I,m Bread aterriza en Xbox One, y no lo hace sólo con el manejo de una tostada. Lee nuestro análisis para conocer qué otros alimentos cobran vida.

Desde hace más de dos décadas, los simuladores en el terreno de los videojuegos siempre han estado a la orden del día. Muchos recordaréis buenas tardes planificando las finanzas y la estrategia del equipo en PC Futbol, y muchos de vosotros seguro que os habéis tirado de los pelos al no entender los controles tan realistas del Flight Simulator. Eso sí, no todo fueron propuestas serias (ahí tenemos el grandioso Theme Hospital, por ejemplo), pero de aquí a unos años hemos visto como la palabra “simulator” se ha ido desvirtuando hasta llegar a extremos como el que tenemos hoy en estas líneas.

Si os digo Bossa Studios, seguramente nadie sepa qué obras tienen en su hacer; pero si os comento que son los creadores de Surgeon Simulator, todo empieza a cobrar sentido. Este equipo desarrollador situado en Reino Unido dió con la tecla con su juego de operaciones, ya fue un auténtico huracán entre los youtubers por su jugabilidad tan tosca, humor y expectación que generaba con cada partida. Aprovechándose de este fenómeno, es normal que apostarán por otro juego de características similares, y aunque la propuesta pueda parecer radicalmente diferentes, ambos juegos comparten muchos elementos comunes que han hecho de I´m Bread otro fenómeno de masas… aunque si lo analizamos detenidamente desde un punto de vista más crítico veremos que no es oro todo lo que reluce.

Tocará tostarnos de la mejor manera posible, aunque sea con la plancha…

La vida de una tostada de pan no podría plasmarse de ninguna otra manera tan emocionante como lo hace I´m Bread. Nuestro objetivo en cada fase será muy simple, tostarnos (por las dos caras) sin mancharnos mucho en nuestro paso hacia la meta. Pero claro, no todo iba a ser un camino de rosas, y como tostada tendremos que superar nuestra mayor fobia: tocar el suelo. Este sucio elemento nos hará incomestible a la vista de nuestro amigo humano, por lo que tendremos que evitar caer a toda tosta…digo a toda costa, perdón. Por suerte, en este universo paralelo las tostadas tienen un don para la escalada, y podremos, gracias a las cuatro puntas que son características de la anatomía de nuestro cacho de pan, aferrarnos temporalmente a las superficies verticales para superar los obstáculos que se interpongan en nuestro camino. Para ello usaremos los cuatro botonessuperiores del mando (Lb, Rb, RT y LT) a modo de los cuatro picos de la tostada, resultando en una locura que a veces se hace incontrolable. Seguramente la gracia del juego, aunque dominar completamente este sistema de movimiento se hace realmente duro, sobre todo si queremos sacar la mejor puntuación posible.

Todos conocemos la Ley de Murphy, y las tostadas de I´m Bread más aún. Debido a la jugabilidad tan ortopédica, no serán pocas las veces que, por error o por falta de un agarre consistente, caigamos al vacío a conocer las pelusas del suelo. Es la gran virtud del título y a la vez el gran fallo, ya que dejando a un lado los streamings, jugar a I´m Bread por puro placer puede hacer que nos desquiciemos (o que perdamos el apetito por los desayunos) debido al tosco control. En total habrá siete fases, de creciente dificultad, y con la gracia de que no siempre hay que acabar en una tostadora. A veces, basta con acabar encima de una televisión estropeada o abrazar una plancha de ropa caliente para cumplir nuestro objetivo. Pero el camino, como he dicho, está lleno de peligros y el más mínimo fallo puede hacer que repitamos de nuevo la fase.

El bagel no entiende de alturas, ni suciedad, ni miedo a mojarse. Con tal de llegar a la meta hará lo que sea.

Por suerte o por desgracia, I´m Bread cuenta con modos extra para alargar la vida de tan azucarado juego. Estas actividades, aunque no constituyen parte del “modo historia”, no se quedan en meros mini-juegos secundarios y de verdad que constituyen otro pequeño modo por sí mismos. Por ejemplo, contaremos con la Carrera de Bagel (en mi opinión el modo más divertido) donde tendremos que manejar a un donut a través de un circuito prefijado hasta llegar al plato. Muy divertido y recomendado por salirse completamente de lo visto en otros modos. También contaremos con Destrucción, donde, como su propio nombre indica, tendremos que destruir la mayor cantidad de objetos del escenario encarnando una baguette. El control de esta modalidad puede ser la más irregular de todas, debido al mal manejo de la barra de pan, y a que las físicas juegan malas pasadas, permitiendo incluso al pan volar misteriosamente por el escenario. Y no, no me vale la excusa de que es un pan “light”. Luego contamos con Caza del Queso, una divertida variante con una galleta como protagonista y con el objetivo de “atrapar” trozos de queso esparcidos por el mapeado. La gracia reside en que la galleta que manejamos se puede romper, así que tendremos que tener cuidado de no caernos desde demasiada altura para no poner fin a la partida. Por última, la apuesta más bizarra de todas se la lleva Gravedad Cero, donde la tostada protagonista surcará los escenarios con ausencia de gravedad, ayudada por propulsores que imitan a los que tienen las naves espaciales. Y, aunque la modalidad suene divertida, lo cierto es que resulta ser la más caótica y bajo mi punto de vista, la más desquiciante.

Para amenizar un poco cada misión, contaremos con una banda sonora que no está mal del todo, aunque puede llegar a cansar si permanecemos más tiempo de lo normal estancados en un nivel. Melodías alegres, con toques de piano, y que sirven como acompañamiento sin desmerecer ni despuntar en ningún momento. Lo mismo podríamos decir del apartado visual: contamos con escenarios muy coloridos, donde cada detalle cuenta y puede suponer una ayuda o un problema, aunque si nos paramos a ver detenidamente cada objeto veremos la simpleza con la que está creado. Al final, como podéis ver en tráiler de lanzamiento que os dejamos a continuación, lo más logrado gráficamente es la tostada, aunque todo el apartado audiovisual que acabo de comentar pasa a un segundo plano, ya que lo verdaderamente importante de I´m Bread es su jugabilidad…si llegamos a aceptarla o entenderla.

Puntuación
Gráficos
40 %
Sonido
60 %
Jugabilidad
55 %
Duarción/Diversión
45 %
analisis-im-bread-xbox-oneI´m Bread es el Goat Simulator de los panes venido a menos. El juego de Bossa Studios está repleto de bugs, gráficamente no llama la atención y tiene un control muy particular que puede acabar no encajando con todos los usuarios. Aunque, precisamente, en ese último punto reside su gracia, ya que el juego está en su mayor parte concebido para vivir situaciones atípicas con una tosta de pan y sus incontrolables movimientos en el escenario. No apto para celíacos ni para jugadores que busquen una propuesta indie más sólida.

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