toda la historia, ambición del protagonista y contexto histórico encaja tan bien que no podemos hacer otra cosa que alabar el trabajo de WarHorse Studios en este aspecto, lo que provoca a su vez que nos interesemos aún más por los hechos que suceden en pantalla, y sintamos curiosidad por saber quiénes eran los cumanos, como eran las costumbres y forma de vida de la época, o como se combatía en esos duelos de espadas que os contaremos a continuación.

Espadas, arcos, pero nada de gritos mágicos

Que quede claro que Kingdom Come Deliverance no basa todas sus mecánicas en el combate, pero es una pieza fundamental para entender el cariño que el estudio le ha puesto a su juego durante todo este tiempo. Muchos podrían confundir sus mecánicas con Skyrim, y no podemos decir que mientan, ya que el sistema de habilidades es muy parecido a la obra de Bethesda teniendo que usar una y otra vez ciertas acciones para ir mejorándolas (y de verdad que se nota la mejoría) en un total de 17 ramificaciones diferentes con tocan diversos palos. Es la mejor forma de plasmar una realidad dentro del videojuego, y el ejemplo perfecto lo tenemos con el arco. Con esta arma de largo alcance no tendremos apuntado automático ni mirilla que nos sirva de guía, sino que tendremos que tomar como referencia nuestras propias manos. Pues bien, al comienzo de la aventura nuestra torpeza con el arco será digna de burlas y mofas, teniendo que practicar cazando liebres para conseguir un mejor apuntado, pulso con el arma, etc. Este sistema de progresión hará que, de manera lenta, progresiva y constante, Henry pase de ser un mero aprendiz al que poco o nada le interesa la guerra a convertirse en todo un caballero diestro en combate.

El combate cuerpo a cuerpo y/o con espada es, cuanto menos curioso, ya que Kingdom Come Deliverance nos ofrecerá unos encontronazos “estratégicos”, acompasados y donde de nada vale atacar a lo loco. Tendremos cinco posiciones de ataque con sus correspondientes mismas cinco posiciones de defensa, en unos enfrentameintos cara a cara donde deberemos estudiar el comportamiento del rival, su posición de manos (y por ello, su espada) y estar atentos a cualquier movimiento para bloquear y realizar un contraataque. En cierta manera, este sistema puede recordarnos en parte a lo visto en For Honor, pero mejor estructurado y con una jugabilidad mucho más accesible. Eso sí, y como pasa con al arco, según vayamos eliminando adversarios nuestro nivel irá mejorando, desbloqueando combinaciones de botones para mejorar nuestra capacidad ofensiva. Personalmente me parece un sistema de combate muy aceptable, y aunque al principio cueste pillarle el truco (sobre todo cuando hay más de un enemigo en pantalla, donde nuestros nervios aflorarán al instante) seguro que en pocas horas conseguimos hacernos con él. Como no podía ser de otra manera dada la naturaleza del juego, matar al rival no significa conseguir la victoria, ya que nuestras heridas y hemorragias, si no son tratadas a tiempo, pueden ocasionar que Henry perezca si no tiene la cura a su alcance.

Henry, o mejor dicho, Calimero

Otro de los puntos mejor dirigidos en Kingdom Come Deliverance es su factor de supervivencia. Vale que no estamos en el Yermo de Fallout , pero nuestro protagonista necesita comer y dormir para estar en plenas facultades. Olvidaros del típico héroe de videojuego que todo lo consigue, o que salva al mundo del villano más terrible, Henry se centrará en su búsqueda personal porque no puede hacer nada más. El mundo gira en torno a él, y no él en torno al mundo. Eso quiere decir Henry es vulnerable en todo momento, y si estamos por el bosque y vemos dos cumanos bien armados, más nos vale escondernos si no estamos lo suficientemente equipados. Esta poca pretensión de objetivos y metas en el juego no hacen más que destacar las misiones principales del juego. Mientras que en algunos juegos realizar una ronda nocturna como guardia, investigar un crimen o salir a cazar podría ser un aburrimiento, el grado de inmersión antes citado en Kingdom Come Deliverance, junto con el confort de saber que estás haciendo una tarea que nos ocupe el día lo es todo. Por cierto, otras acciones como forzar cerraduras con ganzúas, aparte de meternos en problemas, están siendo arregladas y equilibrándolas debido a su alto nivel de dificultad, así que si sois “amigos de lo ajeno”, pronto os llegará vuestro momento de actuar.

