Análisis de Can’t Drive This para Xbox Series X

Los monster truck quizás sean un reto al volante, no obstante, más reto es conducir en una pista que aun no existe. Esta semana os traigo el análisis de Can’t Drive This, de Pixel Maniacs. Un alocado juego de “conducción” donde los reflejos, la pericia y el juego en equipo con los pilares de la victoria. Porque siempre es divertido recuperar el party juego de antaño para compartir un buen rato con nuestro amigos y familiares.

Can’t Drive This propone una premisa muy sencilla: uno pilota y el otro construye la pista. Si bien se puede jugar en solitario, empezaremos por hablar de las mecánicas cooperativas. Este juego ofrece multijugador a 4 bandas en local y en modo online. A pantalla partida, obviamente. Tanto si jugamos en el sofá con amigos, como si lo hacemos online, la pantalla partida está siempre en nuestras TV. De esta forma podemos coordinar mejor o incluso hacer un poco de trampa cuando se complica la situción. Puesto que la propuesta no es tan simple como poner carreteras rectas y avanzar, no, hay mucho más.

Partiendo de un nodo de inicio, el que decida conducir recorrerá un circuito imprevisible y tortuoso en pos de abarcar la mayor distancia posible, al menos en el modo más básico: Yardage. Este circuito lo irá colocando el que no conduce. Asimismo, cada nuevo nodo que coloca nuestro constructor es aleatorio. A lo sumo puede cambiarlo de posición o incluso dejarlo fuera del camino para conseguir otro, pero nunca decidir exactamente cual será la próxima ficha en el tablero. Y aquí radica la gracia de este juego. Pues no es lo mismo una curva que un salto, cada pieza ofrece sinergias diferentes con las demás.

Imaginad que la suerte comienza a generar nodos con aceleradores y de repente llega una curva. Obviamente no se puede detener el coche en seco, por lo que la habilidad al volante es fundamental para compensar lo que el constructor no puede decidir. A todo hay que sumarle otra serie de nodos diseñador para torturar a los jugadores, pues hay que vérselas con apisonadores, mazos pendulares, anillos de fuego, badenes, niebla, agujeros de barro y hasta nodo parcialmente inundados. Incluso la pantalla, de ambos jugadores, se ve afectada por inclemencias como la niebla o el agua que emborrona la visión.

Si bien avanzar hasta lo desconocido es la base, también hay otros modos de juegos. Así pues, a la conducción aleatoria se le suma un modo Game of Drone donde debemos recoger unos nodos esparcidos por el mapa mientras lidiamos con la aleatoriedad de la carretera y, además, un dron nos va tirando minas de descargar PEM. Puede parecer baladí, pero es buen momento para que sepáis que el coche debe mantener en movimiento constante para no explotar; exacto, igual que en la película Speed. Además, el tiempo que el coche puede bajar de velocidad es cada vez menor, apretando con la dificultad poco a poco.

Por otra parte, si reunimos a cuatro jugadores, podemos optar por el modo Capture de Egg. Lo que viene a ser el típico caza la bandera. Un modo en el que tratar de robar los huevos al equipo rival mientras vamos generando la arena de juego a tiempo real. Los resultados pueden ser tan inesperados como divertidos. Sin duda, con los alegres colores, las pantallas de carga rápidas y lo fácil que es cambiar de rol con nuestro compañero, Can’t Drive This es de los mejores party juegos que he visto en mucho tiempo.

No hay videojuego que no ofrezca algún tipo de sistema de escuerzo-recompensa. En este juego tenemos una serie de opciones de personalización del vehículo y del circuito. Sí, del circuito. Si bien el coche tiene las opciones típicas de colores, vinilos, decoración y accesorios; lo interesante está en el giro de tuerca sobre la personalización del circuito. Cada jugador puede optar por decidir que tipo de adoquinado presentan sus nodos. Parece algo irrisorio, pero siempre se agradece poder escoger como nos representa el juego, y más en un título claramente multijugador.

Como os comentaba al inicio de este texto, aproximadamente, Can’t Drive This se puede jugar en solitario. Aunque no es la mejor de las opciones. En modo un jugador, debemos conducir a la vez que trazamos la pista. Con una simple pulsación a la Y, cambiamos de construcción a pilotaje y viceversa. Aunque las reglas de los modos cooperativos se mantienen similares. El coche en este caso si puede detenerse, pero a cambio tenemos un reloj que baja incesante. La forma de alargar nuestra partida es ir recogiendo los bonus de tiempo por el mapa para que la aventura no pare. Aunque ya os digo que la experiencia en solitario resulta bastante poco atractiva; por no decir aburrida.

En definitiva, Can’t Drive This es un divertido juego que mezcla físicas con cooperación y aleatoriedad. Las risas van aseguradas en cualquier partida que involucre al menos dos jugadores. Si bien hay un sistema de progresión y desbloqueo de objetos por hacer buenas partidas y recoger recompensar por el camino, tampoco es que haya un aliciente real para jugar asiduamente. Este título es ideal para partidas ligeras donde echar unas risas con algún amigo sin más pretensión que pasar el rato.

Can't Drive This

19.99
7

Nota

7.0/10

Pros

  • Dinamismo
  • Aleatoriedad
  • Cuatro modos bastante diferenciados

Cons

  • Modo un jugador muy soso
  • No ofrece mucho más que compartir un rato con amigos

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