En una generación en la cual se escuchan más quejas que complacencias acerca de la calidad y la originalidad de los nuevos títulos, tenemos a una compañía que no para de sorprendernos y ofrecernos justamente lo que todos aquellos demandan. Sin embargo, debido a diversas decisiones erróneas o acciones fallidas por parte de esta, quizás se la ha tratado de forma justa para muchos y extralimitada para otros. Esta compañía no es otra que Ubisoft, el estudio galo podrá haber cometido fallos, pero a nuestro parecer no hay que quitarles méritos propios, puesto que es una de las pocas compañías que nos brinda una o dos licencias nuevas al año.

Tras el lanzamiento de Steep a finales de año, una apuesta arriesgada y totalmente fuera de moldes, nos llega For Honor. Otro título que trata de innovar y ofrecer un concepto nuevo de juego, a la par que fresco. Y todo ello en una industria estancada en modelos de juego comerciales y poco llamativos para el abanico de jugadores más veteranos de este sector de entretenimiento. Sin más dilación, vamos a proceder al análisis de uno de los títulos más esperados del primer trimestre del año, ¡analizamos For Honor!

Ubisoft se ha liado la manta a la cabeza y ha decidido sacar partido a una propuesta que de por sí ya suena apetecible; vikingos, caballeros y samuráis dándose de tortas en un juego multijugador competitivo de corte medieval, ¿qué podría salir mal?

La compañía gala ha apostado el todo por el todo, dotando del presupuesto necesario al desarrollo del título y con ello han logrado el mejor resultado posible que han sido capaces de conseguir tras años de duro y arduo trabajo. De hecho, incluso han lanzado tres fases de beta para ver el comportamiento del juego en funcionamiento, además de alimentarse y seguir el feedback de los jugadores al probarlo. Esto es muy loable por su parte, ya que realmente los cambios introducidos procedentes de las opiniones de la comunidad son notables y han mejorado la experiencia de juego desde su primera versión.

De esta forma, tenemos ante nosotros una propuesta llamativa, con tres de las culturas más atractivas y tradicionales de la historia en un juego, que lejos de ser perfecto ha logrado atraer la atención de muchos jugadores y convertirse así en un título divertido y entretenido a partes iguales.

Elige tu facción y compite para encumbrarla en lo más alto.

Afila bien tu acero y elige sabiamente por quién quieres luchar: vikingos, samuráis o caballeros. Esa es la primera disyunción que nos encontramos al iniciar el juego, elegir la facción por la cual queremos luchar. Escojamos la que escojamos, no condicionará ninguna limitación en la jugabilidad, puesto que podremos escoger cualquier luchador de entre los doce disponibles en el plantel. Es decir, si escogemos pelear por los vikingos, podremos escoger un samurái por poner un ejemplo. Eso sí, nuestras puntuaciones de batalla serán para nuestra facción.

Dicho esto, comentar que For Honor cuenta con un modo campaña para un jugador, el cual también puede ser jugado en cooperativo. Este modo, a pesar de estar bien, se nos antoja un tanto descafeinado e intranscendente, nos explicamos. La historia gira entorno a las tres facciones y las diversas batallas entre ellas, sin embargo, la narrativa carece de profundidad y en ningún momento tenemos la sensación que se nos esté contando algo realmente importante. Además, las secuencias de historia tampoco van más allá de avanzar y eliminar a todo aquél que se interponga a nuestro paso, a pesar de contar con alguna que otra mecánica distinta que puede aportar dinamismo en ciertos puntos. No obstante, se agradece, y mucho, su inclusión, ya que entretiene bastante y se deja jugar de una forma muy fluida durante las seis o siete horas que nos pueda durar.

Como comentábamos anteriormente, el juego cuenta con doce personajes distintos de lanzamiento, pero estos se ampliarán con seis nuevos gracias al pase de temporada. Cada facción tiene cuatro personajes y cada uno de ellos cuenta con sus propias habilidades, técnicas y funciones específicas. La asimilación y dominación de estas, será el punto de inflexión entre un jugador que sabe que tiene que hacer en cada momento con cada personaje, a uno que estará fuera de lugar o con posiciones incorrectas. Además, la experiencia de juego cambia mucho según el personaje que escogemos, ya que un samurái es mucho más ágil y rápido que un vikingo, por poner un ejemplo. Estos aspectos son cruciales en el campo de batalla y tendremos que ser conscientes de ellos en todo momento para saber cuándo tenemos que protegernos o atacar.

