Los amantes de los juegos de puzles y plataformas no pueden perderse Black the Fall, juego con intento de transmitirnos el otro lado de la moneda comunista.

Si bien Ubisoft dio el pistoletazo de salida en esta generación ofreciendo un abanico de juegos independientes de gran calado y memorables por su propuesta (Child of Light o Valiant Hearts encabezando la lista), no tardaron otras grandes compañías en aprovechar ese tirón para unirse a la iniciativa, como hizo después Electronic Arts con  Unravel, por ejemplo. Ahora es el turno de Square Enix, que a través de su nueva plataforma Square Enix Collective, quiere dar relevancia a ciertos títulos de menor calado que apuntan maneras, como es el caso que hoy nos ocupa con Black the Fall.

Las fábricas de Black de Fall serán nuestra peor pesadilla.

La libertad es el orden.

Ese es el lema que se puede leer al principio del juego. Nosotros controlaremos a un anónimo trabajador, que, por un problema con la antena implantada en su cabeza y el dispositivo que manda ordenes, es liberado del yugo de la esclavitud al que está sometido y decide abandonar el agónico lugar donde esta afincado. Ambientado en un marcado contexto comunista que une el pasado con grandes maquinarias rusas (aunque en este caso la acción se localice en Rumanía) con el futuro distópico lleno de robots dispuestos a no dejar fugitivos vivos, según avancemos en la sucesión de mapeados veremos pequeñas trazas de lo que podría suponer una historia…pero sin llegar nunca a despuntar ni a contarse tan bien como debería.

Muchos han dicho que el título bebe directamente de juegos como Limbo o Inside, juegazos de Playdead llenos de puzles que tendremos que resolver usando las físicas del juego y utilizando nuestro cerebro a la hora de encontrar la forma de afrontar el reto. Es cierto que Black the Fall recoge esos alicientes, y en algunos puzles si que tiran de físicas, pero de una forma mucho más suave. Eso no quita que algunos puzles estén bien logrados y contengan una originalidad nunca antes vista, pero no esperéis encontrar un título como los mencionados anteriormente. Para mí, por el planteamiento, y propuesta de escapar del opresor me recuerda más a otro grande del género de las plataformas con puzles, el clásico Abe´s Oddysee, aunque de nuevo, manteniendo las distancias. De hecho, existen pequeños detalles que lo acercan más a Abe que a Limbo o Inside, como la opción de poder “controlar” a otros compañeros, o incluso a un perro-robot en un momento concreto de la aventura.

Algunas situaciones me recordaron claramente a Abe´s Oddysee

Liberarnos del control…controlando.

Como hemos dicho, el control de otros personajes será clave para el éxito de los puzles y para poder despistar al enemigo. Para ello, nuestro héroe contará con una especie de puntero que permitirá dar órdenes, incluso activar ciertos mecanismos como ascensores o sensores de luz. Su control resulta muy interesante, y tendremos que aprender a usarlo de manera sensata para que el enemigo no se percate de nuestra presencia. Gracias a su apuntado en 360 grados, podremos dirigir el rayo exactamente a cualquier objeto que se encuentre en pantalla, siempre que éste no esté obstaculizado (aunque en caso de estarlo, siempre podremos hacer que la trayectoria del rayo rebote por paredes o techos en puntos específicos).

Además, contaremos con otro tipo de rompecabezas basados en la infiltración, en las mismas físicas que comentamos anteriormente, plataformas muy al estilo de los primeros Prince of Persia e incluso en partes donde el sonido será nuestra guía hasta la salida debido a la oscuridad de la fase. No os preocupéis si morís muchas veces, es bastante normal que metamos la pata en alguna ocasión (o en varias) y tengamos que repetir el tramo. Black the Fall lo sabe, y está preparado para reiniciar el puzle al momento y que reintentemos el rompecabezas de una forma diferente. Pese a estas ayudas, al no haber prácticamente indicaciones ni ayudas en pantalla, mucha gente puede asustarse con Black the Fall, sobre todo en los primeros compases de la aventura, muchos más difíciles que el resto del juego.

La dificultad de los puzles va creciendo según avanzamos en la aventura.

Rojo y negro, los colores oficiales

Junto con esa dificultad o pico elevado al principio del juego tenemos que sumar que al comienzo todo será extremadamente lúgubre, con zonas prácticamente negras y donde la visibilidad será reducida. Esto hará que en más de una ocasión metamos la pata (y ni sepamos que pasó) pero poco a poco iremos viendo la luz al final del túnel, literalmente. Junto a esta predominancia del negro, le siguen otros colores muy marcados como rojo y amarillo, todo para mantener ese clima comunista que destila el título en unas constantes 2,5D. La pena son los escenarios, poco llamativos y desaprovechados. Existen momentos donde pasaremos por zonas abandonadas, pueblos asolados o incluso circos fantasma pero sin profundizar en ellos, siendo la tónica habitual estar dentro de fábricas (muy similares unas de otras) o en explanadas llenas de peligros. Si al menos hubiesen incorporados pequeños fragmentos de la historia entre puzle y puzle, todo tendría más empaque, pero el problema radica en que no hay elemento llamativo ni novedoso, quedando todo relegado a una sucesión de puzles continuados, que no están mal, pero por la ambientación que proyecta Black the Fall uno puede esperar un producto diferente.

Las zonas en el exterior son. sin duda, las más llamativas.

Alzando el puño izquierdo

El sonido sí que se comporta acorde a la situación, siendo una sucesión de ruidos de fábrica, golpes, maquinaria chirriando que se combina de forma poco frecuente con melodías en momentos concretos. Entre estas melodías, encontramos himnos acordes a la ambientación del juego (La Internacional, por ejemplo) y discursos que nos transmiten la mentalidad comunista que quiere hacernos ver Black the Fall. Eso sí, no os asustéis, porque las pocas voces de las que hace gala el título, están subtituladas a nuestro idioma.

Puntuación
Gráficos
65 %
Sonido
70 %
Jugabilidad
80 %
Duración/Diversión
70 %
analisis-black-the-fallBlack the Fall es un título que mezcla plataformas con puzles como lo pueden hacer otros juegos como Limbo, Inside o Abe´s Oddysee. Las comparaciones son odiosas, y hacer el símil perjudica al título analizado, ya que no encontramos ni las físicas de los juegos de Playdead, ni el carisma de la historia relatada en el juego de Oddworld Inhabitants. Pese a esto, encontramos originalidad en algunos de sus puzles, gracias al puntero con el que controlar a otros NPC´s y un contexto llamativo que a veces sorprende por el acercamiento que tiene a una supuesta facción comunista post-apocalíptica.

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