Un juego de terror angustioso que no inventa nada pero que da lo que promete: buenos sustos

La fórmula más usada en los videojuegos de terror de los últimos años ha sido la de meternos en una agobiante ambientación sin más opciones que investigar y cuando acecha el peligro, huir. La hemos visto en su máximo explendor en títulos como Amnesia, los dos Outlast, Layers of Fear e incluso algunos de sus elementos en el magnífico Alien Isolation (aunque allí sí que podíamos defendernos un poco).

Infliction llegó en 2018 a los ordenadores aprovechando un poco el “rebufo” de estos juegos y en plena locura por la demo (o lo que fuese aquello) de P.T. Silent Hill de Kojima. Ahora nos llega a Xbox One en una versión adaptada y con ciertos añadidos (pocos, es casi la misma versión de PC) que dan lugar a la Extended Cut del título, para pegarnos unos buenos sustos.

La premisa argumental de Infliction es muy sencilla, somos un fiel marido que volviendo del trabajo recibirá una llamada de su esposa. Ella está en el aeropuerto lista para salir de viaje en un par de horas pero, vaya cabecita, ha olvidado los billetes. Por supuesto entramos en casa y nos disponemos a buscarlos.

A partir de ahí nos embarcamos en una intensa (pero corta) aventura en primera persona donde lo principal en lo jugable es interactuar con todo tipo de objetos. Esto nos va a llevar mucho tiempo y cierto grado de frustración ya que pronto nos daremos cuenta que el noventa por ciento de ellos no sirven absolutamente para nada. Pero oye, mientras miras, examinas y le das la vuelta a esa lata de refresco de la nevera (con la que al final no harás nada) ya se te ha ido un buen rato.

Toda la aventura transcurrirá en el interior de esta bonita casa. Buscaremos los billetes y mirando ciertos elementos, sobre todo cosas como fotos o diarios o cartas, etc, iremos desbloqueando unos Recuerdos que irán dando forma a un pasado turbador… no quiero desvelar más porque es toda la gracia, averiguar por qué es el mal rollo y si las pesadillas que van a tener lugar en el juego son reales o no.

Por que sí, habrá sustos de los buenos. Y es que algo muy oscuro y siniestro empieza a acecharnos mientras avanzamos, cobrando forma ante nuestros ojos (¿o está solo en nuestra cabeza?…) y haciéndonos escondernos hasta que pasa el peligro. En el juego no hay armas como tales (ya lo habríais adivinado); lo más parecido y que serán nuestras dos herramientas más útiles son la linterna que cogemos del garage (porque en la casa ninguna bomibilla parece funcionar… hay luz, podemos poner la radio, la tv o escuchar mensajes en el contestador, pero las luces no funcionan… ya sabréis por qué) y con la que a algunos enemigos (estas apariciones de pesadilla) podremos deslumbrarlas momentáneamente, lo suficiente para “salir por pies” pero poco más. El segundo objeto importante será una cámara de fotos con la que algunas cosas que a simple vista no se ven (muy chungas, por supuesto) será reveladas en las fotos, estilo Polaroid.

La casa será la gran protagonista en realidad, con numerosas puertas que no podremos abrir al principio y con otras habitacionbes que cambiarán al ocurrir ciertos hechos pudiendo revelar cosas que antes no estaban a la vista.

Como veis todos son elementos que nos suenan de otros juegos, hasta lo de las fotos recuerda a los Project Zero. La aventura (si no hacéis como yo y miráis al detalle hasta el último bolígrafo que ves por la casa) se puede finiquitar fácilmente en 3 horitas. En este Extended Cut o versión para consolas se han añadido algunos cambios en el final y un modo Partida + con mayor dificultad que desbloquearemos al terminar la primera vez.

Gráfica y técnicamente hay que tener en cuenta que el estudio desarrollador del juego, Caustic Reality, es en realidad una sola persona, Clinton McCleary. Exceptuando temas de voces prácticamente lo ha hecho todo él solo y si tenemos esto en cuenta el juego no luce nada mal. Los gráficos son bastante decentes en los escenarios aunque en las criaturas baja un poco el nivel, desde luego nada rompedores y además a veces las texturas tardan en cargar. Hay algunos fallos y bugs, como algún objeto que no podemos girar para buscar una pista o alguna puerta que no se abre cuando debe.

El juego está localizado al español en sus textos y subtítulos aunque las voces están en inglés. Hay que decir que a veces estos no saltan cuando deben y nos quedamos sin leerlos cuando suena algún mensaje. La música cumple bien su función, esto es subir mucho el volumen para enfatizar los sustos, pero el resto del tiempo apenas suena, para mantener la tensión.

Conclusiones:

Infliction Extended Cut ofrece lo que desde el principio se ve venir: otra aventura de terror que bebe de Amnesia con buenos sustos… y poco más. La aventura es muy corta, se hace tediosa en ciertas partes (sobre todo mientras investigamos objetos inútiles) pero desde luego el terror y la atmósfera cada vez más siniestra son magníficos. No es un juego sobresaliente en ningún apartado y teniendo en cuenta que está hecho prácticamente por una sola persona a veces es incluso llamativo. Da lo que promete, sin más.

Hemos analizado este juego en una Xbox One S greacias a un código de descarga facilitado por Caustic Reality, a los que damos las gracias

Infliction: Extended Cut

17,99 €
6.9

Graficos

7.0/10

Jugabilidad

6.5/10

Historia

7.0/10

Sonido

7.0/10

Pros

  • Historia sencilla que va in crescendo
  • Buena ambientación
  • Sustos garantizados

Cons

  • No inventa nada, todo lo hemos visto/jugado ya
  • Cuando pillas el truco, te lo acabas; es muy corto
  • Algunos bugs y problemas técnicos

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