En este sentido se ha implementado un sistema de combate distinto a todo lo que hayamos podido ver anteriormente. Tan solo existen tres direcciones distintas en las cuales podemos cubrirnos o atacar (derecha, izquierda y arriba) haciendo que tengamos que estar permanentemente concentrados para saber en qué dirección debemos arremeter, en cual se defiende nuestro oponente o en cual debemos protegernos de las embestidas enemigas. Esto hace que los duelos sean un constante desafío de reflejos y habilidad. Además, debemos saber en todo momento cuando ejecutar un ataque básico o uno fuerte, que combinados con las diferentes técnicas especiales o roturas de defensa hacen de cada enfrentamiento una contienda de estrategia muy satisfactoria.

La estrategia y los tempos de ataque son un factor muy importante dentro de los duelos, además de los reflejos y la sorpresa. En todo momento tendremos que intentar ir un paso por delante de nuestro oponente para tratar de sorprenderlo y llevar la voz cantante en el combate, o por lo contrario seremos pasto de los cuervos. Hay que medir bien todos nuestros recursos, esquivas y técnicas, puesto que nuestro personaje cuenta con una barra de energía, la cual se consume más o menos rápido dependiendo de la fuerza o solidez de nuestros movimientos y ataques. Obviamente nuestras técnicas más fuertes, o que quiten más salud al rival, consumirán más energía, con lo cual hay que ser conscientes cuando es el momento adecuado para utilizarlas.

Uno de los factores que juegan un gran papel dentro del medidor de energía y que realmente nos transmite la situación real del combate es el gran trabajo realizado en la sensación de pesadez del equipamiento o armamento. Esto hace que en el momento de bloquear ataques, o cuando chocan las armas se sienta real, logrando así una sensación y una experiencia sólida a la par que robusta. Además, este aspecto también se aplica al cansancio o agotamiento del personaje,  lo cual favorece aún más a la inmersión en el duelo.

Todos estos elementos descritos anteriormente son de gran utilidad para los duelos, y les sabremos sacar mayor partido a medida que vayamos aprendiendo a jugar a este título. Con cada partida seremos mejores y con ello los duelos serán más competitivos, resultando así una experiencia satisfactoria para aquél jugador que disfrute con este tipo de enfrentamientos. Sin embargo, aquellos que no acaben de sentirse cómodos con el sistema de combate o mecánicas de juego encontrarán en For Honor una propuesta tediosa y monótona al poco tiempo, puesto que el título basa muchas de sus bazas en este punto.

Por ello, y antes de pasar a tratar otros puntos del análisis, aclarar que For Honor no es un hack and slash como muchos aventuraron en un principio. De esta forma, hay que tener claro que nos ofrece este título, y cuál es su propuesta, puesto que estamos ante un juego con un sistema de combate y mecánicas exigentes, las cuales en un principio parecen poco profundas, pero que a la larga albergan grandes posibilidades.

A todo esto tampoco ayuda la cantidad de contenido que acompaña al título de lanzamiento. For Honor cuenta con el modo campaña, el cual está compuesto por tres capítulos, los cuales a su vez están comprendidos por seis episodios. Completar este modo nos llevará entorno las seis o siete horas, como comentábamos. Ahora bien, la historia de por sí no es aliciente suficiente como para mantener al jugador atrapado, y tampoco es su punto fuerte. El multijugador, sin embargo, sí lo es, y viene acompañado de tan solo cinco modos de juego, los cuales se antojan un tanto semejantes entre sí en algunos aspectos.