Como he dicho, no manejaremos al típico héroe ni completaremos las típicas misiones de los mundos abiertos que conocemos a día de hoy. Evidentemente, Kingdom Come Deliverance contará con misiones secundarias y encargos varios, pero de manera muy salteada y puntual. Además, completar esta serie de objetivos no será premiado con una cantidad de experiencia puesto que no hay, pero sí que en parte influirá en los hechos o eventos que puedan sucederse a posteriori. Llevar, por ejemplo, conejos para celebrar un banquete (o no llevarlos) puede cambiar la trama de la misión y repercutir en futuras acciones.

La preparación también será importante, ya sea para este tipo de misiones como para otras actividades con fines sociales. Si queremos hablar con la nobleza, más nos vale ponernos una ropa adecuada, estar aseados y haber comido bien, no llevar nunca el arma blandida y saber hablar debidamente. Pequeños matices que engrandecen al juego una barbaridad, junto con otros la mar de interesantes como aprender a leer, ligar con las damiselas de Bohemia, etc. Puede que lo peor llevado sea el sistema de guardado, y aunque están arreglándolo, sigue siendo algo tosco debido a que para guardar partida deberemos superar un evento importante dentro del juego, dormir en nuestra cama o beber una carísima poción que nos permitirá salvar nuestros progresos.

Los gráficos, el talón de Aquiles del juego

No podemos negar la evidencia, pero podemos llegar a entenderlo. El mundo vasto y tan rico de Bohemia, sus estructuras, gentes y disposición no es algo que se pueda desarrollar en dos días, pero arrastra consigo carencias y fallos que pueden hacer que por momentos nos saque completamente de esa inmersión que estoy citando constantemente. La fluidez de movimiento de nuestro aprendiz, las toscas animaciones que a menudo poseen los enemigos, las texturas planas de paredes y muros en las fortalezas, o el incesante popping que veremos será el pan nuestro de cada día (y eso que mis impresiones son jugando en Xbox One X). Eso no quita que tenga momentos únicos, como las vistas desde los bosques, las campiñas, algunos interiores de edificios y e general cómo están diseñadas los pueblos, que de verdad te hacen pensar que así vivían los lugareños en esa época tan difícil.

Quiero recalcar el otro buen trabajo que hay con las ilustraciones hechas de manera “medieval”, toda una muestra de cariño que se ve constantemente reflejada en el mapa y en exposición de las ciudades y pueblos importantes. Esas pequeñas pinceladas de documentación histórica, junto con otros elementos como una peor visión de lo que suceden en pantalla cuando llevamos caso, levantan el apartado visual de manera significativa. Tampoco está nada mal el rostro de los protagonistas más importantes de la aventura, tanto Henry como su señor, así como otros nobles que harán acto de presencia en los diálogos.

Que los laúdes acompañen tus aventuras

Qué decir de un apartado sonoro tan bien recreado y con tantos registros. Pasando por melodías alegres por los pueblos y villas, a piezas mucho más sosegadas en momentos de armonía por los frondosos bosques, hasta las típicas situaciones donde la música sube de intensidad, especialmente cuando libramos un combate.  Piezas vocales, instrumentos de viento y cómo no, de cuerda como laúdes y derivados se darán cita para envolver a todo el juego de una manera muy efectiva. Las voces, pese a estar en inglés (o en alemán, que sería la versión original del título) también brillan a un buen nivel interpretativo, especialmente en Henry y NPC´s importantes. Los textos sí que vienen traducidos al español, y serán de gran ayuda sobre todo a la hora de visualizar un tutorial o mecánica de combate nueva.

 

Conclusión

Acabaré el análisis con la misma frase con la que lo comencé: la inmersión. La capacidad que tiene WarHorse Studios por teletransportarte al reino de Bohemia plasmado en Kingdom Come Deliverance es magistral, y todo debido al gran cuidado que han tenido con cada detalle. La gran documentación y trabajo que hay detrás, su contexto histórico, nuestro personaje (que en ningún momento quiere demostrar ser un héroe ni lo necesita) o incluso su apartado musical pocas veces ligan tan bien como en este título. Por poner una pega, hay ciertos problemas con su sistema de control o fallos gráficos que no están a la altura deseada, pero que para nada baja la sensación global que ofrece el juego en conjunto. Los amigos de los desafíos tienen todo un largo reto por delante con Kingdom Come Deliverance.

Kingdom Come Deliverance

8.9

Gráficos

8.5/10

Sonido

9.0/10

Jugabilidad

8.5/10

Duración/Diversión

9.5/10

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