El sucesor del aclamado Planescape: Torment, por fin ha llegado. Prepárate para todo lo que tiene que decir Torment: Tides of Numenera.

Corría el año 1999 cuando salió al mercado el denominado por muchos usuarios el mejor RPG conversacional. Nos referimos a Planescape: Torment, una apuesta por el rol puro que se alejaba de otros juegos del mismo corte como el mítico Baldur´s Gate para centrarse en la historia, el misticismo y dejar a un lado otros elementos propios del género como podría ser el  combate. A raíz de este juego, y con el paso de los años, una gran masa de jugadores demandaron una segunda entrega que continuara la misma línea creativa que Planescape: Torment. La respuesta no pudo ser más efectiva, ya que Torment: Tides of Numenera, recaudó la escalofriante cantidad de 5 millones de dólares en Kickstarter. Se nota que los roleros puristas querían un sucesor espiritual a la altura, e Inxile Entertainment se lo ha brindado, aunque avisamos de que se trata de un juego no apto para todos los jugadores.

Podríamos empezar y finalizar el análisis hablando del elemento más importante que rodea a Torment: Tides of Numenera, que es obviamente su historia. Resumir en un párrafo todo lo que sus creadores quieren contar en las más de 40 horas que dura el título sería un insulto, pero para hacernos una idea, nosotros controlaremos a un desecho, una persona que ha sido utilizada por el Dios Cambiante. Esta deidad tiene la “bonita” costumbre de utilizar el cuerpo de las personas para de esta manera vivir eternamente, y una vez que se cansa del mismo físico, la desecha tirándola desde los cielos para hacerse con otro cascarón. Por suerte, nuestro protagonista sale vivo de la caída, aunque no recordará nada de su etapa anterior (el efecto amnesia, tan recurrido en este tipo de juegos), aunque es cierto que por momentos tendrá pequeños fragmentos de su antigua conciencia.

El estar tan completamente desubicados en el Noveno Mundo, lugar donde transcurre la acción, puede afectar hasta al mismo jugador, ya que no tendremos ni las más remota idea de lo que está pasando. Por suerte, poco a poco iremos desentramando (o entramando más) una historia que atrapa si nos dejamos atrapar, pues, como he comentado antes, muchos usuarios huirán de Torment: Tides of Numenera si no aceptan sus reglas ni se sumergen de lleno en su mundo de ensueño.

Los ritos, cultos y adoraciones estarán a la orden del día en Torment: Tides of Numenera.

El juego en Prosa

Olvidaros de los juegos de rol convencionales. En Torment: Tides of Numenera tendremos que leer, y leer mucho. Pantallas y pantallas de texto, con descripciones, diálogos y tomas de decisiones que aparecerán desde el minuto uno. Me recordó a los clásicos juegos conversacionales de los años ´90, donde las imágenes aparecían con cuenta gotas y donde teníamos que usar la imaginación y nuestra capacidad lectora para adentrarnos en el universo o historia que se nos quería contar. Este es el hecho que puede hacer que muchos jugadores no estén preparados para tal obra (sinceramente, me incluyo yo) ya que requiere mucha paciencia, un ritmo pausado y un interés completo en conocer mediante textos lo que está sucediendo, ya sean conversaciones con nuestros compañeros de grupo o un NPC cualquiera. Además, para rematar el hecho de que estamos completamente perdido en los primeros compases, muchos de los temas a tratar se basan en lo metafísico, los sueños, percepciones y misceláneas a las que no estamos acostumbrados. Habrá incluso viajes al interior de nuestra mente, por lo que esperaros cualquier cosa…

La dirección artística en los escenarios es bastante original.

Las clases que no tienen clase.

