Avatar: Frontiers of Pandora nos propone una aventura, sin límites ni fronteras, a la altura de las obras de James Cameron.
Las adaptaciones del cine al videojuego están plagadas de éxitos pero también de fracasos. Siempre es complicado plasmar un guion o idea pensada para vivir como espectador en una aventura interactiva sin perder su esencia. Algo que conocemos y tenemos interiorizado sobre el mundo de Avatar es que Pandora es un vergel natural donde la fauna y la flora son los protagonistas. Los Na’vi son una parte de este ecosistema y así es como el creador y director James Cameron quería que lo sintiéramos.
Esa simbiosis perfectamente equilibrada entre Na’via y Pandora es palpable, evidente e innata. Avatar: Frontiers of Pandora sigue el camino marcado por Cameron en sus películas. Nos transmite esa esencia tan propia de la saga, haciendo que, film y videojuego, caminen de la mano y en perfecta simbiosis.
Película y videojuego en simbiosis.
Esta simbiosis entre película y videojuego de la que no dejó de hablar se hace más evidente y presente cuando hablamos del apartado argumental. Los dos films publicados hasta la fecha pecan, bajo mi opinión, de historias simples y clichés que no hacen justicia al resto de apartados técnicos. En Avatar: Frontiers of Pandora nos ocurre algo similar.
Argumentalmente una historia conocida.
El argumento es bastante simple. Seremos un Na’vi secuestrado de niño por la RDA, el antagonista de la primera película de Avatar. Viviremos una infancia al margen de Eywa y criado por humanos en un laboratorio como parte de un experimente junto a otros niños. Educados como humanos e instruidos en la historia de la tierra.
Cuando los Na’vi se revelan y atacan a la gente del cielo (la RDA) liderados por un “tal” Jake Sully, el experimento se va al garete y los niños Na’vi son criogenizados durante 16 años. Cuando despertamos y escapamos del laboratorio vemos la realidad. Somos un ser que desconoce por completo Pandora y todo ese entorno salvaje. La guerra entre RDA y los Na’vi ha divido a los clanes de Pandora y el planeta es más hostil si cabe.
Espectáculo visual.
Pero más allá de un historia básica, en Avatar: Frontiers of Pandora vamos a encontrarnos muchas bondades y buen hacer por parte de Ubisoft. Para empezar unos entornos que son a la vez hostiles y amigables donde, como Na’vi, deberemos aprender e identificar cada una de las especies que habitan Pandora. Desde la planta más pequeña al animal más mastodóntico. Cada uno con su función y razón de ser.
Un máster en Avatar.
Y es que Avatar: Frontiers of Pandora parece una enciclopedia viviente del mundo de Eywa. Movernos por Pandora nos va a obligar a conocer gran parte de su fauna para nutrirnos de materiales para elaborar flechas, ropajes, armaduras o comida. Pero también nos llevará a aprender a evitar peligros con forma de plantas venenosos y agresivas. Todo eso sin contar con los peligrosos animales que pueblan el planeta y no dudarán en devorarte.
Todo esta cascada de información te abruma de primeras, pero poco a poco iremos digiriéndola para, tras unas cuantas horas, sentirnos parte de Pandora. Llegará un momento que nos moveremos con soltura por el entorno evitando peligros de manera natural gracias al conocimiento adquirido.
Un mundo abrumador.
Entorno que es basto, inmenso, lleno de detalles y eso que es complicado plasmar lo visto en las películas en un videojuego. Primero por la calidad gráfica de los films, siempre punteros en su generación, supusieron y suponen un referente en la industria.
La comparaciones por tanto podría suponer una desventaja para Avatar: Frontiers of Pandora pero el trabajo realizado a nivel gráfico es espectacular. En la Xbox Series X que lo he jugado es increíble la calidad gráfica. La distancia de dibujado es increíblemente lejana y hace que puedas disfrutar de estampas paisajísticas espectaculares. Manteniendo unas resoluciones y nivel de fps más que aceptables.
Técnicamente perfecto.
La cantidad de vegetación en pantalla, sus detalles, colorido y movimiento es sublime. Cosa que debemos poner en valor, aún más, si tenemos en cuenta que es mundo abierto sin ninguna pantalla de carga. Además, la transición noche/día hace que disfrutes durante la ausencia de luz de un espectáculo de florescencias como si estuviéramos dentro de Avatar o Avatar: El sentido del agua.
Una cosa que me ha llamado poderosamente la atención es que los árboles, sello de Pandora, están recreados de manera magistral. Parece que cada hoja ha sido diseñada y creada para formar un todo en esos gigantes que pueblan el planeta.
RPG de acción clásico.
En nuestra aventura en Avatar: Frontiers of Pandora tendremos que aprender desde cero las costumbres de los Na’vi, la caza, los rituales, la relación con Eywa y por supuesto explorar cada rincón del planeta para conseguir aumentar nuestras destrezas.
Para ello tendremos un árbol de talentos con 5 categorías dándole un toque gran componente de RPG de acción al juego. La ramas de mejoras son: caza, supervivencia, fabricación, lucha y montura. También podremos aprender a cocinar y aprender nuevas recetas con poderosos efectos. Además, deberemos crear y mejorar nuestras armas y vestimentas para hacer frente a todos los peligros. Esto junto a multitud de misiones secundarias y cientos de coleccionables nos aseguran que el viaje por Pandora no será circunstancial.
Conclusión:
Podríamos estar horas hablando de todo lo que ofrece Avatar: Frontiers of Pandora, de su magnífico apartado artístico, del maravilloso planeta de Pandora que han conseguido replicar en este juego. Desde lo visual a lo auditivo el juego es muy bueno, con una banda sonora y una apartado de sonido ambiente muy trabajado. También podríamos hablar de las cosas que Ubisoft se ha dejado a medio cocinar algunos aspectos del juego.
Por ejemplo, una historia bastante simple y muchas mecánicas que estamos cansados de ver en otros de sus juegos. Jugabilidad recauchutada de otros títulos. Algunas misiones de sigilo son muy Assasin’s Creed, otras de combate recuerda a Far Cry, otras de exploración nos trasladan a Inmortals Fénix o hackeos que son idénticos a lo visto en Watch Dogs. Pero a pesar de sus defectos, que existen, Avatar: Frontiers of Pandora es como Hogwards Legacy a Harry Potter, el juego que está saga se merecía y necesitaba.
Avatar: Frontiers of Pandora
79,99€Pros
- Magnifico visualmente
- Una delicia el apartado sonoro
- Recreación de Pandora fiel y lograda
- Una oda la mundo de James Cameron
Cons
- Falta de ritmo en la historia principal
- Cadenas de misiones poco cohesionadas
- Controles algo liosos en los menús de alimentos y armas
- Muy enfocado en algunas partes a contenido endgame