Análisis de Candle

Tras conseguir la financiación necesaria a través de Kickstarter Candle, el primer proyecto de Teku, desarrolladora turolense, o sea, producto nacional, comenzó el desarrollo de esta preciosa aventura gráfica mezclada con puzzles que nos harán darle al “coco” para avanzar con nuestro protagonista Teku.

Una aventura que, pese a tener un trasfondo muy básico, Teku, el protagonista del titulo, es un aprendriz de chamán que debe rescatar a su mentor raptado, junto con media tribu, por la tribu de los Wakcha; tiene una jugabilidad basada en unos puzzles muy variados que nos harán desesperarnos más de una vez debido a una alta dificultad de los mismos mezclados con niveles de plataformeo lo que le añade un toque de frescura al juego.

Los escenarios están llenos de pistas ocultas con las que continuar nuestro camino y de coleccionables, aunque pocos, y es por ello que la rejugabilidad de este Candle es nula debido a los escasos coleccionables y a una historia corta.

El control es bastante pobre sí usamos teclado y ratón, no así sí usamos mando que es lo ideal y recomendable. Pero como ya he dicho los puzzles son el eje de la jugabilidad, teniendo la mayoría de ellos una alta dificultad que nos hará sudar para abrir una zona por ejemplo. Además de esto hay que sortear en algunos puzzles a ciertos enemigos, que se les puede derrotar en sigilo, ya que sí nos ven tocará intentar huir o… sí nos pillan morimos. Aquí toma una gran importancia la vela que poseemos, y que da nombre al juego, que nos permitirá, aparte de desvelar pinturas, asustar a los enemigos para ahuyentarlos y continuar con nuestro puzzle o, en su defecto, con la aventura. Pero esto se puede volver en nuestra contra ya que sí pasamos por al lado de un enemigo con la vela encendida se levantará y nos matará. Como apunte hay que decir que sí se nos apaga, por entrar en contacto con el agua por ejemplo, siempre la podemos volver a encender en los diferentes fuegos repartidos por los escenarios.

Pero, al margen de la jugabilidad, el otro pilar esencial de este título tan magnifico es su apartado gráfico, pintado con acuarelas con una tonalidad pastel que le da un toque muy bonito a los escenarios. Eso sí a nivel técnico deja algo que desear con algunos fallos como el parpadeo entre fotograma y fotograma debido a que las animaciones están dibujadas a mano.

El apartado sonoro cumple, y bien, gracias a una banda sonora muy buena y a un doblaje al castellano sublime, culminado con Pepe Mediavilla como narrador de la aventura de Teku conocido por su doblaje habitual a Morgan Freeman y Gandalf.