Los concursos llegan a todas partes, incluso si eres un lobo de mar espacial como ocurre en Bow to Blood: Last Captain Standing.

¡Al abordaje! Una de las fantasías que tienen muchos niños (bueno, y algún que otro mayor), se hace realidad en Bow to Blood: Last Captain Standing, y es ser un pirata espacial. Capitaneando nuestra nave, tendremos que manejar a nuestra tripulación, ir en busca de fama, luchar contra bestias que acechan nuestra embarcación… aunque todo desde un punto de vista futurista que puede romper un poco los esquemas prefijados. La apuesta del estudio Tribetoy es muy particular, y en el análisis que tenéis a continuación detallaremos sus virtudes y sus defectos.

Piratas del futuro. O no son piratas, sino capitanes. O no son capitanes, sino concursantes. Bueno, sea lo que sea, nos veremos envueltos en una lucha encarnizada contra otros siete adversarios para competir por la mayor puntuación y liderar la tabla de clasificación. Un campeonato que sobre la mesa pinta muy bien, con diversas pruebas que realizar, estrategias que emplear a fondo con nuestra tripulación asignada e incluso con alianzas y traiciones con el resto de participantes, pero que no acaba de cuajar en ninguna de sus facetas. Puede que la culpa sea debido a que el titulo en cuestión se trata de un port proveniente de un juego de Realidad Virtual ,o puede que simplemente no se ha tenido el cuidado suficiente para realizar un juego mas redondo en cada uno de sus apartados. Sea como sea, hay un margen de mejora que esperamos ver en una hipotética próxima entrega.

Como hemos mencionado, Bow to Blood: Last Captain Standing nos emplaza a un concurso donde tendremos que sobrepasar al resto de capitanes para hacernos con el primer puesto. Para ello, deberemos conseguir la máxima puntuación posible en cada escenario que el juego nos plantea rascando cualquier punto que tengamos a nuestro alcance. Esto es importante ya que, cada dos rondas de juego, los dos últimos clasificados acabarán “nominados” y el que más votos lleve saldrá de la competición. Habrá diversas pruebas de distinta índole, desde carreras, eliminación de enemigos, enfrentamientos contra otros capitanes o llegar hasta unas balizas en el menor tiempo posible. Todo ello con un denominador común que lo hace único y diferente a cualquier otra propuesta: seremos los jefes de nuestro propio barco volador.

Estos vehículos de grandes dimensiones serán nuestra única vía de transporte, y nuestra mejor baza para derrotar a los oponentes. Unos barcos que necesitan su propia tripulación y que por suerte dispondremos, en concreto dos ayudantes que nos sacaran las castañas del fuego en mas de una ocasión. Si bien los combates no son la panacea de la diversión (bastará simplemente con fijar de manera automática al objetivo y apretar el gatillo de disparo), existen otros factores que aportaran mas riqueza a los enfrentamientos. Para comenzar la propia maniobrabilidad del barco, que aun siendo pesado pero versátil, nos hará destacar frente al resto de competidores si sabemos cómo controlarlo. Puede que a mucha gente le resulte algo tosco el propio manejo, pero parte de la gracia del control precisamente reside en la lentitud a la hora de girar y saber encontrar el punto débil del adversario.

Si queremos sobrevivir a esta dura competición, mas nos vale rascar todos los puntos posibles como he dicho. El problema reside que los objetivos asignados suelen ser tediosos, lentos y en ocasiones aburridos. Los escenarios se generan proceduralmente, y como pasa en la mayoría de los casos cuando se aplica esta técnica, no aportan elementos narrativos ni llegan a transmitir paisajes bonitos para el recuerdo. Todo se queda en una serie de ambientaciones, con un toque que nos puede recordar en parte a la saga Borderlands por su estilo animado y colorido, pero faltas de personalidad. Se nota que el título proviene de una andadura por los mundos de la Realidad Virtual, y al extrapolarlo a los controles convencionales y en una televisión fija, parte de su encanto se pierde. Al menos quedan las alianzas y su particular forma de ejecutarlas…

