Análisis de Abe´s Oddysee: New´n Tasty

¿Quién no recuerda a Abe? El débil mudokon con la boca cosida que luchó por su libertad se enfrenta de nuevo al mismo desafío, esta vez en nuestra Xbox One. Preparate para una odisea mágica por las tierras de Oddworld.

Bienvenidos a Rupture Farms

En una época como la que estamos viviendo llena de remasterizaciones, hay veces que salen al mercado verdaderas joyas que fueron enterradas y nunca más se supo de ellas. Es el caso que hoy tenemos para analizar, un juego mítico de PSX que recogiendo la esencia de otras leyendas como Prince of Persia, supo innovar y dar un soplo de aire fresco al catálogo de la consola de Sony. Oddworld Inhabitants, junto con la ayuda del estudio Just Add Water,  es el estudio responsable del desarrollo y la distribución de Abe´s Oddysee: New´n Tasty , los cuales ya son expertos en realizar lavados de cara, como pudimos contemplar con otros dos juegos de la compañía: Stranger´s Wrath y Munch´s Oddysee. No es de extrañar que la remasterización que han hecho con Abe´s Oddysee: New´n Tasty sea la más cuidada: primero, porque supone la vuelta a los orígenes con el juego que lo empezó todo, y segundo, porque aunque se trate de un juego arcade, da el salto a la nueva generación con el uso del motor Unity.

El juego que inicia la saga y que de cierta manera da nombre al estudio tiene como protagonista a Abe, uno de los muchos mudokons que son esclavos en la planta procesadora de carne Rupture Farms. Por casualidades de la vida, Abe se entera de que la empresa está bajando en ventas y que la única manera de mejorar los resultados es comenzar a usar la carne de mudokon. Como no podía ser de otra manera, desde ese mismo momento Abe tendrá que escapar de la fábrica y con él a tantos compañeros como les sea posible. Bajo esta premisa nos veremos envueltos en un juego donde las plataformas y los puzles tendrán el mayor peso, con la responsabilidad de intentar salvar a los 299 mudokons restantes (tarea para nada fácil, si queremos ser perfeccionistas….)

El poder de la mente

Abe, al igual que la mayoría de sus congéneres, tendrá la boca sellada, por lo que les resultará difícil comunicarse con ellos. Aun así, tendremos a nuestra disposición unos comandos básicos que deberemos usar si queremos salvar a nuestros compañeros de fatigas. Les podremos saludar para llamar su atención, decir que nos sigan o se queden en un mismo lugar, o por qué no, tirarnos un “pedete” para animar un poco el ambiente tétrico que asola la fábrica de carnes. A través de portales que abriremos con poderes telequinéticos, el resto de mudokons podrán ser libres, aunque primero tendremos que buscarlos ya que no siempre estarán a la vista, lo que implica una exploración total de cada escenario. Los poderes telequinéticos también tienen un uso muy importante en Abe´s Oddysee: New´n Tasty, y es la capacidad de controlar la mente de los enemigos que deambulan por la fábrica, para movernos de forma más libre por el escenario o disparar a otros adversarios. Aparte de todo lo mencionado, como buen sucesor de Prince of Persia o Another World, tendremos ese típico control donde hará falta medir bien los saltos, rodar por los suelos para evitar trampas o usar el sigilo para no llamar la atención. Aunque en su día los controles se podían antojar algo “toscos”, en esta nueva edición se ha revisado y ahora nuestro protagonista se mueve de manera más fluida y acorde a los tiempos actuales, aunque para nuestro gusto ahora Abe se mueve demasiado rápido en un juego donde prima la paciencia y el sigilo.

Lavado de cara…y lavado de lengua.

El apartado gráfico ha sufrido un importante lavado de cara en esta remasterización. Oddworld Inhabitants ha rehecho desde cero el juego original, por lo que cada detalle, textura o efecto de iluminación es completamente nuevo, no como en muchas otras remasterizaciones donde añaden cuatro mejoras puntuales. Los personajes (tanto amigos como enemigos) siguen manteniendo ese diseño único que hace que empatices con ellos, y los escenarios tanto interiores como exteriores muestran un gran nivel.  Podemos penalizar en este apartado las largas cargas que existen entre escenario y escenario, incomprensibles para un juego arcade de esta índole, lo que denota una falta de optimización en ese campo.  Por lo demás, nos sigue fascinando los cambios de luces que tendrá cada escenario, con fases por las noches, en templos o los primeros compases de la aventura en la fábrica. Un viaje hacia la libertad que nunca conseguirá aburrirnos por su variedad de situaciones.

Una cosa que no podemos entender es el motivo de quitar el doblaje en español del que hacía gala el juego. Aunque Abe´s Oddysee New´n Tasty venga traducido completamente y con muy buena localización de cada frase, la voz que tenía la primera versión de 1997 era de muy buena calidad y se podía haber mantenido en la remasterización. Prácticamente no encontraremos músicas en el transcurso de la aventura, aunque tendremos todo tipo de efectos y sonidos que amenizarán nuestro éxodo en todo momento.

¿Esta remasterización merece la pena?

Entrando a valorar si merece la pena o no volver a rejugar esta primera aventura que tuvo Abe, podemos decir que la vuelta a Oddworld es satisfactoria tanto para los fans del título como para los que se inician con este personaje. Aunque se trate de la misma historia, todos los años que han pasado hacen que volver a jugarlo sea una experiencia fresca,  incluso nueva debido al salto gráfico y jugable que ofrece el título. No existen muchos extras, aunque hay en mente la salida de un DLC llamado Alf´s  Escape (con una fecha aún por determinar) y siempre podremos jugar al juego de forma “cooperativa”: el segundo jugador tendrá el control de Abe cuando el primer jugador muera, alternándose el control del personaje sucesivamente. Sigue siendo un desafío para todo usuario encontrar esos 299 mudokons restantes, más aun en sus tres niveles de dificultad e intentando sacar todos los logros disponibles, por lo que la duración de Abe´s Oddysee New´n Tasty puede abarcar las 8 horas fácilmente.

¿Acompañarás a Abe en su éxodo particular?