Entre los diferentes modos disponibles en la vertiente multijugador encontramos: duelos de uno contra uno, duelos de dos contra dos, dominio, eliminación y escaramuza. Los duelos individuales o en pareja, no tienen mayor misterio de enfrentar a ambos bandos entre sí hasta la muerte, gana el mejor de cinco rondas. Por otro lado, la escaramuza se basa en enfrentar a dos equipos de cuatro integrantes entre sí, como si se tratará del clásico duelo por equipos con el único fin de matarse entre ellos y ser los primeros en alcanzar la máxima puntuación de 1.000 puntos. Y el modo eliminación no tiene mucho más misterio que enfrentar a equipos de cuatro entre sí como en los duelos.

Como podéis ver nos hemos dejado un modo por comentar, el dominio. Esta modalidad merece una mención aparte, ya que es la más trabajada y puede que la más llamativa de todas para muchos. En las partidas de este modo se enfrentan equipos de cuatro contra cuatro en las cuales se deben conquistar tres puntos diferentes con el fin de dominarlos. El objetivo, no es otro que alcanzar la puntuación de 1.000, momento en cual podremos eliminar al equipo contrario de una vez por todas, ya que en ese instante no podrán volver a reaparecer.  En dominio la cooperación y coordinación de nuestro equipo es esencial para alzarnos con el éxito, puesto que de lo contrario no lograremos dominar los puntos y pelearemos en inferioridad numérica en la gran mayoría de las ocasiones. Además, este modo de juego también incorpora cierto carácter de tendencia actualmente, el MOBA. A medida que eliminamos enemigos, capturamos puntos o matamos npc’s (minions), subiremos de nivel e iremos desbloqueando habilidades muy útiles durante la partida.

En todos los mapas de dominio siempre hay un punto en el cual tiene lugar un enfrentamiento entre enemigos controlados por la inteligencia artificial. Estos enemigos sencillamente hacen bulto, puesto que estos mueren de un solo golpe y estorban más que ayudan. No obstante, el eliminar todos, y cada uno de ellos, es vital para controlar el punto en cuestión. Aquí encontramos un ligero factor que aporta cierta tez caótica a la batalla por el honor.

Descritas todas las modalidades de juego disponibles por ahora, pasamos a tratar los escenarios o mapeados en los cuales tienen lugar las encarnizadas batallas. El total de mapas que incorpora el juego de inicio es de doce, y cada uno de ellos se siente distinto y tiene su propia personalidad. Un aspecto que nos ha gustado mucho y que influye directamente en los escenarios es el cambio de la vegetación o estación, además de la climatología. Todos los mapas tienen diferentes variantes de ellos mismos gracias a los elementos citados anteriormente, con lo cual tenemos los mismos mapas, pero siempre distintos, es decir, en ocasiones presentan más vegetación, en otras están nevados, o sencillamente es de noche o también se puede desatar una tormenta y llover a mares.

Los escenarios no son muy grandes y tampoco creemos que necesiten serlo, ya que los enfrentamientos tienen que ser constantes y dinámicos, cosa que no favorecería unos entornos grandes y amplios. Por lo general, el diseño de estos es exquisito, así como su ambientación. Estos son aspectos que Ubisoft siempre cuida y mima mucho en todos sus juegos, ya que con ello logra crear una atmósfera y una recreación muy fiel de todas las localizaciones plasmadas en ellos.

Nuestra lucha por el honor, sistema de facciones

Como hemos comentado anteriormente, al iniciar nuestra aventura en For Honor se nos pregunta por qué facción queremos pelear, pues esa elección tiene una razón, la guerra de facciones.  La guerra de facciones es un sistema de puntuación que fluctúa según las acciones de los jugadores pertenecientes a cada entidad (vikingos, samuráis o caballeros) en el multijugador. Con cada partida que juguemos obtendremos suministros de guerra, los cuales utilizaremos para apoyar las defensas o conquistas de los territorios de nuestra facción. Estas acciones de defensas o conquistas tienen lugar durante un período de tiempo y rondas determinadas, pasado ese tiempo las puntuaciones se actualizan y vuelta a empezar la batalla por dominar los territorios.