Puede que el factor que más me ha interesado de  Bow to Blood: Last Captain Standing sea la capacidad de realizar pactos, alianzas ,(y a su vez traiciones) con el resto de los concursantes. Esto no es un Battle Royale al uso, sino que cada capitán usa parte de su ingenio para protegerse sus espaldas y para ello no dudarán en ponerse en contacto con nosotros. Nos garantizarán el voto a favor si somos nominados, repartirán los puntos acumulados según lo acordado previamente, nos escoltarán si estamos en peligro de muerte en una fase concreta… o puede que no. Como sucede en la Zona Oscura de The Division, uno nunca sabe lo que sucederá hasta el último momento, un último instante donde veremos si el enemigo tiende su mano abierta o tiene un cuchillo que va directo a nuestra espalda. Ojo, aquí no se libra nadie, y podremos ser nosotros también quienes actuemos de manera bondadosa o como una sabandija que sólo busca el propio beneficio.

Otra de las partes fundamentales que podemos encontrar en el título es la gestión de nuestra propia nave, ordenando a nuestros dos tripulantes que su muevan a una zona concreta del barco. Serán cinco las zonas que podemos visitar: armas, escudo, drones, motor y radar. Cuando pongamos a nuestros compañeros de fatigas en estos espacios asignados, sus estadísticas se potenciarán. Por ejemplo, si ponemos a un tripulante en motores, seremos capaces de movernos más deprisa, pero si ponemos a otro compañero en radar, seremos alertados cuando el enemigo lance un misil hacia nuestra embarcación. Saber manejar a los dos tripulantes que tenemos al cargo será fundamental, sobre todo en los últimos compases del concurso donde un error puede suponer un descenso en el ranking y que nos lancen por la borda de la competición.

Bow to Blood: Last Captain Standing arrastra errores que lastran el resultado final, pero existen otros problemas algo más serios que solventar. Para empezar, la cámara es en primera persona (otra vez volvemos al mundo de la Realidad Virtual) y en ocasiones la acción que existe en pantalla es tapada por el propio casco de la nave y nos dejará vendidos al enemigo. Esto también es preocupante cuando viramos de manera brusca, sin poder ver de manera correcta si existe un muro o obstáculo que dañe nuestro casco.

Con cada nueva zona a afrontar un presentador tedioso nos dará una charla sobre cómo está yendo el concurso. Digo tedioso por que de verdad lo es, y además no se puede saltar la “chapa” de ninguna forma. Puede ser incluso peor de lo que pensáis, ya que  Bow to Blood: Last Captain Standing está en completo inglés, y algunas conversaciones carecen hasta de subtítulos, por lo que la sensación de aburrimiento se intensifica más si no sabes de lo que están hablando.

 
Conclusión

Pese a que la propuesta expuesta sobre la mesa parece tentadora, lo cierto es que Bow to Blood: Last Captain Standing no llega a despuntar en ninguna de sus facetas. En vez de ser un juego frenético, dinámico y lleno de sorpresas, se transforma en un título lento, en ocasiones tedioso y que puede llegar a a aburrir si ya conocemos sus mecánicas. Los problemas de cámara no ayudan, y su carencia de textos en español mucho menos, por lo que sólo nos queda recomendar el juego a quienes posean unas gafas de Realidad Virtual o quienes soñaron algún día con ser piratas espaciales.

 

Bow to Blood: Last Captain Standing

19.99€
5.8

Gráficos

5.0/10

Sonido

6.0/10

Jugabilidad

6.0/10

Duración/Diversión

6.0/10

Pros

  • Te sentirás como el capitán de tu propio barco
  • Las gestiones son fáciles de realizar
  • Las alianzas con el resto de concursasntes aportan un puntito curioso

Cons

  • Completamente en inglés
  • Gráficamente pobre: se nota que está pensado para VR
  • Problemas de ritmo, pese a lo "arcade" de la propuesta

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