Los unicornios siempre molan, ya sean estampados en camisetas, filtros para la cámara o como animal con ganas de proteger el reino como sucede en Eternity: The Last Unicorn.

¿Os imagináis una mezcla entre la cultura nórdica y los mundos de fantasía con elfos y demas criaturas imaginables? ¿Un páramo que saque provecho a los nevados parajes vikingos y a su vez a los densos bosques con centauros? ¿Pueden convivir las Valkirias en paz con los unicornios? Las respuestas a todo esto (y mucho más) las encontramos en Eternity: The Last Unicorn, el último proyecto de Void Studios que nos brinda una experiencia RPG de corte clásico… aunque deja bastantes trabas en el camino como explicaremos en el análisis.

Las historias que envuelven a los juegos ricos en elementos fantásticos siempre son prometedoras. En este caso, nosotros controlaremos a dos personajes: al comienzo de la aventura encarnaremos a Aurehen, un elfa con la dura misión de devolver el esplendor y quitar una maldición al último unicornio que queda con vida en el mundo. Por suerte, no estaremos solos en esta tarea, ya que podremos alternar el control con Bior, un vikingo estereotipado con espada y escudo en mano que quiere devolver la estabilidad al reino. Una pareja de protagonistas que por desgracia no acaban de conectar con el usuario por su diseño tan plano, y a los cuales se les podía haber sacado algo más de provecho con tiempo y ganas.

Manejes a quien manejes, la base jugable de Eternity: The Last Unicorn es conocida por cualquier usuario experimentado con los juegos de rol en tercera persona. Es más, si no fuera por ciertos elementos de crafteo y algun elementos con el que podremos equiparnos, casi podríamos estar hablando de un hack’ slash convencional. La tónica habitual será la misma con ambos protagonistas: avanzar por el escenario matando a cualquier oponente que se nos eche encima. Para ello, contaremos con nuestra espada (con ataque flojo y fuerte), nuestro movimiento especial y lo mas importante de todo: el esquive.

Os vamos informando de que Eternity: The Last Unicorn tiene fallos en su control, pero sobre todo en sus golpes y manera de ejecutarlos. En muchas ocasiones el mismo ataque del rival puede lastimarnos mas de una vez “por error” debido a que no se ha trabajado en realizar una buena “hitbox” o caja de impactos. Esto puede suponer que un espadazo común golpee a nuestro protagonista cinco veces seguidas provocando la muerte instantánea. Si el enemigo lleva a su espalda un enorme martillo y nos acercamos demasiado, también puede ocasionarnos daño pese a que no hay un golpeo como tal por parte del contrario. Por suerte, estos errores en contra se compensan con uno a favor gracias a los esquives que antes he citado. Si hacemos la maniobra evasiva en el momento adecuado, la elfa y el vikingo tendrán un momento de invulnerabilidad donde no recibiremos ningún daño, incluso si el arma del rival atraviesa nuestro cuerpo con la animación. Por lo tanto, y como si de un Dark Souls se tratara (manteniendo una larga distancia), los combates ganan algo de estrategia al tener que balancear nuestros movimientos, ataques y defensas contra los monstruos que salen al acecho, especialmente los mas grandes y feroces.

La flora y fauna que habitan en Eternity: The Last Unicorn no serán nuestros únicos problemas. El juego cuenta con cámara fija, y eso es un error a estas alturas de partido (y de generación). Si, el estudio dice que de esta manera se recupera el formato clásico de los juegos de antaño, pero la realidad es otra, y creo que sencillamente es la falta de recursos. No serán una, ni dos ni tres veces que no veamos a nuestro enemigo debido a problemas de cámara. O que cambie de plano y todos nuestros esquemas de combate se disipen de nuestra cabeza. Como sucedía en los primeros Resident Evil, no saber lo que hay doblando la esquina puede resultar fatal para nuestra partida. Y aquí no se oyen rugidos de zombie.

Este no es el único problema que el equipo de desarrollo ha querido camuflar con la excusa de volver al rol clásico. Los gráficos tampoco ayudan, y es algo que tendrían que haber cuidado especialmente debido a los planos fijos que tiene cada secuencia del juego. Encontramos texturas poco trabajadas, animaciones toscas y los combates no terminan de cuajar por su repetición y lentitud. Había mil maneras de solucionar estas papeletas y poder lanzar un producto mas pulido, pero no ha sido así. Es como si hubiese prisa por tener el juego a la venta, con un plazo de entrega inamovible. A los textos también me remito, con una mezcla extraña entre su versión inglesa y con otras lineas de dialogo traducidas al español. Las prisas no son buenas…

Me fastidia y apena a la vez que estos problemas se carguen un producto que podría haber funcionado mucho mejor. Con mimo, podría haber sido una puerta de entrada perfecta para aquellos que se iniciasen con los juegos de rol, pero resulta ser todo lo contrario. Tiene ideas buenas, ya que todo se ha simplificado de cara al jugador novel de tal manera que el crafteo por los escenarios, la creación de objetos e incluso momentos de “backtracking” son muy visuales y sin necesidad de que nos perdamos por los menús. Es un título que te coge de la mano desde el primer momento, con esquemas fáciles, menús básicos y que simplemente quiere mostrarte una historia sin mas enredos ni complicaciones. Pero lo complica debido a sus imperfecciones. No es un diamante en bruto, pero si que es una piedra preciosa a la cual podían haber sacado algo mas de brillo para que destacara por sí sola.

 
 

Conclusión

Eternity: The Last Unicorn ofrece una experiencia de rol sencilla, de corte clásico y apta para todo tipo de jugador (ya seas experimentando o no). Pese a que el estudio promociona la cámara fija como una virtud del propio juego, lo cierto es que es un impedimento que lastra la experiencia. Si juntamos este problema con un “targeting” inexistente, un sistema de colisiones y ataques deficiente y unas animaciones desfasadas, nos quedamos con un titulo que da la sensación de estar a medio hacer. Lo que podía ser la puerta de entrada para aquellos que no quieren un RPG puro y duro, se queda en una experiencia a medio gas, con buenas ideas pero mal implementadas.

Eternity: The Last Unicorn

19.99€
5.5

Gráficos

5.0/10

Sonido

6.0/10

Jugabilidad

6.0/10

Duración/Diversión

5.0/10

Pros

  • Dos personajes controlables
  • RPG sencillito, sin grandes complicaciones

Cons

  • Animaciones muy toscas
  • La cámara fija no ayuda

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