La historia de Lee y Clementine no puede quedar abandonada en la pasada generación y es por ello que TellTale Games nos lo trae de vuelta a nuestra Xbox One.
[Nota] Estas impresiones están centradas en las diferencias entre las versiones de Xbox 360 y Xbox One. Para conocer más en profundidad ambos juegos, recomendamos leer el análisis publicado anteriormente sobre The Walking Dead.
Para leer el análisis de The Walking Dead S.2 , pincha aquí.
Si hay una historia que he dejado mella en los jugadores, es la contada por los chicos de TellTale Games en The Walking Dead, ya sea la primera o segunda temporada. Pese a que la historia era simplemente espectacular, es cierto que ciertos apartados no estaban tan pulidos como uno querría esperar. La experiencia es un grado, y después de sacar el también exitoso The Wolf Among Us y focalizar su trabajo en Tales of Borderlands, llega el turno de limar asperezas de su primer éxito para su puesta a punto en nueva generación.
Como muchos de vosotros ya conoceréis, The Walking Dead se trata de una aventura gráfica episódica donde la toma de decisiones será fundamental para el devenir de la trama. En la primera temporada nos pediremos a Lee, mientras que en la segunda temporada controlaremos a Clementine. Tanto Lee, como Clementine, así como el resto de personajes que entablarán relación con ellos tienen su propia personalidad, deseos y temores, aspecto que sumerge al jugador aún más en la historia. Mientras que con Lee predomina más el ataque directo a los zombies y papel de líder del grupo, con Clementine jugaremos más al sigilo, y al ser una niña, no tendremos tanta influencia como el primer protagonista. Evidentemente no desvelaremos nada del hilo argumental en estas impresiones ya que es el punto fuerte de ambas entregas.
Gráficamente ambas temporadas de The Walking Dead han sufrido un lavado de cara bastante importante. El color de cada escena destaca mucho más, y aunque sigue manteniendo esa tendencia a tonos ocres y algo apagados, todo el acabado se ve mucho mejor. La fluidez de los objetos también ha mejorado con esta remasterización: antes los ríos, o el movimiento de las hojas en los árboles no estaba tan bien realizado como lo está aquí ahora. Por supuesto el dinamismo de los personajes también se ha trabajado, y notaremos que sus movimientos son más naturales y menos toscos.
Otro aspecto a destacar son los tiempos de cargas. En The Walking Dead de la pasada generación, cada vez que queríamos cargar un capítulo, teníamos que esperar bastante tiempo, incluso al comienzo del episodio notábamos como ciertos “tirones” hasta que finalizaba de cargar (este aspecto incluso se notaba más si lo jugábamos directamente desde el disco, ya que no había opción de instalar dicho juego en el disco duro). Incluso los cambios de escenas traían consigo algún que otro tirón ocasional. Todo este problema de cargas se ha mejorado bastante, si bien es cierto que aun seguimos notando alguna que otra ralentización puntual, aspecto que nos extraña ya que el título tiene un nivel gráfico bastante básico para tratarse de nueva generación.
La polémica de los textos, por otra parte, se ha visto en parte solventada solventada. Las líneas de diálogo no están completamente localizadas al español, aunque sí que han mejorado bastante en ese aspecto. Expresiones como “jalar el gatillo” serán menos recurrentes y nos permitirán tomar decisiones de una manera más eficaz, sin tener que perder más tiempo intentando saber qué querían decir dichas expresiones que aquí en España desconocemos. Aunque se ha conseguido mejorarlo, aun dista mucho de ser perfecto, y a veces toma al pie de la letra la palabra inglesa para traducirla directamente al español. Como ejemplo, podemos destacar “asshole”, la cual por el contexto en vez de traducirla como “idiota” o “imbécil” la traducen literalmente como “ojete”, y evidentemente, en algunas circunstancias no tiene mucho sentido.
Otro detalle que podían haber implementado en esta versión de Xbox One es la posibilidad de transferir los datos que tenías en la primera temporada en Xbox 360 para que afectara a lo acontecido en la segunda temporada. Solamente se puede transferir datos de una entrega a otra en la misma consola, pero existen muchos casos en los que el jugador ha terminado la primera parte de The Walking Dead en Xbox 360, y con la salida de Xbox One ha adquirido la segunda parte. En estos casos, al comenzar la segunda temporada nos avisarán de que el propio juego tomará las acciones que tiene por defecto, independientemente del desenlace que hayamos tenido en la primera campaña.
La parte jugable seguirá siendo la misma de siempre. Tendremos mayor variedad de acciones en la segunda temporada, pero la tónica general sigue siendo la misma: contaremos con varias respuestas que escogeremos apretando el botón del mando correspondiente. Aparte de estos diálogos, seguirán los momentos de exploración y algún que otro QTE esporádico. Cada temporada consta de 5 capítulos, cada una con una duración aproximada de hora y media, suficiente para no hacer The Walking Dead ni demasiado corto ni demasiado largo.
Conclusión:
El juego arcade The Walking Dead en Xbox One es una nueva oportunidad para quienes no pudieron disfrutar en la generación anterior. Sigue siendo un juego donde el punto fuerte es la historia que nos relatan, en algunas veces muy cruda y otras que consigue emocionarnos. Han cuidado algunas aspectos para que luzca mejor en la nueva generación, como mejor definición, un apartado gráfico más potente, pero estos detalles no son fundamentales para mantenernos atrapados episodio tras episodio. Un buen juego para quienes quieran un título más tranquilo, con una vuelta de tuerca al concepto de aventura gráfica que revolucionó TellTale Games hace dos años, y que sigue funcionando como podemos comprobar a día de hoy.
Nota final para ambas temporadas:
Gráficos: 7.5
Sonido: 8.0
Jugabilidad: 8.5
Diversión: 8.5
Nota final: 8.5
