Análisis de Dungeon of the Endless

Amplitude Studios es un estudio de desarrollo de videojuegos independiente con sede en París formado por miembros que trabajaron en títulos de tal importancia como Battlefield, Rayman, XIII, Tom Clancy’s Ghost Recon, R.U.S.E, Call of Juarez o Might & Magic. Con tal currículum, la calidad, la creatividad y las ganas de crear videojuegos a este estudio no les falta y ya llevan tres títulos a sus espaldas; Endless Legend, Enless Space, con el que ganaron un premio en 2013, y Dungeon of the Endless, título que vamos analizar en este artículo.

Dungeon of the Endless es el último proyecto de este estudio parisino y con el cual siguen intentando alcanzar su mayor meta como estudio, el de crear los mejores juegos de estrategia del mercado. Este juego se lanzó a finales de 2014 en PC y ahora nos llega a Xbox One adaptado para poder disfrutar de él, ¿habrán conseguido adaptarlo con éxito?

Según el estudio desarrollador podemos definir este juego como una mezcla de Estrategia, Rogue Like, RPG y Tower Defense. La mezcla de todos estos géneros en un solo juego hace de él algo distinto, fresco e innovador apostando por una propuesta un tanto arriesgada que quizás esté enfocada a un cierto público debido a que el perfil de muchos jugadores no encajará con éste.

Dungeon of the Endless nos propone vivir la experiencia de unos tripulantes de una nave espacial, la cual se estrella en un planeta y los supervivientes de ésta tratarán de encontrar la forma de escapar de ella. Nuestro objetivo será recorrer los distintos niveles o pisos de la nave transportando el núcleo de energía del artefacto intacto hasta la superficie. El planteamiento es sencillo y viene a ser el típico que nos encontramos en los juegos del género roguelike.

El juego es distinto en cada partida que juguemos ya que los escenarios que recorremos y exploremos a lo largo de nuestra aventura se generan aleatoriamente cada vez que empecemos una. El inicio de la partida viene dado por la elección de dos personajes de entre el elenco disponible y la nave en la que queremos partir. Cada personaje tiene sus propias características como la salud, la inteligencia, la fuerza, la velocidad además de un rol como puede ser espadachín, que luchará cuerpo a cuerpo, o pistolero por lo que atacará a distancia.

Hay un elenco bastante interesante de personajes aunque solo unos pocos estarán disponibles desde el principio y habrá que cumplir ciertos requisitos para poder desbloquearlos de la misma forma que ocurre con las naves, que en primer lugar solo contaremos con un único modelo. Tras nuestra elección la partida dará comienzo y nosotros deberemos de ir abriendo estancias o habitaciones de la nave para tratar de encontrar el ascensor que nos permitirá salir del nivel, y así avanzar un piso o fase hasta llegar a un máximo de 12 niveles con el que concluirá la partida, si somos capaces de llegar con vida.

Con cada apertura de una nueva sala acontecerá un turno de juego en el que tendrán lugar varios sucesos. En cada turno nuestros suministros de industria, ciencia, comida y Dust (polvo enérgico)  aumentarán ligeramente, además, también acontecerá un turno de ataque en el que varias hordas de enemigos nos asediarán.

Las habitaciones que vayamos abriendo nos brindarán, a veces, suministros extra aleatorios. Una vez abierta una estancia ésta aparecerá en el mapa, pero permanecerá oscura hasta que nosotros la iluminemos con el polvo enérgico.  Esta energía es muy limitada por lo que no podremos iluminar todas las estancias que descubramos provocando que toda aquella habitación que no podamos iluminar sea hostil y de ella emanen hordas enemigas.

Las hordas enemigos las tendrán que repeler nuestros héroes con sus habilidades y la ayuda de unas construcciones que nosotros deberemos de gestionar. En ciertos habitáculos encontraremos unos puestos en los que podemos construir módulos ya sean de industria, ciencia o comida para generar ingresos los cuales cubrirán nuestras necesidades,  alrededor de estos lugares también podremos construir torretas, defensas y torres de curación. La disposición de estos módulos y las herramientas de defensa son claves por lo que deben estar bien situadas tácticamente o nuestros protagonistas perecerán en batalla al no recibir la ayuda que necesitan.

Hay diferentes tipos de suministros como ya hemos indicado; la industria, la ciencia y la comida. La industria nos servirá para poder construir, la ciencia nos ayudará a obtener mejoras tecnológicas y la comida nos permitirá curar a nuestros personajes o hacer que suban de nivel.

El título cuenta con dos dificultades disponibles al principio easy (fácil) o too easy (muy fácil), no os dejéis engañar por el nombre de ambas ya que os aseguramos que no es nada sencillo en ninguna de esas dificultades e incluso deberemos de ponerlo en la dificultad más baja. Además, también encontraremos en el juego lo que se denomina muerte permanente con la cual cualquier personaje que muera no podrá ser resucitado, por lo tanto, si mueren todos los personajes de nuestro equipo o bien destrozan nuestro núcleo fracasaremos y deberemos empezar una partida nueva. Esto puede frustrar bastante o retar, según la paciencia que tengamos o el tipo de jugador que seamos de todas formas puede ser un factor que aporte cierta rejugabilidad al título ya que no encontraremos una partida igual aunque las mecánicas se repitan.

Ya hemos comentado las mecánicas del juego así que solo nos queda comentar la adaptación y jugabilidad referentes al mando. Dungeon of the Endless es un título como comentábamos al principio que proviene de PC y sin duda creemos que es la plataforma en la cual mejor se puede disfrutar de este juego. La interfaz de usuario, el control, el manejo de los personajes y todo el entorno jugable con el mando de Xbox One resulta tedioso, complejo, poco accesible y fluido, por lo que nos costará adaptarnos a él e incluso después de unas horas de juego sigue siendo un tanto abrupto.

Por otra parte, el apartado gráfico del título entra por la vista a pesar de que todo está representado por pixeles. El diseño del juego es bonito y atractivo, todo ello gracias al uso de un pixel art muy bien elaborado con la combinación de una paleta de colores muy acertada y variada. Este apartado se muestra fresco y moderno, demostrando que no hacen falta grandes alardes técnicos para lograr un gran resultado. Sin embargo, el apartado sonoro no destaca tanto ya que solamente cuenta con unas pequeñas pistas musicales que acompañan la acción de una forma bastante correcta. Lamentablemente Dungeon of the Endless a pesar de que no tenga voces, todos los textos nos llegan completamente en inglés.

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