Acción frenética, disparos y goré se juntan en este más que interesante shooter
La propuesta de Tripwire es simple: un máximo de diez oleadas en las que derrotar centenares de zeds a los que derrotar con una última oleada de jefe solo o en cooperativo para hasta cuatro jugadores. Pero la diversión es infinita como lo fue en el juego original allá por el año 2009.
La propuesta de Tripwire, Killing Floor 2, es simple
Pero este no es el único modo de juego, y es que en esta nueva entrega han añadido uno nuevo con las mismas bases pero, en esta ocasión, ambos bandos también estarán controlados por jugadores reales y no solo por la IA. Aunque cierto es que está muy descompensado debido a que las oleadas tienen una gran ventaja los humanos pero en la oleada de jefe, al estar controlado el Patriarca por un jugador sumando a ésto que es un bicharraco muy poderoso, los humanos se tendrán que coordinar a la perfección para derrotarle.
Para lo que la coordinación también es muy importante es para las dificultades más altas del modo clásico, y es que hasta en normal el daño que infringen los enemigos es notable y lástima de nosotros sí nos emboscan unos cuántos zeds que quedaremos vendidos completamente. Por lo que en el máximo nivel de dificultad, infernal, tendremos que llevar mucho cuidado y coordinarnos muy bien con nuestros compañeros sí queremos sobrevivir a las diez rondas + una que nos propone el juego.
El título de los chicos de Tripwire se siente algo falto de contenido
Pero más allá de esto, y aunque ya solo con el modo horda tendremos diversión para cientos de horas, el título de los chicos de Tripwire se siente algo falto de contenido; lo que hará que, sí no sois fans del género, os echéis hacía atrás a la hora de efectuar la compra. Lo que es variado es cada una de las doce localizaciones en las que se ambientarán los mapas del juego, algo oscuros y llenos de secretos y detalles. Detalles que, a veces, pueden ser molestos al ser un juego tan frenético que requiere velocidad a la hora de moverse por el escenario. Además en cada mapa tendremos varios coleccionables (medallas a las que disparar), sí bien no aportan nada de interés al juego limitándose solo a servir para logros.
Lo que también será variado serán las diez clases que podremos elegir antes de comenzar la partida. Cada una de ellas contará con un set inicial de armas diferentes y diferentes habilidades que iremos desbloqueando conforme vayamos subiendo de nivel de especialización. En total serán 25 niveles en cada clase, aunque recibiremos experiencia de varias clases a la vez según el arma que utilicemos. Cierto es que las armas y armaduras (poco variadas) las tendremos que comprar en cada partida con el dinero que ganemos matando zeds. Por lo que sí, al hacer el matchmaking (rápido; en apenas varios segundos encontrará partida), nos toca con jugadores más rápidos que nosotros apenas conseguiremos bajas y no podremos comprar mejores armas al finalizar cada ronda. En resumen, el reparto del dinero es algo desigual y hará que muchos jugadores terminen aburriéndose. Afortunadamente, tenemos la posibilidad de dar o recibir dinero de nuestros colegas por lo que es una excelente característica para que todos los jugadores tengan armamento similar a lo largo de las oleadas.
Técnicamente cumple con lo esperado en un juego de la presente generación
Técnicamente cumple con lo esperado en un juego de la presente generación; sin destacar en nada, los modelados, texturas y animaciones son correctas sin apenas fallos reseñables salvo algún bug aislado. Como ya he comentado, los escenarios cumplen, y mucho, gracias a su gran detallismo. Si es cierto que algunas zonas de algunos mapas son similares por lo que, a veces, nos perderemos y puede ser algo frustrante. Por otra parte, la banda sonora se enmarca dentro del género musical del heavy metal; lo que hará, que al ser un juego de acción frenética, nos haga meternos más en el juego. Y no sin antes finalizar, hay que recordar otro punto positivo; y es que tanto textos como voces están en completo castellano, algo de agradecer, sobre todo, para aquellos que no manejan el inglés.
