Bien es cierto que en un análisis objetivo, y más en términos de intelectualoides videojueguiles, Saints Row IV no saldría muy bien parado. Gráficamente es calcado al anterior juego de la saga, jugablemente muy similar, la ciudad es la misma, sólo hay dos personajes nuevos, en su argumento no es nada original… y para el colmo de los colmos, en un principio estaba planeado como un DLC. Si ya hay mucha gente que odia con toda su alma los DLC’s, si un juego apesta a DLC como Saints Row IV, ya tiene su tumba prácticamente cavada.
La principal novedad que se nos presenta se trata de los tan cacareados superpoderes, los cuales hacen que pase a ser un sandbox heredero de GTA (aunque hay que decir que con la 3º entrega ya consiguió tener un estilo propio), a un sandbox heredero de juegos como inFamous o Prototype. Los poderes serán muy variados (aunque no originales), habiéndolos de ataque (telekinesis, bolas de energía, pisotones sísmicos…) o pasivos (supervelocidad, supersalto, planeo, correr por las paredes…) Éstos últimos le dan una nueva dimensión a la ciudad que ya conocíamos del juego anterior, ya que gracias a la vertiginosa velocidad que podremos llegar a tener (mayor que a la de cualquier vehículo), seremos perfectamente capaces de ir de una punta a otra de la ciudad sin tocar el suelo, de techo en techo, corriendo por las fachadas de los rascacielos y planeando mientras contemplamos el paisaje.
En esta nueva característica se nota lo potente de su apartado gráfico: rarísima vez veremos ralentizaciones y popping tan común en el género del sandbox, y eso que la velocidad que puede llegar a alcanzar nuestro avatar virtual puede perfectamente triplicar la velocidad normal a la que se mueven otros. También es especialmente destacable la verticalidad de la ciudad, ya que ni mucho menos las cosas están a ras del suelo, todo lo contrario, la mayoría de coleccionables y artefactos alienígenas están a cientos de metros de altura.
¿He dicho alienígenas? Si por una cosa siempre ha destacado Saints Row, ha sido por lo alocado de sus argumentos. En esta ocasión, controlamos ni más ni menos al presidente de los Estados Unidos, ya que los Saints han ganado tanta fama y poder, que su mandamás ha llegado al puesto más poderoso de todo el planeta. Pero claro, ¿que es la Tierra en comparación de un basto y poderoso imperio espacial? Unos alienígenas con aspecto humanoide llegan a la Tierra, secuestran a toda la población y la meten en cápsulas para convertirlos en fuente de energía. Para que no den problemas, les inducen en un sueño controlado, en los cuales son inducidos en una simulación de sus vidas, sin saber que en realidad se encuentran en una cárcel espacial.
La referencia a Matrix es evidente, pero lo cierto es que tiene muchísimas más referencias/parodias/homenajes, tanto a películas de ciencia ficción como a videojuegos, tantos, que es muy fácil perder la cuenta. Que recuerde ahora, además de la ya mencionada Matrix, recuerdo referencias a Street of Rage, Dark City, Metal Gear Solid, Tron, Independece Day… a los que hay que sumar una gran multitud de referencias a Saints Row anteriores. Lejos de caer en la mecánica de hacer un homenaje tras otro, saben meterlas en su justa medida, lo suficiente como para que el amante de la ciencia ficción (como un servidor) esté maravillado, pero sin caer en el engaño.
Además de los superpoderes, jugablemente se ha mantenido prácticamente inalterable. Esto solo quiere decir una cosa: excelencia jugable. Al contrario de lo que pasa en muchos juegos triple A, en los cuales parece más que se trata de una película y no de un juego, en todo momento tienes control de lo que pasa. Por poner un ejemplo, puedes hacer unas llaves de lucha libre, las cuales suelen tener unas animaciones de un par de segundos. Si durante el transcurso de esa animación al enemigo le atropella un coche, la animación se anulará con una naturalidad pasmosa. No debería destacar esto, ya que debería ser la norma, y no una excepción, pero entre tanto juego automatizado, destaca muy para bien este tipo de cosas.
En el apartado sonoro ha decepcionado un poco, ya que la cantidad de emisoras de radio ha bajado (desapareciendo la emisora de Heavy Extremo), y además la variedad de canciones no es tan alta como sería deseable en un juego de estas características. Por suerte, el doblaje en inglés es notable (con varias voces disponibles en el creador de personajes, todo un trabajazo por parte del equipo de doblaje). También dispone de una buena cantidad de temas compuestos expresamente para el juego, siendo algunos de ellos (como la canción que suena con la dubsteadora) de muy alta calidad.
Pero aún no he llegado a lo bueno: los momentos míticos. Como bien sabrá el aficionado a los videojuegos, la saga Saints Row tiene un tono claramente humorístico, sobre todo a partir de la segunda entrega. No contaré nada para no destripar el argumento, pero la cantidad de momentos graciosos (sobre todo en los homenajes que antes comentaba) es tan alta, que perdí la cuenta a las pocas horas de juego. No llegará al nivel de excelencia de la tercera parte, pero tampoco le anda muy lejos. Para redondear este apartado, la mayoría de estos momentos tienen una calidad artística muy fuera de lo normal.
Conclusión
Para los que le busquen errores, está claro por donde pueden sacarlos: en la cantidad de cosas recicladas de Saints Row: The Third. Pero por otro lado, si disfrutaste de Saints Row: The Third, seguro que con esta entrega disfrutarás las casi dos decenas de horas que dura. Con las novedades que tiene y con el final argumental que tiene, es difícil saber que esperar en las siguientes entregas, pero algo es seguro: tienen talento como para hacer que Rockstar pierda el trono de los sandbox en un futuro no muy lejano.
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