Análisis de Antigraviator para Xbox One

Pilotando una vez más me hallo, más esta vez sin ruedas cabalgo. Hoy os traigo el análisis de Antigraviator, la propuesta de conducción sin rueda, ni límite de velocidad, de Iceberg Interactive. En este frenético simulador de futuristas bólidos al más puro estilo de Vaina de Star Wars, todo vale con tal de ganar la carrera.

Desde Iceberg Interactive nos llega un nuevo título de ese género un tanto olvidado sobre carreras a velocidades imposibles. Si bien hemos recibido algún contendiente este es el primero que nos brinda la propuesta en Xbox One. Lo que nos lleva a pensar que estamos ante el pionero en nuestra plataforma de cara a darnos la adrenalina sin fin entre loopings y acelerones.

A nivel jugable tenemos una serie de físicas complicadas de definir. Por lo general, en un juego de carreras hay muchos factores a tener en cuenta, como la respuesta de los neumáticos contra las diferentes superficies o la resistencia al aire. Sin embargo, en Antigraviator todo eso se disuelve a altas velocidades. Pues al no haber ruedas la mayoría de físicas de conducción desaparecen. Lo que convierte esta experiencia en un soplo de aire fresco dentro de la conducción como tal.

Está claro que en Antigraviator no hay radares de velocidad. La velocidad media que alcanzan los vehículos oscila los 500km/h, y la aceleración es inhumana, por lo que la resistencia al aire es algo inexistente. La clave está en acelerar y trazar las curvas con pericia y evitar usar el freno. Si no mantenemos la máxima velocidad posible, el resto de pilotos nos dejarán atrás en un momento. Por lo que hay que aguzar los reflejos y apurar cada movimiento.

Con esta sencillas bases jugables lo único que queda es ponerse al volante y ascender hasta la cima. Para esto tenemos un modo campaña con una serie de copas que se van desbloqueando según vencemos las anteriores. Mediante cuatro carreras consecutivas debemos sumar puntos de cara a quedar, por lo menos, entre los tres primeros para recibir un premio monetario. Aunque solo quedando primeros desbloquearemos la siguiente copa. Esta regla de todo o nada le encantaría a N Oxyde.

Para crear variedad, no solo competiremos por el primero puesto. El título ofrece mútiples modos de juego. Partiendo de la carrera estándar, donde, además, iremos sumando “nitro” de forma automática para pegar acelerones; también podremos batirnos en otros estilos de competición. El juego ha sido generoso honrando modalidades clásicas de las carreras. Tenemos el clásico contrarreloj con puntos de control, carreras donde se eliminar al último cada cierto tiempo o modos donde el armamento y los acelerones se alternan en un todo vale con tal de ganar.

El concepto de armamento en Antigraviator es interesante, pero está bastante desaprovechado. Las carreras con armamento ofrecen secciones de la pista con trampas. Estas trampas se pueden activar cuando un rival inmediato pasa por dicha sección. Entre las trampas posibles hay misiles guiados, disparos de mortero, cortinas de agua y más inventos del mal para bloquear nuestro avance. Pero no es gratis usar estas herramientas, pues deberemos reunir “objetos”(la traducción es rara en este punto) para acumular energía con la que lanzar trampas o usar acelerones. La estrategia gana peso cuando hay que decidir si putear al de delante o ganar velocidad momentánea.

Cabe decir que las trampas reducen nuestra velocidad drásticamente, aunque se pueden esquivar con pericia y la ayuda del “barrel roll”. La mecánica de esquiva sirve tanto para evitar obstáculos a último momento, como para empujar a nuestro rivales contra las paredes o, incluso, fuera de la pista. Sobre el papel suena muy bonito, pero os animo a tratar de sacar de la pista a un rival, sin saliros vosotros, yendo a 500 por hora… De pericia y relflejos va la cosa.

Antigraviator ofrece varios biomas que tematizan su generosa lista de circuitos. Desde desierto a ciudad, sin olvidar el espacio o el bosque; El juego ofrece pistas bastante variadas dentro de sus respectivos géneros, la cuales se disfrutan a nivel paisajístico aun con las altas velocidades a las que las recorremos. Podríamos debatir lo interesante de los circuitos mixtos, donde se combina pista con campo a través. No obstante, al no tener ruedas no hay ninguna diferencia entre un terreno y otro.

Como en cualquier juego de carreras, es imposible llegar a superar todas las carreras con el primer coche tal como viene. Para esto tenemos otros vehículos que comprar, aunque pocos, y una series de mejores, también escuetas, que aplicar a cada uno. Alerones, bajos y piezas varias que alteran las estadísticas de velocidad, aceleración, armadura y demás conceptos nos ayudarán a personalizar nuestro vehículo ideal. En general hay pocas opciones, aunque siempre podemos dedicar un rato a pintar las diferentes capas del bólido y escoger su estampado para diferenciarlo un poco de los demás

Fuera del modo campaña, hay el típico carrera libre para escoger la circuito y modo de juego que más nos guste. Asimismo, como no, hay un modo online para jugar con amigos y desconocidos a través de internet. Cabe decir que me resultó bastante difícil encontrar otros corredores, por lo que espero que Antigraviator reciba crossplay en algún momento para paliar este tema. Aun así, siempre podemos recurrir al modo pantalla partida para jugar con algún amigo en casa.

A nivel visual es un juego correcto, ofrece una experiencia vistosa y agradable en cada escenario. Lo vehículos también tienen unas texturas correctas sin ser un top generacional, pero a cambios los fps se mantienen sobre los 60 de forma fluida. Donde peca Antigraviator es en la banda sonora. Todo se basa en una consecución de pistas de audio machaconas de corte drum and bass, habría sido interesante escuchar una composición menos genérica en el juego.

En definitiva, Antigraviator es un gran título para liberar estrés y adrenalina. Correr es muy divertido (en videojuegos), y más si no necesitamos frenar nunca. Como punto negativo podemos destacar la poca variedad de vehículos y personalización, aunque el placer que genera pilotar en el juego puede compensar esto fácilmente. Si echáis de menos títulos como F-Zero, Antigraviator puede ser una buena apuesta.

Antigraviator

7

Nota

7.0/10

Pros

  • Conducción frenética
  • Modos de juego variados
  • Paisajes elaborados

Cons

  • Música poco elaborada
  • Sistema de combate desaprovechado
  • Pocos vehículos

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