Un simple pero divertido juego de grindeo y carreras con un look realmente atractivo
Estaba pensando en cómo analizar este juego sin mencionar a Jet Set Radio… pero no, no hay manera. El clásico juego de grindeo de SEGA sentó unas bases que el tiempo ha convertido casi en subgénero propio y lo ha hecho ser referencia (pese a que en su día no vendió demasiado bien, lo que nos privó de que la saga continuase con vida) para otros juegos como Sunset Overdrive, Mirror´s Edge o este que nos ocupa, el modesto pero muy divertido Hover.
Porque básicamente eso es Hover: carreras y grindeo, aunque tiene sus propias características y virtudes que vamos a detallaros ahora pero, así de entrada, si teníais mono de un Jet Set Radio, esto es lo más parecido que vais a encontrar.
El juego creado por los franceses Midgar Studio y editado por Playdius Games, tuvo su estreno en PC el año pasado tras una exitosa campaña de kickstarter (entonces tenía el subtitulo de “Revolt of Gamers” que se ha eliminado en su lanzamiento para consolas, dejándolo sólo en Hover), y recibiendo tan buena acogida en compatibles que ahora nos llega la versión de consolas.
La historia nos presenta una ciudad de fantasía futurista llamada ECP17 (aunque nadie la llama así sino por su nombre no oficial: precisamente Hover), que forma parte de la Unión Galáctica pero está ocupada y controlada por el Gran Administrador, un ente totalitario que somete teconólogicamente a sus ciudadanos, controlando cada aspecto de sus vidas y coartando toda libertad de expresión.
Nosotros nos encargaremos, ayudados por miembros de una resistencia oculta, los Gamers, de luchar contra esta dictadura y mostrar al resto de la ciudad el rostro de sus opresores. Si en este punto os estáis acordando de Mirror´s Edge, no vais mal encaminados. Es más o menos la misma historia pero con un tono más de cómic y mucho más desenfadado.
No somos un único personaje, sino que controlaremos a todo un equipo de Gamers, que iremos desbloqueando a lo largo de la aventura, y que, gracias a un sencillo sistema de habilidades y equipamiento de mods, podremos personalizar de distinta forma para enfrentarnos a distintas situaciones. Empezaremos sólo con dos, pero podemos llegar a tener un total de 12.
Tras un tutorial donde nos explicaran el control y las bases de cuanto podemos hacer, que es mucho (correr, saltar, grindear, coger objetos y lanzarlos, rebobinar para corregir fallos o incluso pasar por puertas antes de que se cierren tras pulsar el mecanismo de apertura, por ejemplo), ya tendremos la ciudad a nuestra disposición (al menos una primera gran zona; para acceder a las demás hay que avanzar en la historia y subir de nivel) para empezar a hacer misiones de todo tipo. El juego sigue la estructura clásica de sandbox y no os va a faltar trabajo: pintar graffittis para dar visibilidad a la resistencia, derrotar drones de vigilancia (en un minijuego que podrá a prueba vuestra rapidez y reflejos) llevar paquetes, destruír carteles propaganda (holográficos, por supuesto; aquí todo es futurista), carreras contra otros Gamers, desafíos, encontrar cofres con nuevos mods de habilidades y por supuesto, la historia principal.
Sí que al principio os parecerá todo un poco confuso ya que el sistema de detección de misiones y encargos es un poco extraño y el demasiado esquemático mapa tampoco ayuda. No hay radar ni GPS aunque el mapeado no es demasiado grande y pronto os moveréis por él con soltura; es detectar los objetivos lo que cuesta un poco, sobre todo al principio.
Como apuntamos antes, algo básico en un juego de este estilo; el control es sencillamente perfecto. Resulta fácil de aprender (pero difícil de llegar a dominar) y una vez nos hagamos con las riendas de nuestros Gamers y empecemos a equiparles habilidades chulas y a mejorar su velocidad, salto, resistencia y demás, las posibilidades jugables son enormes. Cada vez llegaremos más lejos, más rápido y más alto. Y esto último es importante: la exploración vertical de la ciudad es fundamental. Dicho de forma más sencilla, las recompensas son mejores cuanto más alto lleguemos.
Hay que apuntar que en Hover no hay armas de fuego de ningún tipo. Vuestras únicas armas serán vuestra velocidad, vuestro escáner (que sirve para abrir puertas, cofres y multitud de cosas) vuestro spray de pintura y en ocasiones, vuestro sigilo. Porque en ciertas misiones (o partes de ellas) sí, habrá que dejar de correr y pasar despacito. Aunque hay que decir que estas partes de sigilo no nos han gustado mucho, ni como están resueltas ni cómo se controlan. Pero son muy pocas; el 95% del tiempo vais a ir a toda velocidad.
Algo que sí nos ha gustado mucho es que con un click del botón Vista cambiamos, siempre que queramos, de primera a tercera persona. Así cada cual puede jugar a su estilo, a lo Sunset Overdrive o a lo Mirror´s Edge. Podemos jugar solos y completamente offline la campaña, pero también la podemos jugar online con amigos o pasar al modo totalmente multijugador, con carreras contra otros Gamers a través de Xbox Live. Incluso tenemos un editor de niveles para diseñar nuestras propias carreras. Por opciones y contenido no será…
Gráficamente el juego, dentro de su modesta propuesta que ni pretende acercarse a lo realista, no tiene demasiadas pegas. Su estilo entre el cell-shading y el cómic, moviéndose perfectamente a 60 fps resulta una auténtica delicia. La ciudad se siente viva y colorida, aunque a nivel de texturas y detalles no vaya muy allá. Pero dado que la mayor parte del tiempo vais a estar en frenético movimiento, ni os vais a dar mucha cuenta de lo simplones que son escenarios y algunos npc´s. El rendimiento, volvemos a insistir, es perfecto. Y no nos hemos topado con un sólo bug o fallo.
En cuanto a sonido, el juego no está doblado pero es que tampoco hay voces como tales; no hay cinemáticas y los diálogos son a través de ventanas de texto o viñetas donde los personajes nos encargan las misiones y nos hablan, a veces con bastante humor (ya decimos que el juego es muy desenfadado) de modo que tocará leer. Eso sí, está traducido al castellano en textos y menús.
Mención aparte para la música que, esto va por gustos, pero a nosotros nos ha encantado, con una buena mezcla de temazos de estilo electro-funky que le van al juego como anillo al dedo. Y es que algunos temas son de Hideki Naganuma, compositor de la música de Jet Set Radio (sí, otra vez…) y algunos juegos de Sonic para SEGA.
Señalar por último en el aspecto técnico que estará mejorado para Xbox One X, con 4K nativos y HDR (aunque para este análisis lo hemos jugado en una One S y ya se veía y se movía de lujo).
Conclusiones:
Hover no reinventa la rueda pero llega para llenar el hueco que dejó Jet Set Radio. Y lo hace de forma más que correcta, notable. Es muy divertido, tiene contenido y modos de juego a reventar y pese a algunos fallos menores, es una propuesta valiente que apuesta por la diversión sin ínfulas. Si os engancha su jugabilidad tenéis juego para decenas de horas. Su historia tampoco es inolvidable, pero cuando estéis liándola parda por ECP17, os va a importar bastante poco.
Lo tenéis a la venta en la Tienda de Xbox el 18 de septiembre por 24´99 euros.
Hemos analizado este juego en Xbox One S gracias a un código de descarga porporcionado por Playdius Games.