Este sistema está pensado y planificado por rondas y temporadas, posteriormente al final de cada temporada habrá recompensas para los miembros de las facciones que más puntación hayan obtenido. Este aspecto novedoso y original del juego nos ha gustado, sin embargo, tenemos la sensación de que nuestra aportación a nuestra facción es ínfima y que realmente no aporta mucho.

La progresión de un verdadero guerrero del honor

En el multijugador de For Honor ocurre una cosa curiosa, nuestro perfil propio de jugador no cuenta con un nivel. El nivel y la progresión son individuales de cada uno de los personajes, es decir, a medida que juguemos con un mismo personaje obtendremos experiencia solamente para él. De este modo, tendremos que subir de nivel todos los personajes, uno por uno, y dominar aquél que mejor se nos dé.

La progresión y el aumento de nivel acarrean recompensas para nuestros personajes como emblemas, habilidades, piezas para el arma, cascos, armaduras, etc. El nivel de personalización es bastante amplio y podemos elegir el color de los atuendos, los tatuajes de nuestro héroe, entre otras muchas cosas. Por otra parte, hay que decir que cuanto más nivel tenga nuestro personaje mejor botín obtendrá al abrir las dichosas cajas, que ya son un elemento fijo en este tipo de juegos.

Retomando el punto anterior de las cajas, comentar unos factores que no nos han acabado de gustar. El hecho que se puedan comprar cajas con dinero real provoca que haya jugadores que tienen mejor equipamiento que otros, aunque es cierto que todo se puede conseguir dedicando una cantidad ingente de horas al juego. No obstante,  creemos que en este sentido hay cierto desequilibrio en las partidas al enfrentar jugadores muy bien equipados contra otros que no lo están tanto.

El desequilibrio mencionado con anterioridad  no es en parte por el hecho de progresar por la vía rápida de la cartera, sino más bien por un sistema de matchmaking un tanto irregular que no acaba de funcionar muy bien. Y a esto tenemos que sumar una infraestructura online que deja mucho que desear, puesto que no cuenta con servidores dedicados y las partidas en muchas ocasiones no funcionan como cabría esperar. Además, la interfaz de usuario y menús del juego tampoco son muy intuitivos, por lo que se dificulta la navegación, agilidad e interacción.

A nivel gráfico el título es sorprendente. Cuenta con un acabado general muy sobresaliente que hace que el juego de verdad luzca bastante bien en todos sus aspectos. Los escenarios están repletos de detalles, las animaciones se desenvuelven muy bien y están bien realizadas, los modelados han sido bien tratados y lucen un detalle asombroso, así como la iluminación y los efectos. En definitiva, es un juego que entra por la vista y que atrae por su diseño. Sin embargo, las texturas son su asignatura pendiente, ya que algunas presentan una calidad más baja que el resto de apartados. A nivel técnico se muestra bastante sólido con una resolución de 1080p y una tasa de 30 fotogramas por segundo.

Por último, el apartado sonoro nos presenta una banda sonora poco variada y con poca presencia. No obstante, esta cumple con su función y logra una ambientación acorde a la temática de cada facción, además de dotar enfoque y personalidad al juego. Por otro lado, los efectos de sonido nos han gustado más, ya que se muestran sólidos y contundentes en todo momento, especialmente en los choques entre armas. En cuanto a su doblaje, decir que For Honor se encuentra completamente en castellano, voces y textos. Entre las voces de doblaje podemos reconocer algunas famosas del sector profesional, cosa que indica el gran compromiso de Ubisoft con todos sus consumidores

Puntuación
Gráficos
85 %
Jugabilidad
85 %
Sonido
80 %
Duración
80 %
analisis-de-for-honor-la-lucha-por-el-honor-ha-comenzadoFor Honor es una de esas propuestas que muchos jugadores estaban esperando y representa lo que muy pocas compañías ofrecen actualmente, novedad y frescura. Está claro que este título no es perfecto y que tiene aspectos en los que mejorar, sin embargo, arriesga, lo cual no es poco. Como resultado tenemos una experiencia divertida y entretenida, que gusta de jugar a la par que satisface a todo aquél que busca algo distinto en un mercado que muestra signos de cansancio en muchos géneros.

12 COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.