Como no podía ser de otra manera, existen clases que definen a nuestro personaje, como todo buen juego de rol. Tendremos tres variables ramificadas en fuerza, velocidad e intelecto. Olvidaros de asociar estas aptitudes a guerrero, pícaro y mago, ya que su finalidad no está tan enfocada al combate como sí a otros aspectos conversacionales e interactivos. Según vayamos mejorando a nuestro protagonista, iremos utilizando estas aptitudes mencionadas, engrosando de esta manera la reserva de puntos. Estos puntos nos servirán para cambiar el ritmo de una conversación, mover bloques que nos impiden el paso o resolver puzles disgregados por el escenario, asi que en nuestras manos estará el saber administrar bien la reserva para no quedarnos vendidos en el peor momento. Por suerte, estos puntos se recuperarán si dormimos o si tomamos el típico consumible. Como pasa con otros títulos como Skyrim, contra más usemos estas habilidades, más nivel obtendremos de ellas con el tiempo, por lo que será primordial potenciar a nuestro jugador durante toda la partida.

La crisis del Noveno Mundo

Ya hemos dicho que el combate no es el pilar fundamental de Torment: Tides of Numenera, pero tiene su peso en el juego. Si por alguna circunstancia, no llegamos a “buen puerto” con otros personajes, entraremos en su modo combate, o como aquí llaman, una crisis. Estas batallas están basadas en turnos, y cuando nos toque tomar la acción de un personaje nuestro, podremos recurrir a los elementos típicos de un juego de rol de estas características (golpear, magia especial, movernos por el tablero, usar un objeto, etc.) Existe una curiosidad en este modo combate, y es que, al igual que puede pasar con el amado Undertale, no todos los combates acaban con la muerte del rival, sino que podemos pactar o dialogar con ellos siempre que se pueda para no derramar más sangre. De nuevo, el golpe más destacable no lo dan las invocaciones, disparos o embestidas de nuestro protagonista, sino la propia narrativa que no para de estar presente, incluso en estos momentos de acción.

Preparaos para leer pantallas y pantallas de texto…

No todo es fantasía, luz y color

Llegados a este punto, y explicado el grosso principal del juego, tenemos que abordar el aspecto audiovisual que encontramos en Torment: Tides of Numenera. No lo vamos a negar, el título no alcanza el rendimiento ni la calidad gráfica que se puede exigir a los juegos actuales. Encontramos animaciones toscas, una respuesta con mando que no es del todo buena (supongo que el juego funcionará muchísimo mejor en PC, puesto que es la plataforma de referencia para el estudio), e incluso tirones inexplicables en los combates. De manera estática el juego puedo lucir muy bien, pero en movimiento como he mencionado pierde varios enteros.

Por suerte, el juego que encontramos está en “español”. Lo pongo entre comillas porque mucho se ha hablado de que viene en español neutro o latino…y sí, es de esta manera, pero está tan bien traducido que apenas notaremos este cambio de localización. Sin la traducción, Tides of Numenera sería completamente injugable si no tenemos un dominio al 100% del inglés, por lo que recalco la importancia que tiene la opción de poner los textos en nuestro idioma. No esperéis grandes melodías, ni esperéis efectos de sonido a la altura. De hecho, conversaciones habladas habrá poquitas (las más importantes) pero casi que se agradece si queremos leer rápido las interminables líneas de texto sin una voz que nos distraiga.

Puntuación
Gráficos
65 %
Sonido
60 %
Jugabilidad
75 %
Duración/Diversión
70 %
analisis-torment-tides-of-numeneraTorment: Tides of Numenera no está hecho por desarrolladores, sino por guionistas. Eso lo vemos en la ingente cantidad de texto que existe durante toda la aventura, casi tratándose más de un libro que de un juego de rol conversacional. Debido a este hecho, no todos los usuarios disfrutarán de sus virtudes, ya que la paciencia, la lentitud y las ganas de inmiscuirse en un mundo onírico, metafórico (e incongruente según en qué momentos) apartan todo signo de acción, videos espectaculares o animaciones de última generación. Sólo apto para aquellos que saben lo que buscan; una dignísima secuela de Planescape: Torment.

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